- Nomás quedan dos, y uno -en una de esas- es pura finta

- Marcelo Ebrard, el reto de asumir su papel histórico - Ya hay consecuencias -y habrá más- por el daño institucional al Estado - MORENA: atestiguamos un vodevil, no existe una competencia

José Luis Ortega Vidal

CLAROSCUROS

2023-04-19

(1)
He dicho, a propósito de la lucha entre “corcholatas”: aún no hay nada para nadie…
Luego de la gira de Claudia Sheinbaum y Adán Augusto López por el sur de Veracruz, va un ajuste: a siete meses del destape presidencial morenista, no hay nada para Marcelo Ebrard.
Aclaro, el canciller tiene cerradas las puertas en el partido propiedad de Andrés Manuel López Obrador, pero tiene abiertas las puertas de la historia.
Añado una conjetura muy personal: Adán estaría atado a un juego de su hermano y jefe, consistente en hacerle a la “falsa corcholata” para cubrir el camino de “la buena…”
Esto es una mera sospecha; lo que sí resulta evidente es la competencia limitada a dos aspirantes: Claudia y Adán.


(2)


El aparato de Estado de AMLO se mueve desde el plano federal y se confabula abiertamente en el ámbito estatal veracruzano por estos dos personajes; nomás…
En MORENA no hay piso parejo; en MORENA Marcelo Ebrard no cuenta con el apoyo presidencial, ni con el respeto de la dirigencia partidista, ni con la militancia manipulada desde la burocracia…
La burocracia recibe órdenes y éstas son contrarias a la figura del canciller…
Me refiero a millones de hombres y mujeres -mayoritariamente jóvenes- en cuyas manos se encuentra un padrón electoral, conformado por docenas de millones de receptores de dinero, mes con mes…
En el caso de Veracruz, el gobierno estatal y una parte del federal, así como la casi totalidad de Ayuntamientos guindas, trabajan para Claudia Sheinbaum…
Manuel Huerta Ladrón de Guevara representa un oasis de respeto institucional.
Frente al imponente ejército claudista encabezado por Cuitláhuac García Jiménez y Rocío Nahle García, un débil equipo de Sergio Gutiérrez Luna mueve apoyos a favor del ex gobernador de Tabasco.
Para Marcelo Ebrard, en contraste, opera un grupo de cuatro diputados locales, un senador nativo de San Luis Potosí y ciudadanos simpatizantes del secretario de Relaciones Exteriores.
¿Determinada la competencia interna de MORENA a dos corcholatas impulsadas por López Obrador, está solucionado el tema de la sucesión presidencial del 2024?
No.
¿Cuál o cuáles son los escenarios por venir?
Si Claudia es candidata de MORENA Adán se sumará.
Si Adán da la sorpresa y es el abanderado guinda, Claudia lo respaldará.
Marcelo Ebrard queda fuera, pero no hay certeza alguna sobre su declinación -a todas luces provocada por el dedo de AMLO- a favor de Claudia o de Adán.
De ocurrir la aceptación de Marcelo ante la designación de cualquiera de sus rivales, viviremos un hecho lamentable para la democracia en México.
Estaría fuera -y habría de aceptar un resultado por el que nunca tuvo oportunidad de competir -el único personaje capaz de generar competencia, equilibrio, lucha política real…
MORENA sería el dueño del estadio, el dueño de los dos equipos en competencia, el dueño del arbitraje, el dueño de la publicidad, el dueño de las televisoras que transmiten, el dueño de la narración, el dueño de las empresas de boletos, y el controlador del público…
Somos testigos de un sexenio surgido paradójicamente desde la democracia, pero se ha decantado hacia un ejercicio vertical del poder y abocado a la destrucción de instituciones.
Se ataca la libertad de expresión, no se consolida el combate sólido contra la pobreza, apenas sobrevive el estado de Derecho.
Frente al armado de un andamiaje pseudo democrático apoyado en corcholatas y encuestas, Marcelo Ebrard tiene el deber -consigo mismo- de sacar la casta política y -frente a la sociedad mexicana- encabezar un movimiento constructor de la balanza en la lucha por el poder.
De mostrar valor, sea Claudia o sea Adán, Marcelo Ebrard se pondría un saco muy grande, imposible de llenar por la oposición formal.
Al PAN, PRI, PRD y MC -por dignidad- les restaría sumarse a la única figura de peso contra el gigante llamado MORENA.
Si estuviéramos ante un partido morenista construido desde la democracia, consolidado como un ejemplo democrático, fogueado en la historia y ofertante de una visión de país con éxito probado, la oposición tendría motivos para justificar su debilidad.
Empero, no es así.
El país vive la continuidad de un proceso democrático novel, apenas surgido desde 1988-1990.
El arribo de la izquierda al poder ilusionó a 30 millones de mexicanos -me incluyo- pero ha decepcionado a una parte de aquellos sufragantes del 2018 -me incluyo de nuevo-.
La decepción, en mi caso, se sustenta:
- En un discurso presidencial basado en una sola voz discordante consigo misma un día sí y otro también.
- En la construcción de una presidencia vertical, enemiga de cualquier acción compartida de poder.
- En la ausencia de toma horizontal de decisiones, donde la voz de asesores, críticos, analistas, expertos en la diversidad de temas, sea escuchada y tomada en cuenta.
- En las ocurrencias como un ejercicio cotidiano de gobierno.


No es éste el espacio para elaborar la lista de aciertos y errores del gobierno actual, pero voté pensando en la ciencia y la cultura como prioridades de un Estado inteligente, democrático y maduro.
Y hoy me topo con el hombre más poderoso de la historia reciente de México, sólo después de Porfirio Díaz.
Etcétera…


(3)


Retorno al tema de la sucesión, las corcholatas y la existencia de sólo dos competidores, o acaso la definición de una sola candidata -determinada desde un inicio- acompañada por su adlátere.
Ya veremos.
Ya sabremos si Marcelo Ebrard cuenta, junto a su perfil de político al más alto nivel, con el valor de enfrentarse a AMLO -a MORENA no, porque el partido no tiene vida propia y obedece a su creador- con el profundo riesgo que ello implica…
¿Tendría oportunidad de ganar?
No lo sé; me queda claro que sólo Marcelo Ebrard y los partidos de oposición unidos alrededor suyo tendrían la oportunidad histórica de competir, lo cual ya es mucho.


(4)


Un de los logros clave de una figura, una candidatura, una oposición fuerte, implicaría un Congreso sin mayoría absoluta para nadie…
Un Congreso donde se debata, se expongan ideas profundas y se imponga la voluntad a favor de la sociedad representaría un logro esencial en nuestra historia democrática.


(5)


Me llama la atención el tema de las concentraciones masivas.
En Coatzacoalcos, Claudia Sheinbaum tuvo todo el poder oficial a su servicio y la presencia ciudadana estuvo lejos de los nueve mil convocados que el gobernador Cuitláhuac García aseguró haber visto…
En términos pragmáticos, se reunió a las docenas -rebasaron el ciento- de ediles morenistas de Veracruz con la doctora Sheinbaum…
Eso es un éxito.
Adán Augusto contó con tres reuniones exitosas: con petroleros en Minatitlán, con ganaderos y campesinos en Acayucan y con gente del campo en Carlos A. Carrillo.
¿Fue un éxito?
Los petroleros conforman el mismo sindicato corporativo -convenenciero- de siempre…
Los ganaderos y campesinos se mueven por liderazgos locales o regionales a partir de añejas herramientas caciquiles…
No existe una movilización a partir de elementos ideológicos o de conciencia de clase…
El último líder con esas características despacha desde palacio nacional y el próximo año se va a la chingada, su amado rancho…
Dicho de otro modo: al no existir una verdadera competencia entre Claudia y Adán, porque ambos obedecen al mismo jefe y los dos están programados para la resignación, los organizadores y asistentes a los mítines de uno y otro, simplemente se sumarán a quien gane…
Estamos ante un vodevil, no existe una competencia…


(6)


Entre los organizadores y operadores de los mítines abundan los dependientes de la ubre pública, los de futuro basado en el botín, los trepadores, los engañadores profesionales, los agarra-tarugos, los insensibles ante el dolor humano, los falsos profetas…
Etcétera…
Y sí, un grupo de ellos agarrará chamba y el otro no, pero ya se pondrán de acuerdo si MORENA ratifica los momios, hoy a su favor…


(7)


Concluyo la entrega de hoy: observo un debilitamiento de la vida institucional en México y resulta preocupante.
Narré en el CLAROSCUROS previo el evento de Adán Augusto López en el hotel Kinakú de Acayucan.
Sumemos a tan lamentable irresponsabilidad política, el desdén del gobernador Cuitláhuac García Jiménez para el segundo hombre del poder en México…
Lo ha maltratado -en términos de respeto político e institucional- dos veces, y tal acción la pagamos todos porque Adán Augusto López Hernández es secretario de Gobernación de todos y por sus manos -diariamente- pasan decisiones que cuestan miles de vidas…
Una cosa es Adán Augusto y otra cosa es el secretario de Gobernación.
El golpe ha sido para la institución.
Ya hay -y habrá más- consecuencias por estas acciones producto de una curva de aprendizaje interminable…

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