Tras las contingencias que se han presentado a consecuencia de los fenómenos meteorológicos los ríos que circulan por la región han crecido de manera considerable, alertando a los municipios de Tlapacoyan, Martínez de la Torre y San Rafael y desde hace más de quince años las escalas de los afluentes y las estaciones hidrológicas no han actualizadas y dado atención a cada una de ellas en sus ríos.
Esta situación complica en gran medida el prestar el apoyo a la población de los municipios mencionados, todo debido a que tras una mala medición de las escalas y el mal funcionamiento de las estaciones hidrométricas no se puede dar el alertamiento adecuado cuando desciende un golpe de agua de los municipios serranos a los costeros.
El puente El Filo y Tomata son unas zonas clave para la medición del nivel de los ríos de los municipios bajos, debido a que al tener una medición precisa, se tiene alrededor de 40 minutos para realizar algún tipo de alertarmiento o desalojo.
El único detalle que existe en estas escalas en los puntos de Tomata, El Filo y Novara en Atzalan, Paso Real, La Palmilla y Rojo Gómez en Tlapacoyan, no cuentan con escalas actualizadas debido a que las que se encuentran colocadas datan del años 1999 y 2000, siendo la única monitoreada la del puente Tomata, la cual está a cargo de CFE, mientras que CNA no ha hecho nada para actualizarlas.
Lo que significa que al momento de las fuertes lluvias que azoten esta región no se pueden dar detalles exactos, porque cuando se lanza un alertarmiento, los municipios de la parte baja ya son afectados por los golpes de agua al contar con malas escalas y mediciones.
Siendo necesario que la Comisión Nacional del Agua o alguna dependencia que sea de su competencia actué de manera rápida para poder llevar a cabo una actualización correcta de estas escalas y activar las estaciones, y no esperar cuando ya haya sucedido alguna tragedia cuando se presenten fuertes lluvias como lo suscitado en el año de 1999.