Cuenta pública 2017, el caso de Tuxpan

Luis Alberto Romero

Hora Cero

2018-10-31

En la Gaceta Legislativa del pasado 26 de octubre se incluyó la aprobación del Informe del Resultado de las Cuentas Públicas de los Entes Fiscalizables de Veracruz, correspondiente al ejercicio 2017.

Se trata de la revisión del primer año del gobierno estatal de Miguel Ángel Yunes Linares; y del último de las pasadas administraciones municipales.

En tres dependencias, 11 organismos públicos descentralizados y dos fideicomisos se detectaron irregularidades de carácter resarcitorio.

Por los montos que se manejan, destaca el caso de la Universidad Popular Autónoma de Veracruz, cuyas presuntas irregularidades superan los 240 millones de pesos, aunque también aparecen la Universidad Politécnica de Huatusco, con más de 19 millones de pesos; los tecnológicos de Las Choapas, Pánuco, Perote y Tantoyuca; así como las secretarías de Desarrollo Social, Desarrollo Agropecuario, Protección Civil y Salud.

El Fideicomiso de Inversión y Administración denominado Fideicomiso Veracruzano de Fomento Agropecuario presenta irregularidades por más de 38 millones de pesos.

En ese contexto, destaca que de los 212 municipios veracruzanos, en 58 no se detectaron irregularidades de carácter resarcitorio en la actuación de servidores públicos; en esos casos se encuentran Boca del Río, Orizaba, Pánuco, Veracruz y Tuxpan, entre otros. De tal manera que pueden estar tranquilos los ediles de una cuarta parte de los municipios de la entidad.

En esa lista de los alcaldes de ayuntamientos sin problemas derivados de la auditoría al 2017 se encuentran, por ejemplo, Miguel Ángel Yunes Márquez, Juan Manuel Diez Francos, Ricardo García Escalante y Raúl Ruiz Díaz, entre otros

En el caso de Tuxpan, el mérito de las anteriores autoridades municipales es destacable, dado que en los cuatro años de esa administración, las cuentas le salieron a la perfección al ex alcalde, que cerró su gobierno sin mancha derivada de las auditorías federales y estatales.

Raúl Ruiz entregó un ayuntamiento sin observaciones por irregularidades administrativas o técnicas; le revisó la Auditoría Superior de la Federación y también el Órgano de Fiscalización Superior del Estado y en todas las revisiones resultó limpio. No sólo ello; recibió una administración casi en quiebra por el alto nivel de endeudamiento; tuvo que enfrentar una enorme deuda con proveedores, contratistas, con la banca y hasta con el Instituto Mexicano del Seguro Social; y de todo salió bien: redujo los pasivos, cubrió lo que debía al IMSS y salió limpio a su paso por un ayuntamiento sumamente complicado por las circunstancias en que lo recibió.

Por si fuera poco, la obra pública que dejó el ayuntamiento tuxpeño de Ruiz Díaz le cambió el rostro al municipio; de igual manera, las inversiones federales que llegaron a ese puerto, el más cercano al Altiplano, fueron determinantes para la generación de empleos y para la reactivación económica del lugar.

La autopista México-Tuxpan y la ampliación del puerto de Tuxpan, por ejemplo, son obras federales que contribuyeron al despegue económico de ese lugar, que en los últimos años rebasó a Poza Rica como el principal polo de desarrollo del norte veracruzano.

Así, cuando a la inversión pública se suman la llegada de empresas de la iniciativa privada y una administración municipal con la disposición de trabajar de manera honesta, ocurren casos como el de Tuxpan, cuyo ayuntamiento fue evaluado en muy buenos términos por las agencias calificadoras Fitch Ratings y Moody´s.

El tuxpeño Raúl Ruiz no es un político tradicional; es un ganadero, empresario y una buena persona que decidió incursionar en la política. Hace meses me comentaba que al terminar su periodo en el Ayuntamiento regresaría a su rancho y a circular por las calles de Tuxpan con la conciencia tranquila. El resultado de la auditoría al ejercicio 2017 dice que logró su objetivo.