La insoslayable brevedad
JAVIER ROLDÁN DÁVILA
La insoslayable brevedad
2019-10-24
Caminó sobre el mar y se ahogó, una cosa es que lo apoden y se lo crea, otra que lo sea
Jesús de Nazaret, fue muy preciso al definir su relación con el poder. A sus acosadores, escribas y fariseos, les dijo que diferenciaran entre el César y Dios, a su juzgador, Poncio Pilatos, le aclaró que su reino no era de este mundo.
Así pues, en un quisquilloso acto de puntualidad analítica, diremos que lo de mesías no le viene muy bien a ya saben quién, porque su reino está situado en el mundanal Mexicalpan de la Tunas, por lo tanto, propondremos una analogía más exacta. Veamos.
El ayatolá, es un título usado por los chiitas, se considera que tales líderes religiosos son la neta en temas como la jurisprudencia, la filosofía el conocimiento iluminativo y la moral. Son ortodoxos y pueden emitir sentencias que castellanizadas se conocen como fetua.
Famosa fue la fetua que le enderezó el ayatolá Jomeini al escritor Salman Rushdie, por su libro ‘Los versos satánicos’. El castigo consistía en que al escritor ‘le dieran piso’ donde lo encontraran los chair...perdón, los combatientes, por sus presuntas blasfemias.
Aunque amoroso (sólo linchan en redes, vinculan a proceso y ‘gasean’), el de acá lanza decretos mañaneros para que la FGR, la UIF, los bots, etc., destrocen la honra de los ‘renegados’ que no profesan la moral en turno sean o no culpables. ¿Apoco no se parece?