UN DÍA CON UNA MAESTRA DISIDENTE

Pasillos del Poder César Augusto Vázquez Chagoya www.enlaceveracruz212.com.mx vazquezchagoya@prodigy.net.mx 29 de SEPTIEMBRE de 2013

César Augusto Vázquez Chagoya

Pasillos del Poder

2013-09-29

El maestro o maestra no son una clase especial. Como todos, cargan problemas personales con sus parejas, la familia propia o política, enfermos, la educación de los hijos y, lo más esencial, es qué van a comer cada día.

Los maestros tienen variados tipos de relaciones personales y se da generalmente que se enamoran de otro maestro. En el segundo rango están las que se casan con personas que tienen otra actividad.

Otros ya están solos y mantienen a sus hijos. Ya no soportan otra pareja en su casa y los menos que siempre han vivido solos, viviendo con familiares, siendo la “tía” para todos. Estos últimos también ejercen el derecho a su independencia viviendo solos.

Cuando se habló de que los maestros disidentes también tenían familia, se hablaba de cómo le hacen con los hijos, la comida, lavado de ropa, etc.

Hemos asistido a casi todas las manifestaciones de los maestros en contra de la Reforma Educativa y puedo afirmar que la mayoría de los asistentes son mujeres de todas las edades.

Se puede pensar que la mujer, quienes llevan generalmente la carga familiar, tienen más “ovarios” que los maestros. Miren: el coraje de las mujeres es diferente y son fieles a sus causas. Es raro conocer a una mujer titubeando entre las aguas frías y calientes, y claro en las manifestaciones les dan el trabajo más rudo a los hombres.

En otras circunstancias se les regalaría una flor roja por la pasión que le meten a su movimiento. Estas mujeres, que atienden a sus maridos ¿cómo le hacen para que les cuiden sus hijos, además que reciban clases para no atrasarse?

Nunca hemos creído que una madre busque el mal por los hijos. En un día normal de clases pueden meter a sus hijos a la misma escuela y entrar y salir con ellos. Después llegar a darles de comer y hacer la tarea.

Por la situación económica, obliga a los maestros a tener dos plazas para mantenerse con mucho esfuerzo entre la clase media. Tienen su casa decorosa, van pagando el automóvil y soportan estoicamente el mal servicio médico. Los niños, cómo se enferman por la creciente contaminación y alimentación chatarra que se come.

Pero el tesoro más grande que tienen estas mujeres, son los hijos. Cuando hay clases, se lleva una vida normal de esfuerzos; pero cuando están en vacaciones, los niños destrozan sin querer las cosas.

Ahora que andan en protesta, a los niños los dejan con la mamá o las vecinas, cosa que no les gusta porque las madres eduquen mal o bien a los hijos deben estarlos viendo. Se van a protestar con el pendiente de los hijos: “¿Los cuidarán bien? ¿Comerán a sus horas y bien?”

Estas mujeres están actuando a fondo en su protesta contra la Reforma Educativa, porque unos le dicen que no pasara nada y con las protestas va a seguir todo igual. Unos le dicen que ya cayeron los Callejas de la sección 32 del SNTE, porque tienen tomadas sus instalaciones.

Los desalientan las traiciones. Las pone triste que no exista coordinación entre las regiones del estado y ya entró la preocupación de que en el plantón en México, los miembros de la Sección 22 de Oaxaca (quienes empezaron este relajo) en Asamblea General ganaron con mantener el paro con 4966 votos, contra 4478 que votaron por regresar a clases. Sólo la diferencia fue de 488 sufragios.

Aunque cree justa su causa, no dejan de resentir que en la calle cada día aumente la presión de la sociedad contra ellos y más cuando las “amenazan” de que ya saben dónde viven y ahí le van hacerle lo mismo para que vean lo que se siente cuando están parados por horas en una carretera donde ni las necesidades primarias se hacen en privacidad, y qué decir de aquellos que están enfermos y necesitan sus medicinas.

Ya se preocupan que a medida que pasan los días, cada vez son menos. Las maestras quisieran que el problema terminara ya con su triunfo, pero ven que cada día sus compañeros varones ejercen más violencia contra sus mismos compañeros para que no vayan a clases.

Ya el término de “Paro Indefinido” creía que era una amenaza contundente, pero su contraparte que son los padres de familia --quienes no saben de Reforma Educativa ni les importa cómo viven los maestros-- exigen cada día mas violentamente clases.

Ya en una ventanita se asoma la pregunta de que si me corren “¿con qué voy a mantener a mis hijos”. Los que tienen maridos en otra actividad, tal vez digan a sus mujeres maestras “no importa que te corran, yo te mantengo.” No es eso, porque saben que la vida es de altibajos, además que se quieren sentir útiles, en una noble profesión que escogieron.

Ojalá entre la razón en todos. Ya se dijo que lo óptimo lo vamos alcanzar en 10 años. Se puede entrar en resistencia dando clases. Se puede destituir a los líderes en clases. Si todos llevaran el tiempo de los sucesos en la república, sabríamos que todo se puede hacer.

La Reforma Educativa no es perfecta, pero sí perfectible, además es lo único bueno que tenemos. Los líderes magisteriales no son eternos. Se está en contra de la represión. Una cosa es la CONTENCIÓN que se hace a los “anarquistas” que atacan a las policías y otra es la REPRESIÓN.

Nadie va a obligar a los maestros a volver a clases. Las únicas armas del gobierno son los padres de familia y el salario: ya lo vemos en el Distrito Federal, donde se aplicó descuentos a más de 32 mil maestros que no han trabajado y muchos se van a la calle.

En Oaxaca no se les paga el salario, pero el que resultó más extremista es el gobernador de Chiapas, quien ya contrató a 800 profesionistas para dar clases en las telesecundarias. Si los consejeros son los maestros de Oaxaca, qué mal, porque tienen a la niñez y a los jóvenes en 10 años de retrasos en comparación a otros estados.

¿Eso quieren para sus hijos los maestros de Veracruz? Los oaxaqueños dicen que no importa que no les paguen. Si eso fuera cierto, no tendrían la cerrada votación en el plantón en México para regresar a clases y quién sabe que está pasando en el vecino estado.

El salario es la comida, el pago de luz, rentas, etc. Si los corren, van de por medio los beneficios sindicales, incluyendo el servicio médico. Pero cada cabeza es un mundo.

¿Ya los maestros se preparan para la gran marcha en la ciudad de México el 2 de octubre? No van de fiesta, porque en esta fecha se conmemora un aniversario de la matanza de 1968 y entran todos los grupos anarquistas. Ojalá no haya sangre.