LA SALUD DE BUENO TORIO

Pasillos del Poder César Augusto Vázquez Chagoya www.enlaceveracruz212.com.mx vazquezchagoya@prodigy.net.mx 6 de OCTUBRE de 2013

César Augusto Vázquez Chagoya

Pasillos del Poder

2013-10-06

El diputado federal Juan Bueno Torio (quien nació rico gracias a su padre Juan Bueno Lázaro) goza de cabal salud y si le da una gripa va a los hospitales Covadonga, ABC, Beneficencia Española o en los hospitales de Olegario Vázquez Raña.

El diputado federal nacido en Córdoba se cambió al PAN en 1997 hasta se convirtió en recaudador de fondos en la campaña de Vicente Fox, que lo hizo ganar la senaduría en 2000 y después la dirección de Pemex Refinación, cosa que no tocamos porque su paso en la paraestatal ha sido considerado como una administración muy cuestionada y bajo la lupa pública. No es tema en esta columna.

El diputado federal tiene razón en pedir que la denuncia integrada ante la Auditoria Superior de la Federación (ASF) se prosiga, pero de eso a que es responsable el Gobierno de Veracruz, hay mucho trecho. El que afirma tiene la obligación de comprobar, pero el legislador no lo puede hacer porque nunca ha estado en un hospital del estado y los dramas que se dan.

En verdad que fue una buena idea del presidente Felipe Calderón en darles atención médica y medicinas a todos los mexicanos, creando para esto el Seguro Popular. Mandó dinero y el gobierno federal priísta sigue haciéndolo.

El mismo Bueno Torio reconoce que fue una buena idea, pero que a la oferta le ganó la demanda. Tiene razón: con 54 millones de pobres en el país, ¿que se podría esperar donde en las farmacias la medicina es un lujo y la gran mayoría de los mexicanos se automedica?

La medicina tradicional es un paliativo. Otros piden prestadas las medicinas de otros y los más pobres se quedan con su ignorancia parados, desnutridos y los programas de SEDESOL --digan lo que digan-- no combaten la pobreza, simplemente porque no se están haciendo industrias pequeñas y sólo se les regala dinero en pisos, casas dignas o despensas.

Lo más curioso es que el presidente Felipe Calderón hizo del Seguro Popular una meta alcanzada por su gobierno, situación que sólo alentó más a recurrir a los hospitales públicos siguiendo las palabras del presidente. El dinero que mandó, se empezó hacer chiquito.

Los médicos y enfermeras ponían hasta los enfermos en los pasillos. ¿A qué se debía esto? Que en la propaganda del gobierno no dice que el Seguro Popular sólo cubre ciertas enfermedades, además que el servicio es “gratis”, cosa que es mentira.

Funcionarios o legisladores de todos los niveles como Juan Bueno Torio, que nunca van a un hospital, sólo mandan tarjetas a los directores a que se atienda a cierto paciente, pero nunca preguntan si en los nosocomios hay dinero o no.

También hay que agregar que derechohabientes del IMSS y del ISSSTE (instituciones que están peor) van en busca de salud a los hospitales estatales.

¿Usted ha estado en un hospital por días? Se va encontrar desde el que pide dinero para comprar medicinas o dormir en el suelo, aunque haya donde dormir porque sienten los familiares que viniendo de lejos, no cuidan a sus pacientes. Mientras sufre el paciente, también el familiar deberá pagar su manda.

No tiene descripción de lo que pasa en los hospitales. Ni alcanza el dinero estatal y menos alcanza para atender a los pacientes del Seguro Popular, movidos con anuncios engañosos que están dirigidos a los pobres.

No estaría mal que Juan Bueno Torio se fuera tres días a cualquier hospital de Veracruz y se daría cuenta que una son los números y otra la realidad.

Hay otra cosa que no se dice: Juan Antonio Nemi Dib, secretario de Salud, tomó posesión en marzo pasado y está pisando callos de los que han hechos fortuna con los enfermos de Veracruz.

Me consta que Antonio, a pesar de haber tenido buenos cargos públicos, siempre ha vivido de su sueldo y cuando está en la banca vive de locutor, comentarista, columnista y de sus pequeñas tiendas de abarrotes. Lo anterior lo debe saber Juan Bueno Torio, porque también es originario de Córdoba y paisano de Nemi.

Acabar con la mafia de compra de medicamentos, las clínicas donde mueren niños de lombrices, los que no trabajan, darle certidumbre laboral a miles de trabajadores que a pesar de sus años de servicios no tienen plazas, etc., no es tarea fácil.

Juan Antonio va a salir adelante como en todos los cargos que ha ocupado, porque a todas las ha transformado para bien. Los veracruzanos somos testigos y no se puede inventar historias al calor de los cargos. Aquí es quien es. Si es cosa de cuentas, la verdad saldrá, pero que involucre al secretario nunca.

Nemi Dib es de los pocos seres humanos por los que se puede meter las manos las fuego. Todavía las tiene limpias.