TANTOYUCA: Con el ingreso de un solo niño quiere vivir toda la familia
Esta situación que vive la mayoría de la población en Tantoyuca, si bien ha tenido algunos cambios.
Zona Norte
- 2011-04-05
Aunque las cosas han cambiado de unos 10 años a la fecha para algunos huastecos, para la mayoría siguen siendo las mismas, viven en casas de palitos con un plástico por techo, tanto en el campo como en la ciudad y de vez en cuando hacen y venden alguna artesanía, que les pagan a un precio miserable.
Esta situación que vive la mayoría de la población en Tantoyuca, si bien ha tenido algunos cambios, como es la noción de salud en gente que está acudiendo a vacunarse, a hacerse el Papanicolaou, y a lavarse los dientes; en otros aspectos, sigue dejando mucho que desear.
Como ha mejorado paulatinamente, Fanny Aurora Herrera González, encargada en el Centro de Salud Urbano del área de Promoción de la Salud, lo dice, a la vez reconoce que mucho tiene que ver que les apretara el bolsillo el programa Oportunidades.
Entonces este interés deriva de que, si no atienden y asisten las mujeres con sus hijos a las diferentes consultas, les retiran el dinero, y no a que verdaderamente se interesen y se preocupen por un cambio de vida, motivado por el mantenimiento de su salud.
Este panorama que describe, quien se encuentra muy de cerca atendiendo la capacitación en talleres y cursos de los requisitos de Oportunidades, ocurre estrictamente en el pueblo huasteco o tének.
En la década que lleva en esta área, ha observado que las mujeres últimamente acuden a los servicios médicos cuando los niños tienen diarrea o fiebre, cosa que antes no hacían.
Además, identifican los signos de alarma en casos que requieren atención de
urgencia, como la deshidratación.
Todo esto por las pláticas y orientaciones relativas al programa y de los talleres que son a través de las vivencias, lo que también les sirve.
Entonces a las mujeres les pegan en el bolsillo, y como es un requisito atienden la salud.
A las mujeres titulares las pueden dar de baja si no acuden a las consultas, talleres, talleres para auxiliares, en donde las capacitan, y es una cadena que se va haciendo.
La entrevistada emplea los materiales que el programa distribuye, se hace el trabajo con guías didácticas y también llega en videos y diapositivas.
Aparte de estos esquemas en los que se ha visto cambios en la gente, hay otro tema que generalmente se maneja relativo a este apoyo, en el que muchos consideran que las mujeres tének tienen más hijos para que les den más dinero.
Según se pudo saber con Oportunidades el niño desde que nace recibe 200 pesos mensuales de apoyo.
Para la encargada del área de Promoción de la Salud por mucho que les den, no les van a compensar la cantidad de dinero y trabajo que implica otro hijo o hija. Por lo que discrepa de esto, pero que si hay quienes lo hagan por lo que se les dice o se les intenta hacer ver las consecuencias a las mujeres, sobre esto, pues “más ingresos quizá no compensen más gastos y tantos hijos no van a poder comer todos los alimentos, aunque reciban más por otro niño.”
HAY QUIENES VIVEN DE UN HIJO
Si bien el programa es apoyo a su economía, reveló la entrevistada, pero “hay quienes nadamás viven de eso, por esto está el problema de la pobreza tan grande cada vez.
Las condiciones en las que viven, que no tienen nada para comer, que viven en una casa de puros palitos y con un plástico de techo y en la tierra.
En las colonias, no solo en la comunidad.
También es una pobreza intelectual, y también como se acostumbran, que se mantienen apáticos, esperan algo, esperan algo que pase, sin buscar otra opción.
En esa casa –del huasteco- hay apoyo –Oportunidades- para una persona, apoyo
para un solo niño y lo usan para toda la familia.
Hay quienes si hacen cosas, venden canastas.
Es una particularidad de los indígenas, de la gente que no tiene oportunidades aunque tenga “Oportunidades.”
Finalmente dijo que “viven sujetos a la falta de lluvia, la falta de quien les compre su producto, además de que entre ellos hay un gran índice de alcoholismo.”