Dos Iglesias, un mismo problema

Arturo Reyes Isidoro

Prosa Aprisa

2013-09-30

Sobre la reforma educativa y sus consecuencias, contrario a la posición de la Arquidiócesis de Xalapa, que demanda un “diálogo de altura”, que pide tomar en cuenta “la trayectoria y dedicación de tantos maestros honestos y profesionales que tienen una percepción negativa de la reforma y por eso están manifestando su inconformidad para ser escuchados”, que “exige resultados a nuestros gobernantes” (boletín del 15/09/13 suscrito por el presbítero José Juan Sánchez Jácome), el obispo de la Diócesis de Veracruz, Luis Felipe Gallardo Martín del Campo, opta por la mano dura y de hecho pide ya palo para los inconformes.
Según publicó el diario Notiver (27/09/13), el prelado dijo que el Gobierno federal se ha excedido de “tolerancia” para solucionar el conflicto magisterial.
Luego se señalar algo que es muy cierto, que las manifestaciones de los docentes comienzan a causar afectaciones a la población, señaló que el magisterio asumió una posición radical que impide el diálogo con las autoridades, lo que hace imposible una solución.
“Creo que a veces, pero muchas veces, no es que sea falta de capacidad, pero sencillamente cuando las posiciones son radicales y no se van a bajar de su macho, pues definitivamente no es posible el diálogo, punto, entonces hay que actuar”, pide dejar de actuar “con tibieza”.
Y de su ronco pecho se echó un solo de advertencia, como si él fuera la autoridad educativa: pidió a los inconformes no confundir la aplicación de la ley con la represión, ya que, a su parecer, no ha existido ningún tipo de agresión o violación de derechos humanos.
“Más que manifestarse es provocar dificultades o problemas, como torcerle la mano, hacerle mano de puerquito, como se dice, al gobierno a base de este tipo de manifestaciones que bloquean autopistas, avenidas, ciudades; ha habido un exceso”.
(Me parece que los encabezados sacaron de contexto la declaración del párroco de la Catedral de Xalapa, Rafael González, el sábado, atribuyéndole que se lanzó contra los docentes. Una lectura atenta de su declaración deja muy claro que acepta que ha habido dificultades para llegar al centro de la ciudad y a la Catedral, pero dijo que no ha habido “una disminución muy grande” de feligreses, que no ha habido cancelación de ceremonias, sólo retrasos, y que la Iglesia católica ha estado pendiente del avance del movimiento magisterial en la entidad. Contrario a la actitud del obispo Gallardo Martín del Campo, declaró que se ha hecho un sinnúmero de oraciones pidiendo porque el problema pronto acabe y que nadie sea afectado, además de que insistió en que se pide que no haya violencia. “Hemos tenido demasiadas horas de oración para pedir que el conflicto se resuelva de manera justa y cuando digo de manera justa quiere decir sin que se lesionen los derechos laborales de los trabajadores de la educación… Todos tienen todo el derecho de manifestarse, sólo pedimos que todo se haga en justicia”.)
Ahí están, dos posturas de la Iglesia ante un mismo problema, la conservadora y la liberal, la que ve sólo por el orden e ignora la justicia social, como en la época del porfirismo, y la que privilegia las condiciones de los hijos de Dios y de la Iglesia misma, sus condiciones sociales, por encima de lo que, considera, puede constituir una injusticia, así como del orden por el orden mismo.
¿Palo, garrote, la fuerza pública, o diálogo, negociación y acuerdo?
Y para todo esto, ¿y los niños, se supone el objeto central de la reforma?
Desencantan los jóvenes en el poder
¿Desencanto con los jóvenes, con los políticos y los gobernantes jóvenes? ¿Han resultado un fiasco, malos políticos?
Me llamó mucho la atención una declaración-queja al diario Notiver (27/09/13) del presidente de la Asociación de Hoteles y Moteles de la zona conurbada Veracruz-Boca del Río-Medellín, Ezequiel Guzmán Arango, pidiendo con urgencia la vuelta de los viejos políticos para resolver los problemas de su sector.
Su declaración a la reportera-columnista Sandra Segura es muy clara y contundente: “Se necesitan los operadores políticos para decir: a ver señores, sus demandas no son escuchadas, vamos a trabajar para que los escuchen, pero ahí se necesitan buenos políticos, ahora sí, diría yo, políticos viejos, que ya los actuales no remedian nada”.
Guzmán Arango se quejó por los duros momentos que pasa su sector a causa de varios factores que, unidos, están provocando una merma en la ocupación hotelera: los fenómenos naturales, los conflictos sociales, el incremento a la gasolina y el mal estado de las carreteras.
Hombre con una gran y reconocida trayectoria en la zona conurbada (hotelero, ex candidato suplente priista a la alcaldía de Boca del Río, presidente de comités de carnavales, ex director de Turismo estatal y municipal, etc.), por lo que hace a los conflictos sociales, no se anda por las ramas y hace un señalamiento directo.
“De los conflictos sociales expresó que afectan desde el punto de vista que al Gobierno estatal le urgen buenos y eficaces operadores políticos que puedan resolver conflictos como el de los cañeros que afecta con bloqueos las carreteras veracruzanas”.
Una cosa se puede deducir: el dirigente hotelero deja entrever que sus demandas no son escuchadas y que no ve operadores políticos resolviendo problemas y está dando a entender que los políticos de antaño sí operaban y eran eficaces.
Como quiera que sea, su opinión debiera servir para tomar nota y actuar en consecuencia. Si critica es porque no ve resultados en su sector. Algo está pasando.
Nadie cacareó el huevo
A veces me pregunto si es mi estado de ánimo, porque siento una atonía oficial en el estado (“atonía. Falta de energía, vigor, fuerza”. Diccionario de la Real Academia Española), pero luego se dan hechos que me hacen pensar que no soy yo.
El diario Reforma publicó ayer a página entera, en el suplemento comercial “sociales”, una nota y datos sueltos de la inauguración de una tienda Liverpool en Tuxpan el pasado jueves 26 de septiembre.
Según la información, de esa forma la empresa “contribuye a mejorar la calidad de vida de un gran número de familias generando 353 empleos directos y 547 indirectos”, esto es, 900, lo cual, ante las condiciones del país que sufrió una desaceleración económica en el primer semestre del año y está en riesgo de caer en recesión, según el Bank of America Merryll Linch y la agencia Reuters (La Jornada, 26/09/113), no es poca cosa (la inversión fue de 420 millones de pesos).
Se agrega que con Liverpool Tuxpan son ya 11 las tiendas de la empresa, por lo que Veracruz es el estado que mayor número de almacenes de esa firma tiene en la república.
Pero a la inauguración no fue siquiera el secretario de Desarrollo Económico y Portuario Erik Juan Antonio Porres Blesa y enviaron a un funcionario de segundo nivel, el subsecretario de Promoción y Desarrollo Empresarial, un señor que se llama Baruch Barrera Zurita.
Pienso, era como para haber cacareado el huevo y la gallina que lo puso, haber hablado, además de la creación de empleos, del atractivo que resulta Veracruz para los inversionistas (un almacén de ese tipo para instalarse hace estudios de mercado, confirma viabilidad económica, condiciones labores, sociales y de seguridad, entre otras cosas), de que las movilizaciones y los bloqueos no han inhibido a los hombres del billete grande para venir al estado, de que confían en las autoridades, en fin.
Más que discursos, declaraciones o frases hechas, los hechos son los que hablan. Ahí está, un signo positivo de que no todo está mal en Veracruz como señalan los críticos del Gobierno, que son muchos. Pero lo bueno se deja perder, no se rescata, no se destaca y a una nota tan importante se le rebaja al nivel de un subsecretario. ¿Quién cuida esos detalles? ¿Quién ayuda al Gobernador? El director de Orquesta requiere también de solistas, de buenos solistas.
¿En esta área harán falta también políticos viejos?