La tragedia que ocasionó el huracán Otis en Acapulco no sólo puso en evidencia a los servicios de inteligencia mexicanos que colapsaron y fueron incapaces de alertar al presidente Andrés Manuel López Obrador sobre lo que realmente ocurría en el principal puerto turístico de Guerrero –debido a que, según ha trascendido, estaban suspendidos por falta de pago algunos de los más importantes servicios satelitales del Ejército y la Marina, por lo que fue necesario habilitar de emergencia algunas antenas del sistema satelital Starlink del magnate sudafricano y con nacionalidades estadounidense y canadiense Elon Musk para comenzar a recibir información–, sino que también dejó al descubierto el desmantelamiento y la ineficacia del sistema meteorológico nacional.
En diciembre de 2018, recién iniciado el régimen obradorista, despidieron sin ninguna explicación al ingeniero Alberto Hernández Unzón, quien con casi 30 años de experiencia era el meteorólogo más capaz y acertado que había logrado ascender finalmente como director general del Sistema Meteorológico Nacional (SMN).
Ahora ha trascendido también que en México se necesitan 30 radares para medir huracanes y que, de los seis existentes, uno está inservible y dos están ubicados en Sonora y en la Ciudad de México. Además corre la versión de que el gobierno de Estados Unidos habría donado 108 millones de dólares para comprar 30 de dichos equipos pero que en la transición gubernamental esos recursos inexplicablemente se extraviaron.
Este sábado, en la plataforma X, antes Twitter, el exdirigente priista y exgobernador de Tabasco, Roberto Madrazo Pintado, dirigiéndose al presidente López Obrador, publicó que “si usted hubiera invertido en los 25 radares que hacían falta para renovar el sistema meteorológico, hubiera podido anticiparse al #huracan; en cambio, destinó todos los recursos de obra pública en sus obras faraónicas para poder otorgar contratos directos a sus aliados y saquear las arcas públicas para su partido”,
Dado el historial de México en este tipo de fenómenos naturales, la inversión es inaplazable. El primer huracán del que se tiene registro en México fue el “Janet”, de categoría 5 en la escala Saffir-Simpson. De acuerdo con información del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), tocó tierra el 27 de septiembre de 1955 en Quintana Roo. Según la prensa de la época, la ciudad más afectada fue su capital, Chetumal, dejando 712 muertos y arrasando prácticamente con todas las viviendas, que en su mayoría eran de madera.
Desde entonces, México ha resentido el paso devastador de por lo menos otros diez huracanes, dos de los cuales –“Gilberto” (14 de septiembre de 1988) y “Patricia” (23 de octubre de 2015)– fueron también categoría 5, como el “Otis” que pegó en Acapulco.
Según el Cenapred, tan solo entre 1980 y 1999, por este tipo de desastres se registraron alrededor de 10 mil muertes, un promedio de 500 cada año.
Casualmente, hace 24 años, en octubre de 1999, el frente frío número 5, una baja presión y la depresión tropical número 11, convergieron y desencadenaron uno de los peores desastres naturales en la sierra de Papantla y la costa del Totonacapan, en el norte de Veracruz, así como en la sierra de Puebla. En 72 horas, las inundaciones y deslizamiento de cerros mataron a 384 personas y dejaron a otras 450 mil damnificadas y cientos de desaparecidos. Esa catástrofe superó al huracán “Karl”, de categoría 3, que en septiembre de 2010 impactó la zona centro-sur de Veracruz.
RECONOCE CANACINTRA
AL DIPUTADO PEPE YUNES
El diputado federal veracruzano del PRI, José Francisco Yunes Zorrilla, recibió este lunes en la Ciudad de México el reconocimiento “Águila Canacintra al Mérito Legislativo” de manos de la profesora Esperanza Ortega Azar, presidenta nacional de la cámara, la cual estuvo acompañada de Raúl Riquelme, exvicepresidente nacional de Enlace Legislativo, y Shirley Almaguer, vicepresidenta nacional de Enlace Legislativo
La Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra) distingue y reconoce cada año a legisladores cuya labor es sobresaliente en apoyo a las demandas del sector industrial en el país.
Canacintra es el organismo que representa al Sector Industrial de México. Tiene como objetivo fomentar la competitividad y la productividad de las empresas, apoyándolas para que se mantengan en constante actualización y se conviertan en agentes innovadores socialmente responsables. Por su cobertura, representatividad e infraestructura, Canacintra es la cámara más importante de toda Latinoamérica.
En su comunicación oficial, la Canacintra señaló que esta presea reconoce la aportación al desarrollo económico, político y social del país, acentuando especialmente el compromiso de los legisladores de ambas Cámaras del Congreso de la Unión con el desarrollo de la industria nacional.
Dicho premio, explicó el organismo empresarial, es el símbolo que representa el reconocimiento al compromiso, la entrega y la visión de un México capaz de adaptarse a los tiempos actuales y complejos en donde la constante permanente es el cambio.
Este premio se otorga a los legisladores que se han distinguido por su compromiso con el sector industrial y sus contribuciones al desarrollo de México; por sus aportaciones al Estado de Derecho, tanto en su facultad de legislar, como en la de constituir un contrapeso democrático al Poder Ejecutivo; por su empeño con las mejores causas de la sociedad; por su creatividad, responsabilidad, tenacidad y esfuerzo en el desempeño de sus tareas legislativas, y por su actuación recta y transparente y el ejercicio del deber de los servidores públicos de rendir cuentas de su desempeño.
Corresponde a los siguientes órganos de la Cámara presentar sus propuestas: los miembros de la Mesa Directiva, los miembros de la Comisión de Enlace Legislativo, las 78 Delegaciones, los 13 Sectores Industriales o a las 102 Ramas Industriales.
En noviembre de 2020, este reconocimiento le fue entregado al entonces diputado federal veracruzano, también del PRI, Héctor Yunes Landa.