+Debido a que estas situaciones de agresividad y ser víctimas de bulliyng empiezan en la casa, donde las familias son agresivas
Zona Norte
Juan Carlos Jiménez Benavidez - 2017-06-16
Un problema que se está generalizando donde los principales afectados son los menores de edad en las escuelas no solo de Tlapacoyan sino de todo los municipios en los niveles de primeria y secundaria como lo es bulliyng, el cual desgraciadamente nace en el seno familiar.
Debido a que estas situaciones de agresividad y ser víctimas de bulliyng empiezan en la casa, donde las familias son agresivas, donde los integrantes son incompatibles y todo lo reciben los niños, creando infantes tímidos o retraídos y que no presentan un interés por la escuela o estudiar, pero el otro extremo es que algunos más presentan agresividad y buscan resolver sus problemas con golpes.
Situaciones en donde ambas conductas lleven a que los menores de edad no tengan la suficiente atención hacia sus maestros, sean distraídos y lleguen a ser quienes sean los principales rivales de los maestros al oponerse o no obedecer sus órdenes.
Desafortunadamente de estos casos son pocos los que buscan ayuda para superar el ya tan conocido bulliyng, principalmente porque los padres de familia no reconocen esta situación y son quienes no buscan que sean ayudados los menores.
Siendo quienes tienen que detectar estas situaciones, los maestros en las aulas aunque algunas veces los menores no demuestran los síntomas de un niño agresivo, pero en la casa o fuera de la escuela sin son evidentes los síntomas de ser agresivos o victimas de agresión.
De un universo de 25 alumnos, diez son los agresivos o los que sufren agresión, pero de estos solo dos son los que buscan ayuda o una solución a lo que viven a diario a manos de sus compañeros de clases o en sus propios hogares.
Por lo que es recomendable que no únicamente lo niños sean quienes reciban la ayuda, sino sean terapias en familia para que todos los integrantes estén involucrados en la misma solución al problema que se vive a diario sin que se den cuenta de que existe en sus hogares.