Educar para la paz
Lilia Cisneros Luján
Una Colorada
2019-09-23
Lograr el cese de hostilidades, no solo entre naciones, sino al interior de los países requiere de acciones concertadas que involucren a todos los ciudadanos y de manera muy especial los que se han comprometido con el poder público. Luego de las terribles consecuencias de la segunda Guerra mundial –entre otras las dos bombas nucleares arrojadas sobre Japón- en 1945 los países del mundo de entonces suscribieron un 26 de junio en la ciudad de San Francisco una carta que en cuatro principios básicos, dejaba constancia del anhelo de la humanidad para evitar circunstancias convulsas, a fin de mantener la paz y la seguridad internacionales. Suprimir actos de agresión y tomar medidas colectivas eficaces para prevenir dichos actos y así eliminar amenazas a la paz, es justo el primero de los propósitos de esta carta que, si bien sigue rigiendo y algo abona para no entrar en la dinámica de una tercera guerra internacional, también ha evidenciado a los largo de estas más de 7 décadas, que dichos anhelos difícilmente se alcanzan si la sociedad en su conjunto no se involucra.
El aumento de las acciones criminales -desde matanzas colectivas en centros educativos, hasta el incremento de homicidios, secuestros, robos etc. – ¿es un factor agresivo contra la paz? ¿Puede sentirse en paz una familia a la cual le secuestraron uno de sus miembros? ¿Qué paz favorece aun pequeño empresario que luego de trabajar cuatro décadas, contar con seguro –de muy alto costo por cierto- el MP se niega a levantar la declaratoria de hechos por la tentativa de robo y daño en propiedad ajena, debido a que “no se robaron nada, y Usted alteró la escena del crimen”?[1]
Se supone que para solucionar problemas de carácter económico, social, cultural o humanitario, debe darse la posibilidad de realizar actos de cooperación internacional, ¿se ha dado en México esta premisa ante la invasión de migrantes hasta del África, rebasando nuestras capacidades para atenderlos de conformidad con el anhelo humano de apoyar a todos por igual sin distinción de raza, sexo idioma o religión? ¿Las amenazas que ha hecho a nuestro país en materia económica, para forzarnos a actuar con rudeza frente a los migrantes es un preámbulo par alcanzar la paz?
Realizar la cooperación internacional en la solución de problemas internacionales de carácter económico, social, cultural o humanitario, y en el desarrollo y estímulo del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales de todos, sin hacer distinción por motivos de raza, sexo, idioma o religión, debería de analizarse en el escenario de delincuentes organizados de Colombia, Venezuela y otros países
A menos de un mes de celebrar en el mundo la entrada en vigor de la Carta de las Naciones Unidas, miles de mexicanos, y sospecho que ocurre igual en otros países, no pueden estar en paz, porque si un criminal les hostiga –por robarles el bolso en la calle, entrar a su domicilio a ver que se llevan o amenazarlos si no dan su cuota de derecho de piso- no hay policías o autoridad investigadora o judicial que les defienda. Las marchas airadas y hasta violentas ¿han disminuido los casos de hostigamiento y hasta feminicidio? ¿Se sienten violentados por la autoridad los que además del desempleo tienen que pagar más alto el predial o los servicios públicos de agua y luz?
Con inmensa tristeza escucho a quienes se refieren a los jóvenes como “inútiles, carentes de ambición, holgazanes, sin apego a los valores cívicos” y muchos otros señalamientos descritos con barbarismos que en medio de tal coprolalia muestran lo lejanos que están unos y otros, acusadores y acusados de un “fomento a las relaciones de amistad basada en el respeto a los principios de igualdad de derechos y libre determinación de los pueblos…”[2]
La ausencia de paz es tan generalizada que en el año 1981, la ONU decidió dedicar un día mundial par la paz: Se determinaron condiciones para portar la bandera conmemorativa, cada año a este día de septiembre se le viste con un propósito adicional[3]¿Por eso el pasado viernes marcharon millones de jóvenes exigiendo medidas para evitar la continuidad de acciones agresivas contra el planeta? ¿Qué se ha logrado en materia de desarme y no proliferación de armas desde el 2009? ¿Se puede decir que los alumnos de maestros afiliados a la CNTE han sido educados para la paz? ¿Quién educó desde el 2013 a legisladores que apenas si pueden leer? Los agraviados que deben esperar más de 5 horas para ser atendidos por un ministerio público o un burócrata de ventanilla ¿Son tratados con respeto, seguridad y dignidad? ¿Deben ser pacíficos los descendientes de personas asesinadas, secuestradas, robadas, por individuos que violentan la ley y a los que un simpatizante les considera “valientes” o les justifica porque son marginados?
En algunas misiones de la ONU –el Líbano por ejemplo- se celebra el día mundial de la paz, con una fiesta y mucha algarabía aunque a unos kilómetros palestinos, judíos y otras etnias de la zona se maten cotidianamente. De entre los 150 detenidos en Francia debido una manifestación de chalecos amarillos, seguro había jóvenes que deseaban algo que evitara el deterioro climático, ¿seguirán celebrando el día mundial de la paz el próximo septiembre? Ojala nuestro pueblo “bueno y sabio”, tenga la capacidad de neutralizar a los malvados, mediante la educación y en los casos extremos, haciendo uso de las herramientas que nos hemos dado para alcanzar el privilegio de vivir en un Estado de Derecho. Imaginar que el simple discurso y el relajamiento de las normas, va a lograr que los hijos de Caín dejen de hacer daño ¡es una barbaridad!