Carta abierta a Manuel Bartlett

Lilia Cisneros Luján

Una Colorada

2019-09-04

Mí muy estimado Manuel; Desde que recibí, la última facturación de la empresa que hoy presides, tomé conciencia del impedimento que tengo para continuar como cliente de la CFE. Se de personas que al llegar al punto de limitaciones como hoy enfrento, luego de ocupar puestos de gran responsabilidad[1] –tanto en lo público como en lo privado- sucumben a la tentación de endeudarse o de plano evadirse hasta el grado de atentar contra su vida.

Son poco más de tres años, los que llevo, procurando que CFE, se percate de la imposibilidad de que mis consumos sean los que me facturan, En épocas anteriores y con un mayor consumo, pocas veces llegué a sobrepasar el mínimo de Watts, porque soy de las obsesivas que apagan la luz, cada vez que dejan un espacio y además vivo sola, sin servidumbre que desperdicie, ni necesidad de iluminación excesiva.

Por el tema de los medidores, colocados sin mi conformidad y por cierto lejanos a mi domicilio, el abuso con la facturación ha tenido variaciones inexplicables, en los que he dado cuenta a diversas autoridades desde PROFECO, pasando por los derechos humanos, oficinas internas de CFE y todo lo que por curiosidad podrías analizar en un expediente de basto grosor.

Una vez que logré que uno de los medidores -relativos a la parte de mi casa en la que antes vivía mi hija y que desde hace 5 años está cerrada- fuera retirado por la falta de pago de 170 pesos, este aparato poco eficiente se fue no sin antes aumentar la deuda a casi mil pesos, pero ¿que crees? , después de dos meses de tranquilidad empezaron nuevamente a subir sin justificación mis facturas en el otro medidor -las dos anteriores las pagué bajo protesta- hasta llegar a un punto que me es imposible pagar, con la simbólica pensión que recibo. Por este motivo he solicitado nuevamente, que retiren en definitiva el segundo aparato con el cual sospecho me hacen trampa.

Para evitar sorpresas, bajé el interruptor de la acometida que viene de la calle, por lo tanto no ha lugar a que inventen más consumo. Como expliqué en mi expresión de la semana pasada donde analizo otro tipo de violencia en contra de las mujeres, he tomado las providencias que derivan del hecho de quedarme sin energía eléctrica, es decir sin iluminación, sin refrigerador y sin posibilidad de usar lavadora, licuadora y otros de los aparatos de los que podemos beneficiarnos quienes somos de la tercera edad y con limitaciones físicas como las que nos aquejan a muchos otros usuarios que hemos analizado cuales son nuestra posibilidades.

Quienes aun gozamos de una propiedad raíz que provoca envidia –así me lo hizo sentir alguna vez uno de los operarios de CFE, cuando pedí que vinieran a revisar, me dijo que llegando el cambio podía irme despidiendo de “mi casota”- la conclusión a la que llego es que, como muchos otros vecinos, soy una víctima, sin posibilidad alguna de defensa. ¿Que podemos hacer para que nuestro problema se convierta en un apoyo para México?

La respuesta a este cuestionamiento han sido variada y todos llegamos a la conclusión que trataremos de invertir en un sistema fotovoltaico; así abonamos al mejor estado del clima, nos sumamos a la lucha en contra de lo negativo que ensucia el planeta y nos sentimos parte de este número mínimo de personas que sí hacen algo para favorecer un planeta sano y una humanidad responsable.

Por lo que a mi respecta, no voy esperar a tener dinero para la inversión, disfrutaré del vivir en las escasa horas antes de mi sueño alumbrada con velas. No veré más televisión lo cual abonará a mi estabilidad emocional, enfriaré los alimentos que requieran uno o dos días de conservación, en la hielera que usaba cuando llevaba a mi hija adolescente a días de campo y en el caso del uso de mi herramienta de trabajo, aceptaré la oferta de un par de vecinas que me facilitan el asistir a su casa, con mi lap-top para seguir ejerciendo mi libertad de expresión.

Una vez que se coloque mi sistema alterno, ofrezco disculpas por no desear ser socia, de la CFE[2], me las arreglaré, con un sistema autónomo que estoy segura podrá ser adoptado por muchos otros citadinos.

Te felicito por los logros con empresas de gas y agradezco tu interés en este tema que además de mi persona afecta a miles de usuarios, que no deseamos seguir siendo explotados por el monopolio que implica la CFE.

Le turno copia, a las instancias que antes me han atendido y a los amigos -incluso de la prensa- que tienen el derecho de saber como es que la ciudadanía está abonando con su granito de arena –aun cuando no seamos habitantes de Tabasco- para erradicar la corrupción sin importar que esta sea como robo hormiga y realizada por una instancia burocrática. En cuanto alguno de mis amigos, tenga la gentileza de llevarme a una de las oficinas de CFE –me cuesta trabajo moverme- suscribiré un convenio para la liquidación del adeudo que me instauran de conformidad a mis ingresos. Todo ello para el pago de lo que implica mi ultima facturación y hasta el 31 de agosto en que he cortado mi acometida.

Con respeto.

Lic. Lilia Cisneros Luján

c.c.p. Presidente constitucional de los Estados Unidos mexicanos
c.c.p. Miriam Yvette Arias Sánchez encargada de servicios y atención a clientes Universidad
c.c.p. Lic. Luis Alejandro Ruiz Sánchez, Contralor Interno CFE, Para que prepare lo conducente a fin de sancionar a quien se haya conducido con falacia y corrupción.
c.c.p. Miguel Angel Pérez Mar, titular de la unidad de responsabilidades en CFE.c.c.p. PROFECO. Para que agregue este ocurso a la continuidad de mi queja.
c.c.p. CNDH, en seguimiento a mi queja del mes de noviembre del 2018
c.c.p Lic. Manuel Bartlett, para iniciar su agenda de atenciones a usuarios (te lo mande durante el periodo de transición)
c.c.p. Asamblea Nacional de Usuarios de la Energía, para que me acompañe en los procesos legales que se han iniciado y los de difusión de acciones de inconformidad.
c.c.p. Amigos de la prensa que me apoyan en la salvaguarda del derecho a la información de la ciudadanía.