Guerras en tiempos de paz
Lilia Cisneros Luján
Una Colorada
2019-07-02
Desde que Caín mató a su hermano Abel, los conflictos entre humanos no han cesado siendo de diversos niveles y alcances dependiendo de si se quedan como algo casi individual o familiar hasta una guerra entre naciones.
Causas: acceso al poder, el control de ciertos grupos sobre otros, la ambición –de territorio, bienes, reconocimiento- y en general circunstancias a veces derivadas de factores externos y otras de verdaderas patologías individuales de quienes inician el conflicto. La mayoría de las conflagraciones[1] antes del fin de la segunda guerra mundial, han enfrentado a naciones en contra de naciones; sin embargo con la ONU como vigilante y el propósito de quienes se congregan en este instrumento por mantener la paz, los desacuerdos parecen circunscribirse a situaciones interestatales.
Por igual si se trata de luchas entre cuerpos de seguridad contra delincuentes; particulares que pelean por una propiedad –casa, edificio, rancho, camioneta- o grupos antagónicos -por ideologías, búsqueda de representación popular, causas como derechos humanos, defensa ecológica, acceso a la salud y el trabajo- el tema de las armas ha sido constante aun con el nacimiento de la Organización de las Naciones Unidas ¿Qué deberíamos hacer, para realmente permanecer en paz? ¿Por qué siendo la paz el propósito, los desacuerdos permanecen y causan muertes de mujeres y hombres de todas las edades?
Al parecer, no todos los conflictos del siglo XXI son armados, sin embargo, el negocio de la producción y comercialización de armas es boyante. ¿Es realmente el comercio de toda suerte de mercancías la causa primordial de la mayoría de los desacuerdos –nacionales e internacionales- que afectan a miles de seres humanos en el planeta? No es un secreto que detrás de conflictos en Siria, Irak, Israel o Afganistán, solo por acotar algunos ejemplos, está el comercio del petróleo ¿Quién surte de armas a los disidentes y los gobiernos que entran en una lucha, por la motivación que se quiera aun cuando la realidad sea el acceso o control de este producto? ¿Qué reciben a cambio de la condena a Cuba o Venezuela, los países de América Latina y el mundo?
Más que el hacerse de territorio, pareciera que la mayor motivación de los conflictos en el siglo XXI, es el control del mayor número de consumidores y concomitantemente el dominio de los productores de dichos bienes. ¿Cuan importante fue la guerra de Chile –del pacifico- en el siglo XIX, por cuestiones de minería en contra de Perú y Bolivia? ¿Qué tanto sigue afectando la triple alianza –Brasil, Argentina, Uruguay- a Paraguay que en la segunda mitad del siglo XIX, perdió población y territorio, por aspectos de mercado? ¿Será por esto de las guerras comerciales que grupos como el G20, tienen más atención que cualquiera de las actividades de la ONU?
Nacido en 1999 como una reunión técnica de ministros de Finanzas y presidentes de bancos centrales, el G20, cobró importancia en plena crisis económica del 2008. ¿Cómo es que se convirtió en un espacio de líderes mundiales de las economías más relevantes del planeta? ¿En que afecta a México la ausencia del presidente, en la reunión de Osaka, que como todas las anteriores se ha convertido no solo en foro internacional de cooperación económica sino los alcances políticos de lo que ahí se discute?
Tocó al presidente de Argentina la organización del foro de Japón, luego de haber recibido en su país el año pasado a: Alemania, Arabia Saudita, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Reino Unido, Rusia, Sudáfrica y Turquía. Todos ellos junto con el representante de la Unión europea significan el 85% del producto bruto global y el 75% del comercio internacional ¿Qué ganó México con la ausencia del primer mandatario y su carta petitoria “de una modesta aportación” para resolver el asunto de los migrantes? ¿Por qué a países no miembros –España y organizaciones regionales del África y Asia- si les interesa ser parte aunque sea sin voto de las reuniones del G20?
Este foro además de generar un espacio de discusión sobre la economía mundial, se ha convertido en una oportunidad para reunir a países emergentes con las grandes potencias a fin de coadyuvar y promover la cooperación y el desarrollo ¿No era ese un objetivo más importante que dar el banderazo de salida a la guardia nacional justo cuando un grupo de opositores a Andrés Manuel habían anunciado su marcha? ¿Cuánto costaron los eventos de las minorías LGBTTTI, lo de los nuevos guardianes nacionales en el campo Marte y el baile para celebrar un año del triunfo de Morena? ¿Fue el gasto menor que el boleto a Osaka?
Hoy las empresas armamentistas, producen drones[2] para el espionaje y la provocación que podrían iniciar confrontaciones redituables a sus intereses; y los mandatarios de algunas naciones, en vez de amenazar con invadir territorios, vociferan con la advertencia de manejar diversas dificultades para el flujo internacional del comercio. En el plano interno los motivos de enfrentamiento ya no son las luchas independentistas o revolucionarias, hoy las guerras en tiempos democráticos se dan entre adversarios políticos. La ambición y el resentimiento es tal que puede unir a: extremas derechas con izquierdas; a inteligentes con aquellos de mente muy limitada; a inexpertos con audaces y a vividores con gente dispuesta a trabajar hasta morir por el la retórica que haya llevado a su cerebro, la posibilidad de reivindicar sus anhelos inconscientes no resueltos. ¿Este esquema de guerra en tiempos de paz afecta a muchas naciones? ¿Quién pagará las consecuencias económicas y políticas de los errores de estos improvisados, incapaces de medir el daño que provocan a los pueblos? ¿Cómo es que la mercadotecnia y la publicidad han superado al derecho, la ética y la política?