¿Quién mece la cuna?
Arturo Reyes Isidoro
Prosa Aprisa
2016-11-17
El reclamo de los alcaldes perredistas que tomaron el Palacio de Gobierno era justificado. No les habían entregado recursos federales que les correspondían y que desviaron en la Secretaría de Finanzas.
Una causa justa, sin embargo, fue politizada cuando se sumaron algunos panistas que se apropiaron del movimiento de inconformidad, cerraron el Palacio y tomaron entonces la Casa Veracruz donde aparecieron los dirigentes estatales del PAN y luego trajeron a su dirigente nacional a “solidarizarse”, aunque en realidad vino a hacer campaña en su intento de ser el candidato presidencial de su partido.
No depusieron su actitud y no entregaron los inmuebles hasta que lograron para su causa, en forma anticipada, la Secretaría de Finanzas, que de todos modos les iban a entregar al cambio de gobierno. Hicieron ruido mediático y llamaron la atención.
El reclamo del personal del Sector Salud y de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) y su movilización ayer –de la SSP fue el de Dirección General de Prevención y Reinserción Social– fue justificado porque no les pagaron su quincena el martes ni otras prestaciones que les deben. Su paro de “brazos caídos” desde la noche del día 15 y sus marchas, plantones y bloqueos de ayer causaron serios problemas, graves en el caso de quienes no pudieron recibir atención médica.
Dentro de todo el brote de inconformidad, por fortuna sólo se limitaron a sus “brazos caídos” aunque no tomaron ni cerraron hospitales ni centros de salud y por lo menos hasta ayer ningún alcalde ni dirigente priista había intentado ponerse al frente del movimiento o tratar de sacar raja política.
Es sólo especulación mía, pero me atengo a tres elementos que me llevan a plantear y a preguntar si acaso la inusitada movilización de ayer, mucho más fuerte que la de los panistas-perredistas, ha sido una respuesta política y una demostración de fuerza, de músculo, del priismo, ya prácticamente en la oposición, movida desde el CEN tricolor o desde el propio Gobierno federal como aviso de que no se quedarán impasibles y que responderán a cualquier agresión contra un objetivo priista como fue el caso contra el Gobierno del Estado.
Los tres elementos son: 1) El sospechoso anónimo que llegó al Congreso local, cuya directiva es panista, en el que presuntamente Javier Duarte dejaba sin efecto su solicitud de licencia; 2) Un texto anónimo distribuido presuntamente entre todo el personal de Seguridad Pública, pero que tuvieron buen cuidado que llegara a algunos periodistas, en el que llaman a un paro para este jueves sin temor a sus comandantes, pues “a ellos solo les quedan quince días porque no creemos que el Lic. Miguel Angel yunes (sic) Linares gobernador entrante siga permitiendo que se sigan pisoteando nuestros derechos”; y 3) Un supuesto oficio firmado por la nueva Secretaria de Finanzas y Planeación, Clementina Guerrero García, apartidista pero que llega con un gobierno panista, que se hizo circular profusamente el martes, en donde “informaba” que el pago de la primera quincena de noviembre para los trabajadores al servicio del Gobierno del Estado sería retenido para pagarles a los docentes, “con la finalidad de que éstos no se molesten y bloqueen carreteras”, “oficio” que fue desmentido por Clementina.
¿De qué se trata?
En fuentes oficiales me aseguraron ayer que alguien trata de crear inestabilidad política, pues me dijeron que tanto el gobernador Flavino Ríos Alvarado como la Secretaria de Finanzas y Planeación, Clementina Guerrero García, están trabajando en total coordinación, y que si se habían retrasado los pagos era por los bloqueos que algunos grupos han hecho del edificio de Finanzas, pero que el pago a todos los trabajadores estaba asegurado, y que además los policías estaban cumpliendo con su trabajo.
¿Quién, pues, está meciendo la cuna y con qué propósito e interés? ¿A quién le conviene que haya inestabilidad? ¿O qué tratan de decir?
¿Es que acaso le están enviando un aviso al gobierno que viene de qué es a lo que se puede enfrentar si toca intereses que han sido patrimonio de los priistas?
Por ahora el río está muy revuelto y el agua muy turbia, pero no se deben dejar de considerar otros elementos para tratar de armar el rompecabezas. He aquí algunas piezas:
Coincidentemente ayer fue ratificado como dirigente estatal del PRI Felipe Amadeo Flores Espinosa, político pero también exSecretario de Seguridad Pública y exProcurador de Justicia, quien como cabeza de su partido perdió la gubernatura en junio pasado y ahora ya como opositor encabezará la batalla por ganar el mayor número de alcaldías en 2017, ya muy próximo.
Ayer algunos políticos priistas me dijeron que no olvidara que Clementina había hecho marchas de protesta como funcionaria de la UV en contra del Gobierno del Estado para reclamar adeudos y que había sido una de las promotoras de las denuncias ante la Fiscalía General del Estado y la PGR en contra del gobierno priista al que ahora sirve. Ahora las marchas también son contra ella, me apuntaron. ¿Desquite, venganza?, pregunté. No me respondieron.
El problema del gobierno saliente, pero también del entrante, es que ante la crisis por la falta de recursos la Federación no quiere entrar al rescate de Veracruz y no autorizó el presupuesto con recursos extraordinarios que había planteado el gobernador electo Miguel Ángel Yunes Linares para tal propósito. O sea, le niegan apoyo.
Uno de los dirigentes de los movilizados ayer es la diputada local priista, Luisa Ángela Soto Maldonado, de la Sección 26 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud, a quien el diputado de la alianza PAN-PRD, Jorge Kirsch, trató de bloquear para que no formara parte de la Comisión de Salud y Asistencia, que presuntamente va a investigar los actos de corrupción cometidos en la Secretaría de Salud estatal en los que estaría implicada la propia Soto Maldonado.
Extrañamente, los trabajadores del Sector Salud nunca se habían movilizado como ayer, y aunque su protesta la tenían programada para el miércoles, desde la noche del martes dirigentes sindicales regionales llamaron a iniciar la protesta declarándose en “brazos caídos”.
¿Acaso están meciendo la cuna desde Barcelona? ¿O desde la Ciudad de México? ¿O desde aquí mismo en Xalapa?
Quién sea, es preocupante. Los políticos piensan sólo en sus intereses y no reparan, porque es lo que menos les interesa, en que las consecuencias las pagamos todos los veracruzanos.
Vistas las cosas como están hoy, el panorama a futuro luce complicado. Si el poder central priista lo que trata es de crearle inestabilidad al gobernador entrante y bloquearlo económicamente, Veracruz se estancará y no habrá empleo, que es lo más urgente; menos obras y servicios.
Si otro interés trata de enfrentar a panistas y priistas para obtener ganancia en río revuelto, es grave para la estabilidad política y social del estado, con el riesgo, además, de descuidar la seguridad y dejar campo abierto a la delincuencia, organizada o no.
Sería desastroso que esta vaya a ser la constante de los dos próximos años.
Alguien debe llamar a la mesura, a la cordura, al diálogo, a la negociación, al entendimiento y a los acuerdos por el bien de Veracruz y de los veracruzanos. Ya no se puede destruir más al Estado.
Salientes y entrantes no debieran olvidar que el objetivo central sigue siendo atrapar a Javier Duarte de Ochoa y obligarlo a que reponga al erario lo que se llevó, pero también actuar contra todos sus cómplices, de dentro y de fuera del gobierno y, igual, hacerlos que devuelvan lo que robaron.
Notoria presencia
Llamó la atención ayer en la presentación de la expo México Alimentaria 2016, que mediante video conferencia hizo el titular de la Sagarpa, José Calzada Rovirosa, acompañando al delegado en el Estado Octavio Legarreta Guerrero y al Secretario de la Sedarpa Ramón Ferrari Pardiño estuvo el exdiputado local panista Joaquín Guzmán Avilés, del equipo de transición del gobierno entrante.
La versión es que no obstante las diferentes militancias partidistas que tienen, Ferrari Pardiño mantiene una vieja relación amistosa basada en el respeto con el gobernador electo Miguel Ángel Yunes Linares, lo que explicaría la presencia de Guzmán Avilés, a quien algunos manejan que va a sustituir al propio Ferrari, además, en consecuencia con la urbanidad política que está siguiendo el gobernador Flavino Ríos Alvarado en el proceso de entrega-recepción.