Estudiante UV describe primer registro de murciélago orejudo para Chiapas

+Se trata de la especie Corynorhinus townsendii +Lo descubrió mientras realizaba su investigación en la Colección de Mastozoología de la UNAM

Zona Centro

Boletín - 2022-07-04

Issachar López Cuamatzi describe, identifica y estudia especies de murciélagos desde que cursaba la Licenciatura en Biología en la Universidad Veracruzana (UV), y los datos obtenidos ayudan a generar listados y a entender la diversidad biológica de estos mamíferos en las diferentes regiones del país.


Este interés, conocido como taxonomía de los murciélagos, lo continúa ahora que cursa la Maestría en Ecología Tropical que imparte el Centro de Investigaciones Tropicales (Citro) de esta casa de estudios.


Como parte de su tesis de maestría, contó que revisa ejemplares de la especie Corynorhinus mexicanus en la Colección de Mastozoología del Instituto de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); parte de su trabajo es fotografiar y revisar las características físicas de los murciélagos (medida, coloración y otros atributos).


“Mientras realizaba el análisis encontré que algunos ejemplares –al medirlos y comparar sus características– no correspondían con la especie que estaba trabajando, sino con una especie hermana –por así decirlo–, la Corynorhinus townsendii.”


Comentó que se trató de un hallazgo fortuito y afortunado. La colecta en la que fue registrado el murciélago data de 1979, nadie la revisó en más de 40 años y al hacerlo él, halló al murciélago orejudo de Townsend, Corynorhinus townsendii.


Al examinar la bibliografía encontró que este murciélago no estaba registrado para el estado de Chiapas, ya que su distribución geográfica sólo llega hasta el istmo de Tehuantepec, Oaxaca, y este descubrimiento extendería aproximadamente 180 kilómetros el área de distribución.


“Tiene como característica la afinidad con ecosistemas (fríos y secos) del norte del continente americano y al registrarla para Chiapas se refuerza la hipótesis de que es una entidad diversa en fauna, particularmente de murciélagos.”


En la cuestión biológica, indicó que llama la atención el fenómeno de intercambio de biodiversidad, al ser una especie que tiene afinidad por los ecosistemas fríos y los ecosistemas tropicales; justamente es en el área del estado de Chiapas donde converge fauna de ambos ambientes, convirtiéndola en una zona muy rica en biodiversidad.


“Es un buen hallazgo, sobre todo porque agrega una especie más al listado de Chiapas, que ciertamente nos ayuda a entender cómo está la comunidad de murciélagos en la entidad.


”Es una zona de intercambio que permite a las especies de zonas más templadas y frías llegar a esta área limítrofe con ecosistemas más tropicales. Se trata de un hallazgo relacionado con la distribución.”


Sobre el descubrimiento se publicó el artículo “Extension of the distribution of Townsend’s Big-eared Bat, Corynorhinus townsendii (Cooper, 1837) (Chiroptera, Vespertilionidae), to Chiapas, Mexico”, en la revista indexada Check List, autoría de Issachar López, Cristina Mac Swiney y Sandra Ospina, investigadora y postdoctorante en el Citro; Yolanda Hortelano Moncada, del Instituto de Biología de la UNAM, y Jorge Ortega y Gerardo Zúñiga, del Instituto Politécnico Nacional


Las colecciones científicas


Muchas personas, incluso dentro de la biología, están en contra de las colecciones científicas porque elaborarlas requiere ir al campo, capturar de uno a dos ejemplares, sacrificarlos y montarlos, “puede ser un tanto contradictorio ser biólogo.”


”Quiero aclarar que no se sacrifican los especímenes nada más porque sí, se colectan uno o dos y a partir de ello se genera una evidencia de lo que está presente en el ecosistema, a fin de que futuras generaciones puedan estudiarlas.”


Dijo que las colecciones científicas son relevantes para los investigadores y, por lo mismo, deben ser apoyadas con financiamiento público pues ayudan a comprender la riqueza de especies y desarrollar futuras investigaciones.


“Debe desaparecer el estigma de que son malas, aunque pueden serlo sólo si existe una mala administración.”


¿Por qué estudiar los murciélagos?
Issachar López contó que al momento de ingresar a la Licenciatura en Biología no tenía predilección por un grupo de especie, ya que todos los organismos son de su agrado. Mientras realizó sus prácticas profesionales en Campeche tuvo su primer contacto con los murciélagos, “descubrí que ese mito y emoción que tenemos sobre ellos es errónea y desconocida”.


Al leer más literatura sobre estos mamíferos, dijo, se percató que a pesar de ser uno de los grupos más estudiados, todavía hay muchas incógnitas por resolver. En este momento fue cuando encontró su interés profesional por desarrollar investigación evolutiva y ecológica.


“Debido a la mala fama de los murciélagos, urge desarrollar estrategias de conservación ya que son muy buenos para los ecosistemas y actividades económicas de los seres humanos; necesitamos entender su ecología y evolución.”


A nivel ecológico, los murciélagos son excelentes controladores de plagas de insectos. Cerca del 70 por ciento de las más de mil 400 especies se alimentan de insectos; otro porcentaje considerable, del néctar de flores y frutos, y sólo tres especies se alimentan de sangre de aves y mamíferos.


“Son excelentes aliados de la agricultura, son plaguicidas naturales; esto de cierta manera puede ayudar a disminuir los gastos en plaguicidas químicos.”


En el caso de los frugívoros, mencionó que ayudan en la restauración de los ecosistemas, especialmente en la recuperación de bosques altamente fragmentados. Al alimentarse de frutas, defecan y esparcen las semillas, las cuales germinarán y renovarán los ambientes.


Los nectarívoros, al polinizar las plantas promueven la diversidad genética de éstas, haciéndolas menos susceptibles a enfermedades y epidemias; uno de estos casos es el agave, del que depende la industria tequilera del país