VERACRUZ, MICHOACÁN, CHIAPAS Y EL SUB-MARCOS SUPERSTAR

Columna sin nombre Pablo Jair Ortega www.columnasinnombre.com pablojairortegadiaz@gmail.com 25 de MAYO de 2014

Pablo Jair Ortega

Columna sin nombre

2014-05-25

Finalmente, el Subcomandante Marcos confirmó lo que por mucho tiempo fue acusado: ser farsante, ser una botarga necesaria para el movimiento zapatista. Lo hizo este domingo en un evento donde conmemoró el asesinato de un miembro de sus filas.

Ahí, Marcos dijo que era la última vez que aparecía en público; que ya no era necesaria la farsa del Subcomandante que por años encabezó la lucha rebelde en Chiapas.

Y es que el fenómeno de Marcos en los 90 marcó toda una pauta para la generación juvenil de la época. Eran los tiempos donde los canales de videos musicales también se interesaban en política y fueron agrupaciones como Café Tacuba, entre otros, quienes daban sutil promoción a la guerrilla que se estaba dando en Chiapas. Marcos inclusive grabó una canción llamada “Dignidad Rebelde”.

Acrecentó el espíritu rebelde en los jóvenes de esa generación que comenzaba a ver el mundo de una manera distinta, en otra realidad diseñada por los eventos históricos del momento: la caída del muro de Berlín, el magnicidio de Colosio, la crisis económica nacional por la devaluación del peso que elevó los precios de todo al doble y triple, la caída del PRI-Gobierno, etc. Tiempos donde los discursos del Subcomandante se bajaban del internet, que apenas estaba en pañales.

En periodismo, ¿quién no quiso entrevistar a Marcos? Quizás la más recordada sea la que el monstruo Julio Scherer hizo en coordinación con Televisa, pero fueron varios personajes del periodismo nacional que viajaron a Chiapas para entrevistar al hombre del pasamontañas y la pipa. La entrevista con Ponchito (Andrés Bustamante) es también divertida y para la posteridad. Una foto que quizás no es tan popular como la de Alberto Korda con el Ché Guevara, es precisamente una de Raúl Ortega, donde el subcomandante hace la señal del dedo a la cámara, mientras viaja a bordo de su caballo.

En Francia, el poeta defeño más tabasqueño que el pozol de cacao, Ricardo Ávila Alexander, alguna vez nos comentó que en su estadía en Lyon fue invitado a una estación de radio para hablar como mexicano sobre el conflicto en Chiapas; que dio apreciaciones en general del asunto y eso bastó para que decenas de radioescuchas le pidieran una cuenta bancaria para depositarle a los guerrilleros.

Pero al paso de los años, el fenómeno mediático del Subcomandante Marcos se fue apagando, rezagándose en la maraña del morbo popular. Es curioso, pero ahora San Cristóbal de las Casas (base de operaciones de los zapatistas) ahora es un destino turístico donde empresarios como el cafetalero Domingo Muguira, avecindado en Córdoba, le han invertido millones.

Y ese fue el ocaso, si no es que el legado que Marcos dejó. Su lucha, su figura, su farsa, atrajo la atención del mundo y puso a Chiapas en la agenda internacional; pasó de ser el estado sumido en el ostracismo, a ser punta de lanza en turismo (aunque no deja de haber hambruna y miseria). La estrategia empleada para apaciguar el conflicto fue meterle mucho dinero a la infraestructura pública, construir caminos y espacios turísticos que en ese entonces eran conocidos por pocos.

Se pueden ver más turistas extranjeros en Chiapas que en cualquier otro lado en Veracruz y se puede decir que fue gracias a Marcos. Que su figura y reconocimiento internacional, hicieron que los ojos del mundo voltearan a ese rincón olvidado de México, con todo y sus problemas como pobreza y su gobernador de sololoy.

Marcos llegó a visitar Veracruz y a tener bases en parte de la entidad; lo menos, representantes del Frente Zapatista de Liberación Nacional que actuaron como observadores en elecciones locales y hasta federales. En Soteapan pernoctó cuando realizó la caravana rumbo a la Ciudad de México en el 2001. En la zona de Orizaba ha habido detenciones de personas con propaganda y armas; Zongolica es precisamente caldo de cultivo para el nacimiento de un conflicto armado, como lo demostraron las hermanas Arenas Agis, fundadoras del Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente, cuyos antecedentes pueden registrarse en el TINAM (Unión de Todos los Pueblos Pobres), grupo en el cual se organizaron conscientes de la triste realidad de los indígenas sobajados por los caciques de la sierra y orizabeños.

En Papantla, Marcos tuvo también apoyo y bases zapatistas en 8 municipios; estuvo presente ahí en 2006 y hasta denunciaron que en Coyutla estaba entrenando a los jóvenes indígenas para ser guerrilleros. En general, el indigenismo en Veracruz apoyó el movimiento, pero no por la vía armada, como algunas vez declaró en el municipio indígena de Zaragoza, al sur de Veracruz, Eucario de los Santos, simpatizante del EZLN.

Parte de esa herencia que Marcos deja ante su anunciada desaparición, viene a ser lo que hoy conocemos como Tumín: la moneda propia de comunidades de la Huasteca y Totonacapan, donde todavía se huele a rebeldía, aunque también ya les han aplicado la misma medicina: dinero para infraestructura pública, colocación de monumentos de Teodoro Cano por todo Papantla y, la joya de la corona: la Cumbre Tajín que se viene realizando desde el 2000, a causa de las fuertes inundaciones que afectaron al norte veracruzano a finales de 1999.

Chiapas, como el norte del estado de Veracruz, se convirtieron en un Disneylandia autóctono.

Algo similar está pasando ahora con los nuevos tiempos en Michoacán. Lo que originalmente era una guerrilla para defender a la entidad de los embates de la delincuencia organizada, se transformó en otro cártel paramilitar; de ahí, surgieron los cuerpos de autodefensa, que el gobierno ahora ha institucionalizado y convertido en Fuerzas Rurales, y con la necesaria inversión, metida de dinero a carretonadas, recuperación del estado de derecho y posiciones productivas estratégicas como Lázaro Cárdenas, precisamente para no dejar que otra vez las condiciones sean propensas para un nuevo escenario de gente armada.

En Veracruz, siempre el discurso oficial ha sido negar la presencia de guerrilla y hoy las mentadas “autodefensas”; ahora, desmintiendo hasta la vergüenza, tienen que admitir que estos llamados de la sociedad son los mismos que el Sub Marcos realizó en Chiapas para obligar al gobierno a voltear a una realidad negada oficialmente. El hecho de que el Gobierno Estatal haya concretado la reunión denominada “Grupo de Coordinación Veracruz”, confirma lo que todos los ciudadanos sabemos: la delincuencia se está desatando en la entidad, y por eso los operativos en las regiones de Córdoba y Coatzacoalcos, cuyos resultados ya se empiezan a ver al menos en la parte sur del estado.

Pero el otro asunto, el dinero, dicen los que saben que el proveniente de la federación es etiquetado y retrasado para Veracruz. A la entidad, sencillamente le están cerrando el flujo de capital y apoyo, por lo que se ve oscuro el panorama en el ámbito social, a diferencia de Chiapas y Michoacán.

EPÍLOGO

Llama poderosamente la atención lo que narran pobladores de Banderilla, con respecto a la balacera del pasado jueves 15 de mayo, que el Ejército, a media balacera, se retiró de la batalla; que la Marina ni siquiera llegó al punto; que lo extraño de todo esto es que Seguridad Pública hizo toda la fiesta para ellos solos, y las fuerzas armadas decidieron replegarse… ¿Pos de qué se habrán enterado que mejor dejaron solos a los muchachitos de Bermúdez?