El maíz criollo que se cosecha en Tantoyuca, alcanzó un precio inaudito de 30 pesos el cuartillo, pero sigue siendo el favorito en muchas cocinas.
El maíz amarillo vale a 22 pesos el cuartillo y proviene de varios estados del país “incluso el Estado de México”, cuenta el profesor Carlos Cruz García, quien vende desde hace unos 50 años en el tianguis del mercado.
Explicó que aunque al hogar del huasteco ya se ha metido la tortilla de molino, hecha con maíz amarillo, el maíz criollo sigue teniendo mercado, y a pesar de la crisis en la que está, sigue siendo el favorito.
Sin embargo, los precios no dejan muchas opciones. Un cuartillo tiene 3.5 kilogramos de maíz, mientras conversábamos llegaron a su puesto de ventas varios compradores.
En el área donde se pone el maíz sobre cartones, en el suelo, hay un tapanco de manera y lámina, el entrevistado y su familia venden todos los días desde hace más de 50 años.
Antes estaban en el área que ahora ocupa la Plaza Hidalgo, a un lado de la iglesia Santiago Apóstol, hasta hace unos 20 años, que se hizo el mercado y se cambiaron al lugar en donde, por ser día de plaza, estaban llenos los pasillos.
Sin embargo el profesor Cruz García, que según platicó ya está jubilado, considera que la buena venta del maíz se encuentra a unos metros, en donde hay dos almacenes con distribuidores que comercializan en sus bodegas muchas toneladas, en cambio “nosotros apenas sacamos una tonelada por semana.”
Para surtirse, el entrevistado viaja a Tempoal, en donde el maíz criollo está 50 centavos más barato que en las bodegas de Tantoyuca, adonde ya cuesta a 5.50 el kilo.
Así que para tener un día bueno, los hermanos deben vender 100 cuartillos, para sacar 200 pesos. Esta es la ganancia de un buen día de trabajo.
A veces se proveen de pequeños agricultores que vienen directamente a vender sus cosechas, sin embargo al momento, como no hay mucho maíz, están sacando el amarillo que viene de otros estados, el mismo en alguna forma ha encontrado un buen mercado en los molinos de masa y tortilla, pero es diferente “tiene conservadores” pero no es más sabroso.
Como no hubo cosecha por la falta de lluvias en Laja Segunda, cuando charlábamos llegaron a comprar, los que antes fueron proveedores, se llevaron seis cuartillos, gastando 132 pesos. Al vendedor se le preguntó ¿si hubiera sembrado sería negocio? - El profesor explicó que muchos dicen hacer las cosas por tradición. Que la siembra ya está en riesgo. Como en esta ocasión, en la que invirtieron y no salió para los gastos “el maíz ya creció pero no dio producto.”
A pesar de todo esto se prefiere el maíz criollo, a unos metros de esta venta estaban los vendedores de cal, la cual se usa para ablandar el nixcón y luego llevarlo a moler, para tener el nixtamal y hacer la masa para tortillas o enchiladas, que es la base de la alimentación en Tantoyuca.
Pero esto en muchas las casas se ha dejado de hacer, ahora lo van a comprar ya hecho, como masa y como tortilla.
La masa procesada en una pequeña empresa vale 7 pesos, este es un precio mayor al de un kilo de maíz, pero el ritmo de vida de la ciudad, y algunas comunidades, ha hecho este cambio, además es un maíz diferente el que utilizan en los molinos, no usan maíz criollo sino amarillo.
Por eso este mercado del maíz amarillo, más barato y más común, está teniendo auge, especialmente en fechas en las que la cosecha del maíz local, que es el criollo, no está haciéndole competencia.