Letizia: la futura reina que trabajó en un diario mexicano
+ La futura reina Letizia Ortiz llegó a Guadalajara en 1996 para estudiar un posgrado, pero fue en una redacción mexicana en donde descubrió que lo que le interesaba era el periodismo.
Internacionales
MILENIO - 2014-06-03
En 1996, el entonces subdirector del periódico Siglo XXI, Diego Petersen, conoció en la fiesta de unos amigos españoles a una chica guapa de 24 años que le dijo, sin miramientos, "me gustaría tener una oportunidad" en el diario.
Letizia Ortiz, comunicóloga recién egresada de la Universidad Complutense, había llegado a Guadalajara a estudiar un posgrado y había trabajado como edecán de una marca de cigarros que ya no existe.
La joven prefirió estudiar el posgrado en México que en Argentina porque tuvo un novio argentino que le caía muy mal, cuenta el periodista.
Petersen le dio la oportunidad que buscaba en México.
La joven española comenzó a trabajar como pasante de reportera, cubriendo exposiciones de arte e inauguraciones de restaurantes para el suplemento Tentaciones, que salía todos los viernes en Siglo XXI.
Al llegar a la redacción, Letizia sobresalió casi inmediatamente por su dedicación al periodismo de calle, ese que obliga a conocer, ver y vivir la noticia fuera del periódico. Y sí, también por su belleza.
Sus compañeros la recuerdan como una mujer inteligente, alegre y apasionada. Le suman una virtud más a la lista: la reportera prefería hablar con la gente, con todos los que podía.
A la próxima reina no le gustaba frecuentar los ambientes "pijos" de los clubes privados y prefería pasar un buen rato acompañada por un grupo pequeño de amigos.
"Era una buena periodista, tenía buena formación. Empezó ahí, pero estuvo sólo unos ocho meses, creo que un poco más. Era muy lista, muy prendida, escribía bastante bien y, sin conocerla, se logró meter muy bien en la ciudad", explica Petersen.
Su pasantía como reportera en el Siglo XXI fue el segundo de sus trabajos en México,antes había sido edecán de cigarros Boots, explica Petersen.
Estaba becada, pero tenía que pagar sus comidas y el departamento que compartía en Guadalajara con una nicaragüense llamada Beverly.
"Aparte de estudiar y vivir tenía que buscar algo de chamba para generar ingreso. Era muy trabajadora, echada para adelante", asegura el periodista.
Como reportera, Letizia también hacía reseñas de conciertos. Así, trabajando para el periódico, conoció a los integrantes de la banda Maná y, gracias a ellos, al pintor cubano Waldo Saavedra.
Saavedra la fotografió y usó esas tomas para pintar un cuadro que fue la portada del disco "Sueños Líquidos" de Maná.
En 2004, cuando estaba a punto de casarse con el príncipe Felipe, Saavedra dijo a la agencia de noticias AFP: "cuando Lety vivió aquí en Guadalajara, nos hicimos muy amigos y en varias ocasiones le tomé fotografías, que, con posterioridad, sirvieron de base para los cuadros en los que ella aparece".
El pintor aseguró que la princesa Letizia nunca posó desnuda para él y que los óleos son "solo una recreación de Lety que he hecho a partir de fotografías que le tomé".
La mesa de trabajo de Letizia se encontraba pegada a la sección de sociales, en la que trabajó como reportero Eduardo Aragón, con quien la española inició una relación de amistad.
"Salíamos a clubes a bailar de repente, pero a ella no le gustaban, de hecho, lo hacía cuando tenía una cuestión de trabajo, una reseña o concierto. Decía que no le gustaba el ambiente "pijo", que son como los ambientes fresas. Era más del barecito pequeño, en donde estaba con los amigos platicando", dijo el periodista.
Le gustaba, dicen, la ciudad de Tlaquepaque, con sus artesanías, kioscos e iglesias pintorescas que aún conservan un aire pueblerino.
Hoy, la reportera novata que llegó en 1996 a las redacciones mexicanas se desvanece en el recuerdo de sus colegas mientras la primera reina de España que no nació en cuna de oro asciende al trono.