Juan Manuel Partida es presidente de la Asociación de Periodistas de Sinaloa y cuenta con más de cuarenta años de experiencia en el oficio periodístico que hoy se ejerce en las condiciones más difíciles no sólo en esa entidad del Pacífico mexicano sino en todo el país. Actualmente dirige Altoparlante, una página de noticias que creó y administra con el apoyo de su hija Paloma Alejandrina Partida Ortiz, licenciada en Ciencias de la Comunicación.
La semana pasada, Partida Valdez publicó que Fausto Ernesto Corrales Rodríguez, uno de los principales testigos de la reunión en Culiacán entre Ismael “El Mayo” Zambada y “El Chapito” Joaquín Guzmán López, asegura que el gobernador morenista de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, sí estuvo presente cuando mataron a Héctor Melesio Cuén Ojeda, ex rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), fundador del Partido Sinaloense y diputado federal electo de Morena.
Según la versión del periodista, a Corrales “lo tenían en un cuarto contiguo, y que pudo escuchar las voces del gobernador y del secretario general de Gobierno, Enrique Inzunza Cázarez”.
“Así se lo dijo Fausto a sus familiares más cercanos”, afirmó el director de la página digital Altoparlante, “sin que conozcamos –acotó– qué fue lo que declaró formalmente ante la Fiscalía General de la República”.
Partida Valdez alerta que “la familia teme por la vida de Fausto Ernesto, porque sin duda sabe muchas cosas que todavía no son del conocimiento público, y puede que ni oficial”.
“Como sabemos, las amenazas de muerte han sido reiteradas y el pánico es inevitable.
“El día de hoy (sábado) personal que dijo ser de la FGR acudió a un domicilio particular en busca de Corrales Rodríguez.
“No hubo previamente una citación ni aviso, y se desconoce el motivo concreto del operativo”, publicó.
Corrales Rodríguez es hijo de otro ex rector de la UAS: Antonio Corrales Burgueño, muy cercano al difunto Héctor Melesio Cuén.
Corrales es una pieza clave para esclarecer los hechos ya que supuestamente él era quien conducía la camioneta Raptor blanca de Cuén el día que éste fue asesinado.
El gobernador Rocha Moya, también ex rector de la UAS y quien este domingo fue arropado otra vez en Sinaloa por el presidente Andrés Manuel López Obrador y la presidenta electa Claudia Sheinbaum, está en serios aprietos desde que la FGR echó abajo la versión oficial de la Fiscalía sinaloense de que Cuén fue asesinado por la noche en una gasolinera cuando unos supuestos asaltantes le dispararon para despojarlo de su vehículo.
Pero según el periodista Juan Manuel Partida, Corrales habría dicho a su familia que el asesinato de Héctor Melesio ocurrió temprano, por lo que ahora ya es sospecha pública que “el viaje de Rocha a Estados Unidos puede ser otro montaje”.
“En Huertos del Pedregal torturaron y asesinaron a Cuén Ojeda, por la mañana”, reitera, por lo que exige que “se tomen medidas para proteger a Fausto Ernesto y a su familia”.
“Que les garanticen protección, a cambio de la verdad sobre lo sucedido. Justicia, no impunidad. Castigo a los asesinos, no persecución de quien fue testigo del crimen”, insiste.
“Por qué tantas mentiras y montajes, como en el caso del ‘asalto’ en la gasolinera”, cuestiona. Y pide que “se obligue a Rubén Rocha a presentar su pasaporte sellado por el gobierno de Estados Unidos, de que estuvo allá durante la mañana del pasado 25 de julio”.
“Con lo que se sabe, ninguna duda cabe de que a Cuén lo asesinó el gobierno. Los detalles son los que nos faltan”, concluye.
Ayer, por cierto, en la red social X, el empresario panista sinaloense Manuel Clouthier, lanzó la siguiente hipótesis: “¿No han pensado que los sucesos criminales del 25 de julio en Sinaloa pudieron ser un intercambio de regalos? ¡¡¡Un poderoso entregó a un líder mafioso a unos jóvenes mafiosos mientras éstos le regresaron el cadáver de su ‘enemigo’!!! ¡¡¡Piénsenlo!!!”