El Gabinete De Cui Se Desmorona
ÁNGEL ÁLVARO PEÑA
ALMA GRANDE
2020-03-18
El gobierno de Cuitláhuac García Jiménez se desmorona. La noticia de la renuncia del malcriado secretario de la oficina del gobernador, Esteban-dido Ramírez Zepeta, quien se creyera el gobernador electo a la hora de tratar mal a los subordinados y a la prensa, es prueba de ello.
Ahora, una vez tratado como un apestado por las sospechas de corrupción intenta ocupar la presidencia de Morena en Veracruz, como si ese partido no se estuviera pudriendo por dentro desde hace un par de semanas como para admitir el cascajo de la burocracia más represiva y mediocre en la historia de la entidad.
No sabemos cómo llegó Esteban a la oficina del gobernador, un hombrecillo con poca preparación, originario de un pueblo llamado Las Choapas, que no supera los 80 mil habitantes. Prácticamente desconocido, pero ese fue el único talento que pudo encontrar Cuitláhuac abajo de las piedras a la hora de ser electo gobernador.
En realidad nunca fue nada, nadie, ni siquiera llegó a ser burócrata de medio pelo, de ahí que su postura prepotente y poco congruente con la realidad haya sido su tarjeta de presentación. Ni siquiera llegaba a ser mediocre. Trataba a todos como si fueran basura, reflejo de lo que sentía por sí mismo. Ningún proyecto era bueno comparado con sus ocurrencias, que movían a risa. Ahora se dedicará a acabar de llenar de escoria el partido en el poder.
Días antes de su renuncia el gobernador ya lo había sacado de la oficina más importante del estado, al nombrarlo coordinador de asesores, una manera discreta de ir acercando a la calle, porque se asegura que desde que llegó a su cargo buscó negocios particulares y, desde ahora se le involucra con empresas fantasma.
Se dice que, si no obtiene el liderazgo estatal del partido, puede buscar una candidatura, cuando todos sabemos que cualquier puesto, hasta uno de tacos, le va a quedar grande. Tan grande que el gobernador debió crear la figura de jefe de la oficina de gobierno para su cuate Esteban, a pesar de que en el órgano interno no existía. Desde ese momento empezó a tomar decisiones sin consultar al gobernador, hasta no dudaban en afirmar que era el poder tras el trono.
La compañera Claudia Guerrero dio cuenta puntual de las anomalías que cometía Esteban-dido Ramírez, a quien si se le investiga hay una larga lista de cómplices dentro y fuera de Veracruz. Habría que seguirle las huellas a todas las partidas que autorizó por cuenta propia y otorgó. Nuestra colega escribió en su momento: “En anteriores entregas, dimos pormenores de las anomalías y actos de corrupción ejercidos por Esteban Ramírez Zepeta y Carlos Alberto Juárez Gil, el aún Subsecretario de Gobierno, sobre facturas infladas de $800 mil a $5 millones de pesos, detectadas por la Secretaría de Educación y éstas, dieron pie a que Paco Bravo Bravo saliera del Instituto Veracruzano del Deporte, acusado de ladrón”.
A donde vaya Esteban será un déspota, actitud que le sirve para esconder su ineptitud e ignorancia.