Hace casi año y medio, el 8 de noviembre de 2021, Santiago Nieto Castillo decidió dimitir a la temida Unidad de Inteligencia Financiera (UIF).
“Antes de que pudiera afectarse al proyecto, por las críticas derivadas de actos de terceros relacionados con un evento personal y transparente, preferí presentar mi renuncia como titular de la #UIF. Mi lealtad es con el Presidente @lopezobrador_. Mi amor para @C_Humphrey_J.”, publicó en Twitter el extitular del órgano dependiente de la Secretaría de Hacienda.
La dimisión se dio tras su fastuosa boda con la consejera del Instituto Nacional Electoral (INE), Carla Humphrey Jordan, en una ciudad colonial de Guatemala, ese fin de semana. El escándalo lo detonó Paola Félix, secretaria de Turismo de la administración capitalina de Claudia Sheinbaum, la cual había sido detenida con dólares no declarados en un jet privado que resultó ser una aeronave rentada por el presidente del periódico El Universal, Juan Francisco Ealy Ortiz, quien también era el dueño del dinero confiscado.
La funcionaria del Gobierno de la Ciudad de México renunció ese mismo sábado.
En su conferencia matutina del lunes siguiente, López Obrador criticó que el entonces titular de la UIF haya sobrepasado la austeridad y responsabilidad como servidor público al convivir con empresarios y otros políticos. “Hay que recomendarles a los servidores públicos que actúen con moderación, con austeridad y que sigan el ejemplo de (Benito) Juárez, que decía que el servidor público debía aprender a vivir en la justa medianía”, enfatizó el Ejecutivo federal.
“Creo que no es correcto porque el servidor público tiene que evitar ese tipo de situaciones. Yo por eso no voy a eventos sociales. Fui invitado, pero yo no puedo porque tengo muchas ocupaciones y además no acostumbro a hacerlo”, dijo el mandatario.
Nieto ya no se reincorporó a la administración federal, aunque se rumoró que el Presidente le habría ofrecido otra posición en su gabinete.
El extitular de la UIF reapareció a principios de septiembre del año pasado como encargado del despacho de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo, en sustitución de Alejandro Habib Nicolás, el exfiscal del exgobernador priista Omar Fayad Meneses, quien había presentado su renuncia días antes de que Julio Menchaca Salazar, de Morena, asumiera la gubernatura.
Hace un mes, el domingo 22 de enero, Santiago Nieto sorprendió al aparecer como coordinador en Querétaro, su entidad natal, del movimiento en apoyo del canciller Marcelo Ebrard, fuerte aspirante a la sucesión presidencial de 2024 y a quien se atribuye estar maniobrando para que el archimillonario de origen sudafricano, Elon Musk, instale su megaplanta de autos eléctricos en el vecino estado de Hidalgo, concretamente en las 800 hectáreas de Tizayuca, donde antes del proyecto trunco de Texcoco se consideró también construir ahí la nueva terminal aérea que reemplazara al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
“Cada día más mexicanas y mexicanos estamos convencidos de que Marcelo Ebrard es la persona que debe encabezar los comités nacionales de defensa de la Cuarta Transformación”, afirmó Nieto Castillo, rodeado de militantes queretanos de Morena pero también de expriistas y expanistas ahora cercanos al partido guinda como miembros de la “sociedad civil”.
Con el telón de fondo “Continuidad con cambio. Con Marcelo Sí”, Santiago Nieto afirmó: “Somos convencidos de que el gobierno del presidente López Obrador debe de continuar, pero debe de existir un cambio hacia transformaciones tecnológicas relevantes”.
Por eso es que ahora ha llamado la atención que su esposa Carla Humphrey Jordan se haya registrado para sustituir a Lorenzo Córdova en la presidencia del Consejo General del INE.
Humphrey Jordan, por cierto, concedió hace tres semanas una amplia entrevista al diario La Jornada, en la que advirtió sobre los riesgos de polarización por la reciente reforma electoral y manifestándose al mismo tiempo en contra de que el árbitro de la contienda abone a esa confrontación y asuma protagonismos que no le corresponden.
“La polarización no ayuda a nadie en el país. Hay cosas buenas en la reforma, en el Plan B, y otras que pudieron haberse mejorado con un diálogo adecuado con legisladoras y legisladores de todos los partidos políticos”, comentó al diario capitalino.
La abogada, especialista en derecho constitucional y ciencia política, señaló que en el paquete de cambios a las leyes secundarias relacionadas con temas electorales “ni todo es malo, ni todo es bueno”.