La fotografía de “El Inglés”: un nuevo aviso

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Capítulo 1

El fotógrafo de la agencia Cuartoscuro, Félix Márquez, toma la gráfica de un grupo de personas encapuchadas y armadas con: un bate de tubo; garrotes y una escopeta.
El joven reportero captó la escena en la colonia “El Inglés”, congregación de Piedras Negras, en Tlalixcoyan, y la difundió en periódicos digitales de la entidad y en la agencia nacional para la que trabaja.

Capítulo 2

El Secretario de Gobierno, Gerardo Buganza, informa que se comunicó con el alcalde de Tlalixcoyan -José Muñiz Montero- y éste le informó que no es cierto; que en su municipio no hay grupos ciudadanos de autodefensa.
El propio munícipe ha declarado a quien lo desee entrevistar que vecinos de “El Inglés” en efecto se ha organizado para vigilar su población, pero lo hacen sin armas ni capuchas.
La fotografía, añaden los políticos, es un fotomontaje.

Capítulo 3

El Secretario de Seguridad Pública, Enrique Bermúdez, afirma que un grupo de personas posó para la fotografía del periodista Félix Márquez. Luego, ya encarrerado, afirma que: el que debe estar preso es el fotógrafo… en clara alusión al corresponsal de Cuartoscuro.

¿Cómo se llama la obra?
- “En Veracruz; particularmente en el municipio de Tlalixcoyan; y específicamente en la congregación de Piedras Negras; más detalladamente en la colonia “El Inglés”, hay un grupo de ciudadanos que decidió auto protegerse” ante la ola de inseguridad que padecen.

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El tema de los grupos de autodefensa es añejo en México.
Los linchamientos de delincuentes a manos de “Fuente Ovejuna” a la mexicana, también son muy viejos.
Ocurre, sin embargo, que el país vive una circunstancia particularmente violenta y de particular debilidad del Estado.
El gobierno, ante esta situación, luce nervioso lo mismo que la sociedad y no es para menos: los índices de violencia del país no disminuyen.
Por otra parte, el ajuste estructural que se requiere en torno a los cuerpos oficiales de seguridad del país y sus circunstancias es y será lento.
Dicho de otro modo: por donde se le vea, el tema de una sociedad creando cuerpos de autodefensa preocupa, alerta a todos: al gobierno y a la sociedad; porque pone de relieve un nuevo síntoma de la grave enfermedad que padecemos: la violencia.

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Ahora bien, a pesar de la corrupción e ineficiencia que prevalece en muchos de nuestros cuerpos policiacos de todos los niveles; el gobierno es la única alternativa de protección para la sociedad.
Así lo dice la Ley y a su respeto debemos apegarnos.
No hay de otra.
No hay más.
Los grupos de autodefensa son ilegales y aunque sobran las razones para su existencia; se debe proceder en forma inteligente para conminar a quienes los organizan a dar marcha atrás a sus afanes.
Su camino conduce a la ilegalidad sobre la ilegalidad; es decir, al cáncer sobre el tumor cancerígeno.
De crecer el fenómeno de la “auto-seguridad”, detrás suyo viene el caos y –lo enseña la historia- su final es peor a lo que hoy padecemos.

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En el caso concreto del trabajo de Félix Márquez, se trata de una labor periodística cuyo papel es fundamental para la sociedad.
Cuartoscuro es una agencia informativa con prestigio y credibilidad.
El trabajo de un fotógrafo no representa al enemigo a vencer; cuando esta labor se lleva a cabo en forma profesional y ética, ocurre lo contrario: coadyuva para la ubicación de una problemática determinada.
Hay que subrayar –además- que suficientes enemigos tenemos los periodistas –y la muerte no aclarada totalmente de Regina Martínez, así como de otros colegas, lo ejemplifica- como para considerarnos potencialmente presos, como lo sugiere el Secretario de Seguridad Pública.
El exceso nervioso de Enrique Bermúdez fue reconocido por el propio funcionario que ofreció una disculpa al reportero.
Bien por ello.
Se entiende, también, que los policías son seres humanos y los policías/políticos, además, viven sometidos a presiones particulares.

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Finalmente, la negativa de los hechos es una mala estrategia para atenderlos.
La colonia de “El Inglés”, en Tlalixcoyan, es una muestra de que Veracruz no está al margen de la inseguridad que vive el país y que desespera a todos.
Esta situación exige a la sociedad y al gobierno cerrar filas en torno al enemigo común: la descomposición social que surge de la pobreza; la falta de desarrollo que nace de la pobreza extrema; la desesperanza que tiene su origen en la corrupción; las fallas estructurales de un Estado que nació luego de la Revolución y que cien años después tiene el esqueleto lleno de osteoporosis; el desempleo; la injusticia social; la muerte cotidiana; etcétera…
Estamos ante un problema social que no nació ayer…
La violencia que vivimos hoy en México se incubó, nació y se desarrolló a lo largo de décadas del desdén de gobiernos, de empresarios, de partidos políticos, de la iglesia, de medios de comunicación y de múltiples sectores sociales, a la obligación de hacer cada uno la parte que le tocaba en la educación, la salud, la justicia, la repartición inteligente de la riqueza, y en suma de abonar a la construcción de un México desarrollado y equilibrado.
Saldremos de esta, sin duda.
Será lento y difícil; ni modo.
Que la fotografía de Tlalixcoyan nos motive, en lugar de dividirnos.