Los líderes de Morena en Veracruz y la alta burocracia del gobierno del estado se preparan para asistir a la mega concentración a la que ha convocado el presidente Andrés Manuel López Obrador este sábado 18 en el Zócalo de la Ciudad de México para conmemorar la expropiación petrolera decretada por el general Lázaro Cárdenas del Río en 1938.
Sin embargo, aparte de su presencia en este evento multitudinario, seguramente el mandatario les agradecería más cuidar con mayor efectividad los hidrocarburos que desde hace 85 años pasaron a ser propiedad de la nación.
Y es que acuerdo con reportes oficiales de Petróleos Mexicanos (Pemex) y de autoridades de seguridad obtenidos por el diario Reforma, agrupaciones criminales de Puebla dedicadas al robo de hidrocarburo han migrado a la extracción de Gas LP en entidades como Estado de México, Tlaxcala, Veracruz y una zona de Hidalgo.
Según el diario capitalino, el envío de tropas a territorio poblano –principalmente a municipios como Tepeaca, Palmar de Bravo, Acatzingo, Quecholac y Acajete– desbancó a Puebla del primer al octavo lugar en piquetes a ductos de Pemex.
Pero las organizaciones criminales dispersaron sus actividades ahora al gaschicol, un fenómeno que tomó auge en este sexenio, tras la implementación de la estrategia nacional contra el robo de hidrocarburos.
Las tomas clandestinas al gasoducto Cactus-Guadalajara, principalmente, sumaron 2 mil 525 piquetes en 2022, 6 por ciento más que en 2021.
En 2020 sumaron 2 mil 055; en 2019, mil 305, mientras que 2018 cerró con apenas 206 piquetes.
Aunque Puebla arrancó fuerte con el gaschicol –916 en 2019; mil 639 en 2020, y mil 462 en 2021– para 2022 las tomas ilegales de gas cerraron en 678.
Sin embargo, entidades como el Estado de México ya es un foco rojo para Pemex. En esa entidad, donde habrá elecciones de gobernador en junio próximo, se reportaron 256 llaves ilegales de gas en 2019; en 2020, 176; en 2021 se disparó a 400, y en 2022 acumuló 637.
Tlaxcala reportó 40 tomas clandestinas de gas en 2019, luego subió a 102 en 2020, a 262 en 2021 y se disparó a 361 en 2022, principalmente en los municipios de Calpulalpan, Nativitas y Nanacamilpa.
Veracruz es también otro foco rojo para Pemex. Luego de que en 2019 apenas registró 28 piquetes, en 2020 se elevó a 84; en 2021 a 49, y en 2022 detonó a 542 tomas clandestinas halladas.
Los municipios veracruzanos en alerta son los sureños, donde se han registrado una cadena de explosiones por el mal control de las llaves ilegales. Se trata de José Azueta, Juan Rodríguez Clara, Isla, Chacaltianguis, Tierra Blanca, Tres Valles, Cosamaloapan, Amatlán, Cuichapa, Acayucan y Omealca, en la región de Córdoba.
Por su parte, Hidalgo pasó de 26 tomas clandestinas del gaschicol en 2019, a 256 en 2022, principalmente en Tula y Tepeji del Río.
Según cifras de Pemex, al cierre de 2021, los piquetes de gas LP aumentaron un 16 por ciento a nivel nacional en comparación con 2020.
De acuerdo con cifras de la Asociación de Distribuidores de Gas LP, el robo de este producto en ductos de Pemex genera un boquete de mil 100 millones de pesos cada mes sólo por concepto de IVA que no se paga porque no es vendido de manera legal.
BOMBA EN ‘ESTRICTAMENTE PERSONAL’
Raymundo RivaPalacio, autor de la columna Estrictamente Personal, anunció anoche que este miércoles dará a conocer documentos de Guacamaya Leaks que revelan “una operación con narcos, mafias europeas y Venezuela, de narcotráfico, lavado de dinero y financiamiento, para expandir la revolución bolivariana, que involucra a funcionarios de la cuatroté y a un embajador mexicano”. ¡¡Sopas!!
A ver qué explicación da el presidenciable canciller Marcelo Ebrard.