ATACAN AL ORIGEN DE XALAPA

Pobre capital de Veracruz. En su entrada hay una gran X como signo de Xalapa, realizada por el escultor Sebastián, pintada de verde, llamada “La Araucaria”; pero si usted observa bien la gran X, demuestra que se está despintando.

El encargado de este mantenimiento es el ayuntamiento de Xalapa, que dirige “La Fella” Elizabeth Morales García.

Esta gran X en la entrada de Xalapa tiene su historia. Se debe decir “Jalapa”, pero por insistencia del director del DIARIO DE XALAPA, Don Rubén Pabello Acosta, obligó a que los diputados locales decretaran que “Jalapa” se escribiera con X en 1978.

Ojalá la gran X sea pintada y se repare, porque si se cae, qué tragedia porque es la entrada a Las Ánimas; es entrada a Xalapa y por debajo esta la circulación de los vehículos que circulan de Veracruz a México.

Volviendo al pasado: Hernán Cortés ordenó la construcción del convento de San Francisco con panteón, huerto, sótanos con túneles, en lo que es hoy el Parque Juárez, a un lado del Palacio de Gobierno y enfrente del Ayuntamiento.

Esta edificación se dio en uno de los 4 barrios que dieron el nombre de “Xallapan”. Aquí estaba el barrio Tecuanapa. Los demás estaban en Tlenecacapan o Santiago, cerca de la iglesia del mismo nombre; Tecachapan o San José de la Laguna, cerca de la iglesia San José, en la avenida Xalapeños Ilustres; y el famoso Xallitic con su hermoso puente sobre la avenida Lucio y su iglesia del Calvario.

Volviendo al barrio Tecuanapa donde se construyó el convento de San Francisco, éste estaba rodeado de manantiales. Había uno que salía y sigue saliendo a un costado de la escalinata que sube al Palacio de Gobierno o al Parque Juárez.

En esa misma línea, sobre la calle Barragán pasando por debajo la calle Allende, había hasta una fuente donde brotaba agua y corría sobre estanques hasta que se hundía en la tierra y su destino eran Los Lagos.

Con el tiempo desapareció el manantial sobre la calle Barragán, que colinda con el hoy Parque Juárez. El único que sobrevivía era el manantial que se encuentra en las escalinatas. Este mismo colindaba con el túnel que se hizo en tiempo del gobernador Rafael Murillo Vidal de 1968 a 1974, porque el tráfico ya hacia estragos en Xalapa.

Como uno vive del chisme, un día nos dimos cuenta que entre el viaducto y la escalinata, exactamente en donde nace el único manantial de Tecuanapan, se instalaba un armatoste de metal con redes de alambres, tapando el manantial, que nunca se le ha hecho menos y hay hasta una placa escrita en español e inglés sobre las escalinatas del Palacio de Gobierno.

Mire, ya sabemos que nadie nace conociendo. Elizabeth fue buena estudiante, pero las barrabasadas que está haciendo en toda la ciudad sólo indican que es un mujer de “puntadas”.

Queriendo que el Parque Juárez se viera más bonito, sin consultar metió en la parte de atrás una culebra, su compañía constructora echó parte de la estructura del parque y hasta el INAH puso el grito en el cielo y le pidieron reparar la estructura y quitar la víbora (que no lo ha hecho). Lo que era pasto hoy es cemento.

Ahora puso este armatoste para poner flores, tapando el único vestigio del antiguo barrio de Tecuanapan y nadie le dice nada.

Usted dirá que “Fella” es un apodo de mala leche contra la alcaldesa de Xalapa. No fíjese que todos los nombres que le han puesto a nuestra ciudad han sido con gran motivo.

En 1804, nos visitó el sabio alemán Alejandro Von Humboldt, quien se enamoró de la ciudad y sus lugares vecinos, llevándose variedades de flores, tomó fotografías de nuestra fauna, etc. y la bautizó como “La Ciudad de las Flores”.

De 1885 a 1892, el educador suizo Enrique C. Rébsamen hizo en Xalapa la primera Escuela Normal para maestros en el país con enseñanzas de avanzada. A los pocos años, Juan de la Luz Enriquez puso a Xalapa como capital del estado de Veracruz y a la ciudad se le bautizó como “La Atenas Veracruzana”.

Por años, los ayuntamientos de Xalapa han combinado “Ciudad de las Flores” o Atenas Veracruzana”, pero en el 2010, Elizabeth Morales García, por su homosexualidad, sin sacarlo de la historia de la ciudad le impulso a la capital de Veracruz “XALAPA, LA BELLA”.

Entonces por la forma de burlarse de la ignorancia de la alcaldesa, se le bautizó como “La Fella”, además que se decía que cada artista que contrataba para promocionar la ciudad, tenían que pagar su “cuota” con una cena íntima con la alcaldesa.

Otra ignorancia de la “Fella”: se ampara diciendo que hace las cosas porque altos funcionarios de Gobierno del Estado lo autorizan… ¿Será?