Macario… asombro, alegría, teatro, sentimientos de una comunidad

+ Ante más de 300 personas, se estrena la puesta en escena en la congregación Tronconal

Ayuntamientos

Boletín - 2019-11-02

Han pasado cinco meses desde que iniciaron las gestiones de la obra. Los actores van y vienen, la banda afina sus vientos y percusiones. Primera llamada. Prueban antorchas, repasan detalles y acordes. Hay risas, nervios, ansias, huele a copal, a cempasúchil y Día de Muertos.

Segunda llamada. El pueblo poco a poco toma sus asientos, llegan los invitados especiales, los vendedores, hasta los perros de la congregación bajan al evento. Tercera llamada: Suena la flauta y el tambor, entran los danzantes de Chiltoyac y la puesta en escena Macario, en Tronconal, inicia.

La noche ha caído sobre el bosque, y en Los Pozos, el lugar donde se desarrolla la obra, se alzan las catrinas… los vestidos revolotean, la banda toca La llorona. Las 150 sillas están ocupadas, y más de 200 personas contemplan de pie, entre el humo de incienso, un hecho sin precedente en el pueblo: el nacimiento del Grupo de Teatro Campesino Comunitario de Tronconal.

Tuvieron que pasar 17 años para que nuevamente este pueblo se organizara, volviera sobre sus gustos, y montara, a lo grande, una obra en la que participan en escena casi 80 personas; de cinco años la más joven, y de 80, el más entusiasta.

Mucho pasó para que Isidoro Mejía, escenógrafo, Arturo Huerta, Macario, y Guillermo Solano, el Diablo, volvieran a hacer teatro, pero ya no esas pastorelas que tanto gustaron hace casi dos décadas, sino un trabajo que, sin duda, quedará en la memoria.

Algunos nunca habían participado en una obra, la mayoría no había visto ninguna, pero la noche de este viernes, todos se lucieron, todos fueron actores profesionales, apasionados que no olvidaron sus líneas, que fueron traicionados por los nervios.

En primera fila se sentaron el presidente municipal Hipólito Rodríguez Herrero; la presidenta del Sistema Municipal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), Rosío Córdova Plaza; las regidoras Guillermina Ramírez Rodríguez y María Consuelo Niembro Domínguez; el agente municipal Pascasio García Hernández; el director de Gobernación, Juan Vergel Pacheco, y el coordinador de Atención Ciudadana, Germán Vidal Peralta.

La neblina apareció y ayudó al ambiente de la pieza teatral. Hubo de todo. Risas, asombro e incluso gritos de quienes buscaban integrarse de alguna manera, porque esta puesta en escena le pertenece a Tronconal: La mayoría del público son madres, padres, hermanos, tíos, tías, sobrinos, amigos y conocidos de quienes ensayaron arduamente, cada lunes, miércoles y viernes, sábados, domingos, para este día.

A las 19:13 horas comenzó esa lluvia que cae blandamente sobre las cosas, para después, arreciar un poco más, pero nadie se fue, se juntaron entre sí. Las sombrillas se abrieron, y la obra continuó. La lluvia paró, la neblina era parte de la escenografía.

Después de casi dos horas, de pronto, silencio. La obra concluye. Una lluvia de aplausos inunda el bosque durante casi diez minutos, “¡Bravo! ¡Increíble! ¡Viva Tronconal! ¡Son los mejores! ¡Viva Chiltoyac!”. Incluso, el Presidente Municipal hace visible su entusiasmo: “Un verdadero espectáculo el que acabamos de presenciar, la comunidad debe sentirse muy orgullosa. Son unos profesionales, su trabajo es admirable, enhorabuena y que sigan las funciones”.

Y sí, las presentaciones continuarán todos los viernes y sábados de noviembre, a las 18:00 horas, en el lugar conocido como Los Pozos, en la congregación Tronconal.

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