Los Centroamericanos

Arturo Reyes Isidoro

Prosa Aprisa

2014-09-09

A estas alturas creo que sale sobrando la pregunta sobre si se celebrarán o no los Juegos Centroamericanos y del Caribe en Veracruz, porque no hay duda de que la justa deportiva tendrá lugar en tiempo y forma tal y como está programado.
El próximo domingo 14 nos pondremos exactamente a dos meses de que inicien las actividades y el cuestionamiento de quienes dudan de la versión oficial es sobre si estarán listas para entonces en su totalidad las instalaciones tal como se viene asegurando.
En parte, a ello va ligado el hecho de que vayan a ser los mejores de la historia, como se ha machacado que lo serán, aunque a mi juicio se debiera ser menos pretenciosos, dejar que eso lo califiquen los que van a venir y procurar al menos que sean decorosos, que con eso sería suficiente.
Desde febrero pasado, cuando inició sus periódicas conferencias de prensa de los lunes, el gobernador Javier Duarte de Ochoa jamás ha admitido la duda de que no se pudieran celebrar ni que no estarán listas las instalaciones donde se desarrollarán las competencias.
El pasado 6 de agosto, a casi cien días del inicio, mediante un boletín de prensa se dio cuenta que el Comité Organizador aseguraba que todo está listo para recibir a los atletas de 31 países. En esa reunión, que encabezó el Ejecutivo estatal estuvieron presentes los jefes de Misión de los países participantes; el director general del Cover, Carlos Sosa Ahumada; el secretario de Turismo y Cultura, Harry Grappa Guzmán, y autoridades de la Organización Deportiva Centroamericana y del Caribe (Odecabe).
Dos días antes, el 4 de agosto, un cable fechado en México de la agencia informativa EFE de España informó que: “El presidente de la Organización Deportiva Centroamericana y del Caribe, Héctor Cardona, elogió hoy la preparación de los juegos regionales de Veracruz 2014 que se celebrarán del 14 al 30 de noviembre próximos”.
"El Comité Organizador de los Juegos ha hecho un trabajo excelente con el apoyo del pueblo veracruzano", dijo entonces el puertorriqueño Cardona.
No obstante lo anterior, a medida que se aproxima la fecha fatal para la inauguración, los cuestionamientos y las críticas a la organización, a la construcción o remodelación de las instalaciones y hasta al manejo de los recursos continúan y hasta pareciera que hay los mejores deseos pero de que todo salga mal, en especial por parte de quienes no quieren a la actual administración.
Todavía el sábado pasado el diputado local panista, Carlos Gabriel Fuentes Urrutia, en un tono más de preocupación que de crítica dijo, según un boletín de prensa del Grupo Legislativo del PAN, que es la primera vez que el evento se ve amenazado por la desorganización (otro compañero suyo que ha estado cuestionando también es Alejandro Zairick Morante).
“No habrá villas olímpicas donde se prepare comida, entrenen y donde tengan las mismas comodidades para comunicarse a sus países”, expresó y advirtió que ello podría provocar que algunos atletas decidan no asistir. Hizo un llamado “a que prevean este tipo de cosas, sería una vergüenza para Veracruz que los Juegos Centroamericanos fueran un fracaso o que los mismos atletas se quejaran de todo lo que vivieron en Veracruz”.
Por su parte, el gobernador Duarte de Ochoa ha convertido el asunto en un tema del mayor interés para su gobierno y cada vez que tiene oportunidad o en forma deliberada afirma una y otra vez, insiste, reitera, reconfirma y declara que se celebrarán, que las instalaciones se entregarán con toda oportunidad y que serán los mejores de la historia.
Pienso que al final de cuentas se le ha dado a la fase previa mayor atención de la que merece en detrimento de los asuntos, problemas, carencias y reclamos de la sociedad de urgente solución, pues la insistente crítica de algunos sectores hasta pareciera estar siendo alentada desde adentro para desviar el interés de los problemas de inseguridad, de la falta de recursos económicos, de la inconformidad por la nueva Ley del Instituto de Pensiones del Estado, etcétera.
Creo que realmente a quien más le interesa que las cosas salgan bien, por su propia imagen y la de su gobierno, es al gobernador Duarte, y la lógica indicaría que cuando afirma que las cosas saldrán bien es porque tiene la seguridad de que así será. Está mucho en juego como para pensar que no está actuando en serio ante un asunto tan delicado que de no salir bien tendría repercusiones internacionales, dañaría gravemente la imagen de Veracruz y haría al propio gobernante el hazmerreír del mundo deportivo internacional.
Me pregunto qué caso tiene a estas alturas, además cuando ya no se puede dar marcha atrás, estar especulando que si sí o que si no, sobre todo cuando se tiene la plena certeza de que la responsabilidad total y absoluta de que las cosas se hagan y salgan bien es del gobierno del estado; esto es, cuando no hay ninguna posibilidad de que en caso de que las cosas no salgan bien quiera evadir su responsabilidad. Creo que debiera dejarse correr el tiempo y esperar a que los hechos confirmen la declaración-afirmación oficial o que la desmientan, tan sencillo como eso.
Creo que mejorar hay que esperar. Si las cosas salen bien, habrá que reconocerlo; en caso contrario, no sólo yo sino creo que toda la prensa no sólo local-estatal sino nacional e internacional será demoledora con los responsables, así que para qué tratar de adivinar o estar especulando sobre algo que se tiene que dar, necesaria y obligadamente. Creo que la atención debiera estar centrada en los problemas que enfrentan los veracruzanos, los que viven a diario y los que seguirán ahí cuando terminen los Juegos.
¿Qué si hay o no manejo transparente de los recursos? Sí tiene que interesar porque finalmente son recursos públicos. Los cuestionamientos han sido porque en su momento se manejó en la prensa que el Gobierno Federal a través de la Comisión Nacional del Deporte entregó recursos a la administración anterior para iniciar los preparativos y se habrían desviado y no se habrían justificado.
En este caso hay instancias federales para hacer el reclamo correspondiente, e incluso para sancionar en caso de que en efecto se hubieran entregado y se hubiera hecho mal uso de ellos, pero hasta la fecha no se sabe oficialmente nada porque nada se ha dicho por parte de algún organismo oficial.
En fin, una justa deportiva que debiera ser motivo de orgullo para los veracruzanos por su carácter internacional, por la buena imagen que podría dejar al estado al menos en el área centroamericana y del Caribe sólo ha sido motivo de crítica y polémica, acaso distractora e incluso excesiva porque no se puede juzgar ni calificar lo que no ha sucedido.
Si las cosas salen mal ya se sabe lo que pasará, pero ¿y si salen bien?