TANTOYUCA: Cumple 16 años defendiendo los Derechos Humanos
Es defensor de los Derechos Humanos.
Zona Norte
- 2011-04-06
Raúl Martínez Medina, sabe que lucha contra la corriente. Es defensor de los Derechos Humanos desde hace 16 años en Tantoyuca, fecha en la que, no decide si por maldición o bendición, lo integraron como secretario en la Confederación Internacional de Derechos Humanos en Tuxpan, le dieron su nombramiento y credencial, y de entonces a la fecha lo ha ido perdiendo todo, menos las ganas de levantarse cada día y ayudar a alguien.
Diariamente Martínez Medina, un adulto mayor, quien viste formalmente y se pasea por los juzgados, dependencias y las instancias policíacas y judiciales, da consejo o ayuda a resolver un problema con alguna autoridad, en gestiones, que según explica, no se pueden resolver por los funcionarios, ni por los abogados.
Es el término medio que intercede por el ciudadano y su gestión es la de llegar y acercarse a quien ofende o maltrata y hablar.
Contó que seguramente a las autoridades no les conviene su gestión, que es consciente que desde que se metió a redentor casi ha quedado crucificado pues como lo explica, tenía una camioneta y una tienda y un empleo, y ahora la no le queda nada.
Para su labor sigue deseando una máquina, oficina una abogada y una camioneta, “Van, si es posible porque es la mejor.”
Para mucha gente es un principio de dolor de cabeza, pues con su insistencia y su método de trabajo, Raúl Martínez Medina, se hace notar y está insistiendo día a día en lo que quiere, que está muy convencido, es lo que se necesita para que la gente esté bien. Para él esta labor lo es todo, porque “los derechos humanos son todo.”
En el día del cumpleaños 16 de su labor, este seis de abril, dijo que no hará ninguna celebración pues “no hay dinero.” El trabajo que realiza no tiene gratificaciones, a veces él mismo pone de su bolsillo para acompañar a la gente a las dependencias a realizar las funciones y diligencias. Contó cómo a veces, ha de decir a las autoridades “arregla el asunto, es tu trabajo, no te cuesta nada.”
Pero además como habla con los esposos cuando tiene queja de que golpearon a sus esposas. Lo que es la queja más común que le llega.
También contó como ayudó a recuperar, a un campesino, un trapiche que le habían cobrado caro y salió defectuoso, “labor que no realizan otros” y esta transacción fue en Huejutla.