El día que el presidente entregó el poder

2017-01-10


La tradicional cuesta de enero, este 2017, en realidad se ha convertido en una concatenación de eventos políticos y sociales, pero sobre todo económicos que pueden llevar al PRI nuevamente fuera de Los Pinos. Como si se tratase de un plan perverso, el presidente decretó el mismo día otro “gasolinazo” y también el incremento a las tarifas de la energía eléctrica para industrias y negocios.
Las protestas sociales no se hicieron esperar y, aunque se vieron empañadas por actos de vandalismo, que los suspicaces suponen fueron orquestados desde los círculos del poder, lo cierto es que incendiaron el ánimo contra las medidas presidenciales que, como el propio Peña Nieto ha salido a tratar de explicar, fue lo único que se le ocurrió a él y su nutrido grupo de expertos, para no tener que cancelar programa sociales y servicios prioritarios como los de salud o educación, que afectaría a los más desfavorecidos.
Entre quienes han salido a responder al presidente, haciéndole ver su falta de pericia como estadista, destaca Cuahutémoc Cárdenas; preocupado e indignado, dijo exactamente qué hubiera hecho en su lugar. Además, destacó que ningún otro actor político ha tenido una respuesta adecuada al problema, lo que ha acrecentado las múltiples protestas ciudadanas espontáneas. Habló de la insensibilidad política con la que ha sido tomada la decisión de liberar el precio de la gasolina, justo ahora.
Aprovechando la credibilidad de la que goza Cárdenas, especialmente si se trata de PEMEX, fue muy específico en las medidas que habría tomado de estar en el lugar de Enrique Peña Nieto. Recordó que, en contrario, la credibilidad del gobierno de EPN es igual a cero y, por último, convocó a todos a defender la industria más importante del país.
A pesar de las estrategias provocadoras que se han denunciado para desacreditar la protesta social, algo en lo que todos coinciden es que el hartazgo de los mexicanos ya es mayúsculo y que la sociedad se está organizando como nunca para manifestarlo. En el zócalo de la Ciudad de México, hoy, nuevamente fue quemada una figura de Enrique Peña Nieto rociada previamente con gasolina.
Son muchos miles quienes aseguran que en este inicio de año, el presidente ha encendido la mecha para que arda México. Por otra parte, en las redes sociales se advierten los llamados a actuar con inteligencia y mesura. La socióloga, escritora e historiadora Sara Sefchovich advirtió en exclusiva que:
“Mienten los que dicen que el tejido social está roto en México. Es precisamente el tejido social el que sostiene una economía alterna, que permite a las familias salir adelante y contener el estallido social. Hay empleos generados por los que gozan de un trabajo estable, que para desarrollarlo requieren de ayuda doméstica, por ejemplo. También hay un sin fin de negocios que operan con capital en efectivo y así se sostienen. Hay vecinos, amigos, parientes que se ayudan entre sí. Redes ciudadanas que funcionan muy bien y el gobierno ha comenzado a enterarse de su tamaño y fuerza”.
Continuó explicando que: “a México ¿cuándo no lo han saqueado? La diferencia es que hoy estamos mejor comunicados entre nosotros y la tecnología juega un importante papel en el descontento social que estamos viviendo en México. Los políticos no van a cambiar. La clase política mexicana no entiende. Pero la que ya cambió fue la sociedad mexicana. Los cambios sociales son muy lentos, pero definitivos y estamos observando muchas diferencias con las anteriores generaciones de mexicanos gobernados por un sólo partido. Tampoco somos los mismos que creímos que la solución era la alternancia, porque ya nos demostraron que son los mismos políticos vestidos de diferente color”.
Al parecer, México está a punto. A punto de vivir transformaciones importantes, también para impulsar a ciudadanos más enterados y participativos. La venda ya no está sobre los ojos de la mayoría de los mexicanos, y la clase política comenzará a ver que ya no están solos, que manipular a la opinión pública ya no es tan sencillo, ni comprar conciencias o votos a granel. Tantos errores comienzan a despertar la auténtica protesta social y a empoderar a la ciudadanía.
Nuevo año, nuevos tiempos. Nuevos aumentos, nuevos atropellos. Nuevas estrategias para conducir al país por caminos desconocidos, pero nuevos. Hay un México harto de las mismas caras, las mismas prácticas, pero sobre todo de los mismos resultados. Este es un país de jóvenes y, como reconocía el sociólogo Zygmunt Bauman, quien murió hoy a los 91 años, en completa lucidez: “Ahora, el 51% de los jóvenes titulados universitarios están desempleados, y los que tienen trabajo, tienen un trabajo muy por debajo de sus cualificaciones. Los grandes cambios de la historia nunca llegaron de los pobres de solemnidad, sino de la frustración de gentes con grandes expectativas que nunca llegaron”. Ya veremos si EPN ha entregado el poder.

Cualquier comentario para esta columna que desea para ustedes un 2017 lleno de buenos cambios a: aerodita_constantino@hotmail.es