Joaquín Caballero, el querendón

2016-08-10

Son muchas las voces en el municipio de Coatzacoalcos que aseguran que su alcalde Joaquín Caballero Rosiñol, resultó un tipo muy enamorado.

Sus mismos colaboradores en tono de broma afirman que Joaquín no se ofrece auto placer porque no se alcanza, si no quién sabe lo que pasaría en su intimidad.

Al primer edil porteño le han contabilizado en redes sociales a una decena de conquistas a quienes mantiene incrustadas en puestos claves del Ayuntamiento.

Dicen que aun va por más.

Y es que con las mieles que ofrece el poder local, Joaquín se siente el más guapo de los guapos y volando de flor de flor, el alcalde ha descuidado su administración, concentrando su tiempo mayormente a la compañía de bellas damas que a poner atención a las necesidades de la población.

No obstante, este no es el punto.

El presidente municipal puede hacer de su vida lo que quiera.

Pero mientras este personaje juega a ser todo un don Juan, en Coatzacoalcos las cosas van de mal en peor.

Esto no es mentira.

Caballero Rosiñol se está ganando a pulso el mote del peor alcalde en la historia de Coatza, y teniendo una pavorosa gestión elude sus responsabilidades. Y olvidando sus compromisos, mantiene a esta población prácticamente de cabeza.

En este municipio los malos resultados están a la vista de todos.

Sin duda.

Las obras y acciones son mínimas, la atención ciudadana es nula, mientras que la relación con los grupos políticos y los diferentes sectores de la sociedad va en picada, y toda la culpa la tiene Joaquín Caballero.

Pero eso no es todo, bajo quién sabe qué compromiso obscuro, este presidente es omiso ante la retención de recursos por parte del gobierno del estado provocando un caos financiero y paralizando la obra pública.

Si, leyó usted bien, quién sabe si por agradecimiento o alguna tenebrosa complicidad, el gobernante porteño desvía la atención para no exigir la entrega de más de 250 millones de pesos que la administración estatal indebidamente retiene de una serie de fondos y participaciones federales, mientras que los pocos que han caído, quien sabe a dónde fueron a parar.

En fin, Caballero Rosiñol seguramente pasará a la historia como un mandatario municipal gris y omiso, pero eso sí, con mucha hormona, ya que mientras toda la ciudad está hecha un autentico desmadre, Joaquín seguirá pletórico de poder buscando a alguna otra conquista que realizar.

Hay que decirlo, si es cierto o no que Joaquín es muy querendón, es cosa que al periodismo no le incumbe porque es su vida privada, muy de él y de sus acompañantes.

Sin embargo, lo que sí le corresponde a la opinión pública es su pésimo ejercicio municipal, manteniendo al pueblo de Coatzacoalcos en un perfecto caos, siendo la desatención gubernamental y la marginación una constante.

Lamentable.

@IvanKalderon

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