#Editorial: EL RETORNO DE RAFAEL HERNÁNDEZ VILLALPANDO

Cómo el argentino Carlos Gardel en su tango Volver, de igual manera, Rafael Hernández Villalpando logró adivinar el parpadeo de las luces que a lo lejos iban marcando su retorno a la cúpula del poder. Y a todos demostró que pudo pasar el tiempo, pero que 20 años fueron nada.

Este domingo primero de julio, se convirtió en uno de los diputados federales más votados del país y seguramente de Xalapa, logrando más de 106 mil votos en su distrito, gracias a su recordada trayectoria y al tsunami morenista que le allegó las simpatías que le faltaban.

El que fuera rector de la Universidad Veracruzana y presidente municipal de Xalapa en los albores del tercer milenio, consiguió subirse al tren lopezobradorista veinte años después.

Alrededor de dos décadas más tarde, reaparecieron circunstancias y se repitieron apellidos en la lucha política del estado de Veracruz. En 1997, siendo Miguel Ángel Yunes Linares el segundo en el gobierno chirinista, y el operador principal del PRI estatal, Rafael Hernández Villalpando, entonces candidato de izquierda a la alcaldía xalapeña, derrotó de manera contundente a la maestra Rosario Piña, que fue candidata del partido tricolor e impulsada por la clerecía católica. En esos años, Hernández Villalpando era parte importante de Convergencia por la democracia y cercanísimo a Dante Delgado.

En enero de este año 2018, Rafael fue invitado al izquierdista partido Morena para apoyar su proyecto político a la gubernatura. Lo designaron como candidato a diputado federal, ganando su distrito en forma avasalladora, y propiciando con su participación, una derrota fulminante a los candidatos de la alianza Por México al frente (PAN-PRD-MC), entre ellos, al candidato a gobernador Miguel Ángel Yunes Márquez, a Yolanda Rendón Hernández, candidata a diputada por Xalapa, y la de María del Rosario Quirazco Piña, candidata a diputada local por el distrito de Coatepec, dónde el exrector mantiene fuertes vínculos políticos y de amistad.

20 años de bajo perfil que no quitaron ninguna fuerza a Hernández Villalpando. Su retorno representó miles de votos para el partido Morena y para él, y más que nada, para el cuasi gobernador Cuitláhuac García y para la causa presidencial de Andrés Manuel López Obrador.

Durante su trayectoria en los diversos cargos públicos que ha ocupado, Hernández Villalpando siempre manifestó una actitud clara y vertical que, desde luego, le ocasionaron disgustos comprensibles. Pero nadie podrá negar que es un hombre que sabe dar resultados, que tiene un gran poder de convocatoria y que entiende los tiempos y las circunstancias.