Videgaray no se enoja

Arturo Reyes Isidoro

Prosa Aprisa

2014-10-13

No alivia en nada la situación que se vive en Iguala, Guerrero, pero al menos la actitud mostrada por el secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray, el sábado en Washington, muestra a un gobierno que acepta y no trata de ocultar la terrible realidad que vive el país; esto es, qué bueno que no salió con que en México no pada nada.
En rueda de prensa, al asistir a las reuniones del otoño boreal del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, no trató de ocultar la crisis de imagen que vive México, y de frente aceptó que la desaparición de normalistas puede afectar la percepción del país ante inversionistas extranjeros.
“Por supuesto, hechos tan graves como éste pueden tener un efecto sobre la percepción del país en general en la comunidad económica, en la comunidad de inversionistas”, dijo a los periodistas, según un cable informativo de la Agencia France Press (AFP).
Parte de la solución a los problemas es empezar aceptando que existen, no negándolos, reconociendo su grado de dificultad o complejidad, y que nos afectan; tratar de ocultarlos, o ignorarlos, o minimizarlos es engañarnos y retardar u obstaculizar la solución.
Se vio bien que Videgaray no se enojara con los periodistas porque le preguntaron sobre la violencia, los crímenes y las desapariciones en México, es decir, sobre la inseguridad y la violación a los derechos humanos que sufrimos, y que no salió con que lo que sucede en nuestro país son casos aislados.
Haciendo su trabajo, esto es, preguntando, señalando, o denunciando los problemas, los periodistas son los mejores coadyuvantes de los gobiernos pues los alertan sobre la realidad y sobre la preocupación de las comunidades, y si se les responde con toda franqueza ayudan a serenar el ánimo colectivo al decirle que el gobernante está consciente de lo que pasa y de los riesgos que se corren, que no los ignora o trata de ignorar y ocultar cuando están a la luz de todos, y que por lo tanto está actuando responsablemente.
Los periodistas no crean la realidad, sus problemas, los reflejan, porque ese es su trabajo. Claro que la violencia e inseguridad afectan la imagen y ponen en riesgo la normalidad de la vida de las comunidades y la participación social y económica, como las de las inversiones. Si vemos que Videgaray, esto es, el gobierno federal, nos habla con franqueza, entonces nos predisponemos a tratar de ayudar a aliviar la situación, porque sabemos que a fin de cuentas la situación nos afecta a todos.
(A la media noche del sábado, un autobús fue asaltado entre Jáltipan y Acayucan. Esa no es ninguna novedad, tristemente. Lo indignante ahora es que, aparte, los asaltantes violaron a una joven pasajera. Si fuera mi hija, lo menos que haría sería cuestionar cuál blindaje, y exigir cuentas, respuestas. No lo es, pero de todos modos me solidarizo con su familia y como periodista cuestiono y como ciudadano y padre exijo investigación, detención y aplicación severa de la ley. Mientras, todo es puro discurso.)
Inaceptable vínculo gobernantes-delincuentes
El viernes, el presidente Enrique Peña Nieto encabezó una reunión con los gobernadores del país en Aguascalientes. El tema obligado fue la violencia e inseguridad. El miércoles, dos días antes, se había hecho pública en México una carta muy enérgica de Human Rights Watch (HRW) enviada el martes 7 de octubre al secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, cuestionando severamente al gobierno de Peña Nieto por la “crisis profunda” en materia derechos humanos.
Lo menos que le dice en la misiva es que “los esfuerzos del gobierno mexicano para combatir la desaparición forzada de personas y los secuestros están plagados de demoras inexplicables y declaraciones contradictorias”, y el Director Ejecutivo, División de las Américas, de HRW, José Miguel Vivanco, demandó una investigación seria y resultados inmediatos en los temas de la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa y de las ejecuciones de Tlaltlaya. A esa crítica y exigencia se sumó la condena de la ONU, la OEA, otros organismos internacionales, la Unión Europea y Washington. La presión internacional, pues, está a todo lo que da.
Por eso, seguramente, el tono del mensaje de Peña a los gobernadores y al jefe de Gobierno del Distrito Federal: “Es inaceptable que en un Estado democrático de derecho, como México, pueda haber localidades con vacíos de autoridad y, peor aún, con vínculos de complicidad entre gobernantes y delincuentes”.
Seguramente, a raíz de todo lo acontecido y de la advertencia del presidente, se endurecerá la vigilancia sobre los actores políticos del país, que ya de por sí están bajo la lupa, en especial de quienes se sospeche o haya señalamientos de que anden, hayan andado o puedan andar en malos pasos.
Esto mismo podría tener consecuencias ya casi a corto plazo en el estado, pues ha habido señalamientos sistemáticos contra actores políticos veracruzanos, e incluso acusándose mutuamente entre ellos, presuntamente ligados a personajes ligados a la delincuencia organizada, algunos en prisión.
En el caso de Iguala, Guerrero, que acapara la atención mundial, si bien responsabilizan directamente al prófugo presidente municipal, hay señalamientos directos de que el vínculo con un grupo criminal era a través de su esposa, también en fuga, lo que hace pensar que, para efectos políticos ante la próxima selección de candidatos a diputados federales que contenderán en 2015, indagarán los nexos de los aspirantes con sus propios familiares, sus padrinos, sus patrocinadores, y a ver si no, a consecuencia de ello, se cae alguno o algunos.
Dígalo si no el anuncio del propio dirigente nacional del PRI, César Camacho Quiroz, quien el martes pasado 7 de octubre, al iniciarse el proceso electoral que desembocará en las elecciones del próximo año, anunció que su partido promoverá con las otras fuerzas políticas la adopción de mecanismos de revisión del desempeño e historia personal de todos los candidatos a puestos de elección popular de cara al proceso electoral de 2015, para que los ciudadanos no se ven sorprendidos.
Pero no estaría nada mal que así como se ha invitado a René Bejarano, del PRD, a presentar pruebas ante la PGR sobre los señalamientos que hace en contra del prófugo presidente municipal de Iguala, se empiece también invitando a los actores políticos que se acusan de ligas con el narco a que pasen del estruendo en los medios a la denuncia formal y presentación de pruebas, y que se actúe en consecuencia, se trate de quien se trate, tope donde tope como diría el mismo Peña Nieto. Pero a ver si las advertencias y los anuncios de que se actuará no son nada más calentura del momento, de lo que en México somos especialistas.
Reconocen a Elí en Baja California
En ocasión del 61 aniversario del voto de la mujer en México, que instituyó el presidente Adolfo Ruiz Cortines, la presidenta del Comité Directivo Estatal del PRI, Elizabeth Morales García, acaba de recibir en Tijuana, Baja California, un reconocimiento por su trayectoria política.
El galardón se lo entregó la presidenta del Organismo Nacional de Mujeres Priistas (ONMPRI) de Baja California, María del Carmen López Segura, quien significó el trabajo de la xalapeña como diputada federal, como alcaldesa y ahora como dirigente partidista.
Por encima de grillas, de un trabajo como la renovación de los 212 comités municipales del tricolor, de lo que comentaré con amplitud en fecha próxima, lo que es indiscutible es que el trabajo de Eli allana fronteras y ha ganado buena fama en diversas regiones del país.