#AsuntosPúblicos: PASARELA

+ Columna de Eduardo Coronel Chiu, publicada en Diario AZ Xalapa y Veracruz

Zona Sur

Eduardo Coronel Chiu - 2014-08-29

Como si se tratara de un festival de la grilla priísta, su Hay Festival, previo al segundo informe del Presidente Enrique Peña Nieto y al inicio de sesión del Congreso de la Unión, en varias pistas concurrieron ayer en el estado la caravana de estrellas de la política nacional.

El principal foro, la sesión plenaria del grupo legislativo PRI-PVEM en el Senado, más de 60 senadores, inaugurado por el Secretario de Gobernación, Miguel Osorio Chong, y el Gobernador Javier Duarte, evento en el que participaron también, como invitados, el Procurador Jesús Murillo Karam, el Secretario de Comunicaciones y Transporte, Genaro Ruiz Esparza, los directores de Pemex, Emilio Lozoya, y de la CFE , Enrique Ocho a reza, y los dirigentes del PRI nacional, su presidente César Camacho y la Secretaría General Ivonne Ortega.

Por separado, en otros actos no partidistas, se registró la presencia de las secretarías de desarrollo social, Rosario Robles Berlanga, y de turismo, Claudia Ruiz Massieu, en un extraña confusión de la cruzada contra el hambre, los proyectos de ecoturismo y el desarrollo de los pueblos indios.

Aparte de las piezas oratorias en los eventos, O varias conferencias de prensa posteriores, abundancia del discurso, no tanto información como propaganda.

Aunque ausente el presidente peña, como el sol del sistema político y la jerarquía priísta, todos se retiraron a su política y a sus programas, especialmente A exaltar sus supuestos logros, sobre todo las reformas aprobadas, la energética, de telecomunicaciones o financiera ya vaticinar los buenos tiempos que vendrán pero que no terminan de llegar.

Hoy estará con los senadores el secretario de hacienda, muy llegar ahí, y también está previsto que participe en la presentación del programa de financiamiento a productores rurales.

Segundo informe de Pepe tiene con popularidad a la baja

La concentración de los funcionarios federales en tareas promocionales del gobierno, como las observadas esta semana en Veracruz se explica no sólo ante la proximidad del segundo informe presidencial, sino en la detectada caída de popularidad de Enrique Peña Nieto, preocupante –aunque no se admita abiertamente- hacia las elecciones intermedias del año entrante.

La referencia del secretario de gobernación, Miguel Osorio Chong, a que el presidente Peña “no se fija en cuentas y gracias a ello ha tenido éxito en la aprobación de las 11 reformas estructurales”, parece una respuesta indirecta a varias recién publicadas en medios nacionales y americanos donde el Presidente no ha salido bien rankeado. No trabaja (EPN) con encuestas en la mano, ni toma decisiones basado en índices de popularidad, aseguró Osorio Chong, en cambio, destacó la calificación del Fondo Monetario Internacional (FMI), orgulloso de la hazaña de ser el único país del mundo que logró las reformas estructurales sin la presión de crisis económica y política.

Algunos medios impresos de la Ciudad de México, en sus cuentas de seguimiento a la opinión sobre el gobierno de Peña Nieto, han registrado en este mes la caída de la aprobación. Según El Universal y Reforma, desaprueban a EPN entre el 45 y 46% de los ciudadanos y el 60% de los líderes y élites, señalando un alto porcentaje que opinas se requieren cambios. No obstante la mejoría relativa de la imagen del país en los círculos económicos internacionales –con todo y reservas de implantación de las reformas-la visión ciudadana va en dirección contraria.

Más recientemente, PEW Research Center, un encuestadora independiente norteamericana, publicó un estudio –entre otros medios en el New York Times – en el que registra que el 70% de la población del país está en desacuerdo con la conducción de país; el 60% desaprueba el manejo de la economía, el 57% rechaza la reforma energética y la influencia positiva de Peña Nieto cayó 6% sobre el año previo, quedando en apenas 51% de aprobación.

Asimismo, el crimen ocupa casi el 80% de la lista de problemas del país, sólo el 45% reconoce un progreso en el combate al narcotráfico, y el 72% -igual porcentaje de la violencia relacionada con el crimen organizado- se otorga al problema de la corrupción de los líderes políticos.

La encuesta refleja el malestar en la mayoría de las regiones del país, aunque en el sur, el 73% están insatisfechos; lo que explica que anden aquí los promotores federales, aunque en la Ciudad de México alcanzó el mayor nivel de conformidad con el 78%.

Según PEW Research Center, no están contenidos ni los priistas. La población identificada con el PRI está más conforme que los simpatizantes de otros partidos, pero aún los del PRI, el 52% no están de acuerdo con la conducción del país.

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