Dueños y gerentes de gasolineras entre la “espada y la pared”

La siguiente historia fue verídica, y ocurrió en el municipio de Minatitlán hace cerca de 12 años. Un joven recién egresado de la carrera de contaduría consiguió trabajo como gerente en una gasolinera, las primeras semanas para el joven profesionista eran de ensueño, pues tenía un trabajo seguro para sacar adelante a su familia.

A los seis meses de haber llegado a la gerencia de la gasolinera, una mañana, a su oficina llegaron cinco hombres, todos con pistolas al cincho y un enorme “mache acapulqueño” bien afiladito.

El diálogo fue muy aterrador: “Mira mijo…nosotros aquí somos quienes controlamos la plaza de Minatitlán, ahorita lo que traemos es un negocio nuevo, y es la venta de gasolina robada…te la vamos a poner fácil…cada semana te vamos a traer dos pipas llenas de gasolina, nos vendes el producto y luego pasamos por el dinero?.

La respuesta del joven gerente fue: ¿Qué pasa si me niego?, la contestación de los “mafiosos” fue contundente: “muy simple…si no trabajas para nosotros, no solo te damos en la madre a ti, también nos llevamos a toda su familia”.

El gerente de la gasolinera les dijo: “Mañana les doy una respuesta, necesito preparar bien el terreno para que no me caigan los dueños”. ¿Saben cuándo regresó el gerente de la gasolinera a su trabajo?, nunca, ahora el ex gerente de la “estación de servicio” vive en Puebla, donde es empleado en un banco y tiene un negocio de “antojitos veracruzanos”. ¿Por qué quisimos contar esta verídica historia?, por la simple razón que a raíz del combate a los “huachicoleros”, ha salido a la luz pública que a muchos propietarios de gasolineras del país, sobre todo de los estados de: Guanajuato, Estado de México, Puebla y Veracruz, les fueron retiradas las “concesiones” por vender “combustible robado”.

¡Señores!, no se trata de defender a los dueños de las gasolineras que han caminado al margen de la ley, al comercializar: gasolina y diesel robado, ¡por supuesto que no!, pero la pregunta obligada de hoy es solo una: ¿Qué chingaos pueden hacer los propietarios y gerentes de las gasolineras cuando los “malos” llegan a sus oficinas o domicilios particulares para “amenazarlos” que los van a “ejecutar”, junto con sus esposas e hijos, si no le entran al negocio ilícito?. Dicha problemática hay que ponerla en la balanza.

El gobierno federal hace bien en combatir el robo de los combustibles, pero también se debe de poner en el lugar de los dueños de las gasolineras, hombres y mujeres que viven “amenazados” en ser “descuartizados” si no cumplen las órdenes de la “delincuencia organizada”.

La gran mayoría de los dueños de las gasolineras son gente honorable, ¿pero quién de ellos puede decirle “NO” a los “malos”?, cuando dichos sujetos se presentan a “dialogar” con “armas largas” y machetes bien afilados. Así como lo dice Joaquín López Dóriga: “Este es el México real que vivimos”.