Difícil mucho muy difícil será este año 2023. Los pronósticos no son nada alentadores, ni mucho menos positivos en ninguno de los rubros que pudiéramos mencionar. La inseguridad va en crecimiento constante y sonante, el desempleo sube todos los días y a cada hora, la gobernabilidad se hace cada día más complicada para quienes la deben de procurar y si a todo eso le agregamos que vamos a conocer a un Presidente mucho más colérico, vengativo, prepotente e entrometido en los temas electorales. Pues entonces vamos a tener que ajustarnos de mejor manera nuestros cinturones de seguridad. Porque la turbulencia será verdaderamente fuerte.
Cuando empezaba el sexenio de López Obrador mucha gente pensó que podría ser el gobierno más cercano a la gente como además lo han venido pregonando, el más humanista como lo presumen constantemente, el que desaparecería la corrupción, el austero, sin gastos excesivos. Nadie o quizás muy pocos podríamos haber imaginado que sería todo lo contrario. Hoy tenemos al autoritarismo en su máxima expresión en la voz de un solo hombre. Sin importar nada, ni nadie sus indicaciones se cumplen. Sin chistar una sola palabra. De otra manera las consecuencias son terribles para quien se atreve a disentir de él.
Uno de los grandes problemas y por el cual ha crecido tanto la figura de Andrés Manuel es la poca o nula participación de la llamada “oposición” parecieran estar dormidos, temerosos, echados para atrás. Nadie aprovecha los errores que a diario se comenten en pro de reafirmar la cuarta transformación. El letargo opositor nos va a costar muy caro. Porque el triunfo del partido oficial, sino se hace algo rápido, podría ser abrumador y aplastante. Aunque no nos guste a muchos, MORENA hoy va en caballo de hacienda. Hablando claro de la elección Presidencial. Otro tema muy distinto son las elecciones locales. Ahí sus gobernadores muchos de ellos impresentables, están poniendo en riesgo el triunfo del Presidente. Pero eso será tema de otra columna.
Así pues, deberemos de estar preparados para un embate Presidencial de mayor calado. El Presidente sabe que está prohibido perder la elección Presidencial. A como de lugar la debe de ganar y hará lo que sea para asegurarla. Incluso robarse la elección en la figura de cualquiera de sus corcholatas. Tiene hoy el poder político y el económico. Y los medios coercitivos para obligar a brindar el apoyo de todos los sectores del candidato que él decida. Sin duda alguna ejercerá esa presión y por supuesto ese poder para lograr su objetivo.
En ese tenor nos espera un año 2023 convulso, difícil, decisivo, estruendoso y mucho pero mucho muy complicado. Tomemos pues nuestras precauciones para poder navegar en estos mares llenos de mareas altas y tormentas constantes. De otra manera muchos se irán quedando en el camino. Veremos qué pasa. Feliz año nuevo para todos. Correo electrónico: bernardobellizzia@hotnail.com