La mayoría de los franceses rechaza el nuevo Gobierno

+Un sondeo revela que más de la mitad de los ciudadanos franceses quieren la disolución de la Asamblea Nacional y la convocatoria de elecciones legislativas y algunos políticos apuntan al ...

Internacionales

Milenio.com - 2014-08-27

Una amplia mayoría de los franceses (63 %) están descontentos con la composición del Gobierno tras la remodelación de ayer y más de la mitad (55 %) quieren la disolución de la Asamblea Nacional y la convocatoria de elecciones legislativas.

Estos son los resultados de un sondeo publicado hoy por el instituto demoscópico Ifop pocas horas después del primer Consejo de Ministros del segundo Ejecutivo del primer ministro, Manuel Valls. Sólo un 20 % de los interrogados se manifestaron contra la idea de elecciones legislativas anticipadas, mientras un 16 % no se pronunciaron, señaló Ifop en un comunicado.

Valls fue uno de los miembros del Gobierno mejor valorados, ya que un 49 % de los encuestados se declaró satisfecho con su reconducción. En cuanto a la salida del titular de Economía, Arnaud Montebourg, cuyas declaraciones contra la línea del Gobierno la semana pasada (en concreto contra lo que él llama la "política de austeridad") estuvieron en el origen de la crisis, sólo un 31 % dijeron lamentarla.

Desde la oposición de derechas, el ex primer ministro conservador François Fillon, aunque no quiso decir que desea la disolución, señaló que hay muchos franceses que sí la quieren, y que es ahora una hipótesis "plausible" teniendo en cuenta las disensiones internas en el Partido Socialista.

Fillon, en una entrevista a la cadena de televisión "TF1", afirmó sobre el mandato del presidente, François Hollande, que "ha empezado mal y hay pocas posibilidades de que pueda restablecer la situación".

Añadió que en caso de que se convocaran elecciones, si únicamente se disolviera la Asamblea no sería una solución, porque el escenario de cohabitación de un presidente socialista con un gobierno de derechas "no está a la altura de la gravedad de la crisis".

En concreto, estimó que no sería posible hacer todas las reformas que necesita Francia con un presidente elegido con el programa de Hollande. Fillon confirmó, por otra parte, que se presentará a las primarias de su partido, la Unión por una Mayoría Popular, para las presidenciales de 2017 con "un proyecto de alternancia radical, de ruptura" que "ofrezca a los franceses más libertad".

El nuevo gobierno francés, en el que destaca un ex banquero de negocios nombrado ministro de Economía, expresó hoy su apego al empresariado, una de sus principales esperanzas para rebajar un desempleo récord.

El número de desempleados en la Francia metropolitana aumentó por noveno mes consecutivo en julio, con 26,100 nuevos inscritos en la Oficina para el Empleo (+0.8%), alcanzando un nuevo récord de 3.424 millones, anunció esta tarde el ministerio de Trabajo.

Esta alza traduce un crecimiento nulo en la eurozona, así como en Francia, comentó el ministro de Trabajo, François Rebsamen, en un comunicado. Tanto el ministro de Trabajo como el primer ministro habían pronosticado desde el comienzo de la semana que esas cifras serían malas.

Si se incluyen los territorios franceses de ultramar, el número de personas que buscan trabajo, y sin ninguna actividad, sube a 3.689 millones (+0.7%). Desde la elección del socialista François Hollande en mayo de 2012, más de 500 mil desempleados suplementarios se han inscrito en la Oficina para el Empleo.

Poco antes, el primer ministro Manuel Valls, quien dirige desde el martes un gobierno sin los principales representantes del ala izquierda del Partido Socialista (PS) que criticaban su política de austeridad, declaró su apego al empresariado.

"Francia necesita a sus empresas (...) porque son las empresas las que (...) crean valor, generan riqueza que ha de beneficiar a todos", dijo Valls en un discurso ante representantes del Medef, la principal organización patronal. "A mí me gustan mucho las empresas", agregó.

El presidente francés, François Hollande, nombró el martes un nuevo gobierno con una línea más resueltamente liberal, cuyo protagonista era hoy Emmanuel Macron, el nuevo ministro de Economía. Macron sustituyó a Arnaud Montebourg, cuyas críticas públicas a la política de austeridad del gobierno este fin de semana provocaron la peor crisis política de la actual presidencia.

"Llego rodeado de una fama que me ha hecho la prensa (...) Júzguenme en función de mis actos y de mis palabras. Es lo único que cuenta", declaró Macron durante la ceremonia de transmisión de poderes en el ministerio, junto con Montebourg. Hollande presidió hoy el primer Consejo de Ministros del segundo gobierno de Valls. El primer gabinete de Valls duró menos de cinco meses.

El mandatario recalcó su exigencia de "coherencia" para cada uno de los miembros del gobierno, instándolos a "preparar el futuro más allá de sus mandatos", proyectando su acción a largo plazo. "Hay debates entre nosotros, es algo necesario, pero tienen que tener lugar en el Consejo de Ministros y en las reuniones del gobierno", declaró Hollande.

"Provocación irrisoria"
Los representantes del ala izquierda del PS, que reclamaban una política de aumento del poder adquisitivo, en lugar de la política de apoyo a las empresas de Hollande y Valls, calificaron la designación de Macron de "provocación irrisoria". "¿Y qué? ¿En este país no se puede ser empresario, banquero, comerciante, artesano?", respondió Valls, denunciando las "etiquetas obsoletas y superadas".

Para Pierre Gattaz, el presidente del Medef, "Emmanuel Macron tiene tres ventajas: conoce las empresas, conoce la economía de mercado y conoce la mundialización". No obstante, hay que esperar "los hechos y las medidas" que se tomarán para juzgar con más elementos, agregó.

Al optar por Macron, "Hollande envía un mensaje muy claro a los responsables económicos, a la Comisión Europea y a los inversores sobre su promesa de propiciar las reformas y la política de oferta", estimaron encargados de las estrategias en el banco Crédit Mutuel-CIC.

Pero la composición del nuevo gobierno, que según el sondeo de Ifop es rechazada por la mayoría, podría agravar la falta de apoyos del presidente socialista elegido en mayo de 2012. Los socialistas y sus aliados cuentan con 305 diputados, cuando la mayoría absoluta es de 289. Pero un grupo de diputados rebeldes que han multiplicado las críticas a la política económica y social del gobierno hace peligrar esta mayoría parlamentaria.

Elegido con el apoyo de los ecologistas y de parte de la extrema izquierda, Hollande ya no cuenta ni con estos últimos, prácticamente en la oposición, ni con los Verdes, que abandonaron el gobierno al asumir Valls las riendas del ejecutivo.

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