El relevo de Capetillo, ayer

Arturo Reyes Isidoro

Prosa Aprisa

2014-01-24

Sin mayor ruido, Álvaro Cándido Capetillo se fue ayer del Instituto Veracruzano de Educación para los Adultos (IVEA). O lo fueron. Lo conozco pero no lo he tratado mayormente, aunque las referencias que siempre me dieron de él como funcionario del sector educativo fueron buenas; es más, siempre me lo pintaron como una institución porque conoce el área como pocos y me hablaron muy bien de su persona por cuanto a su trato personal con los demás.
Me imagino que por eso llevaba muchos años en el sector educativo del estado y además gozaba del reconocimiento de todos. Por eso se veía difícil que lo quitaran del cargo, e incluso cuando se filtró que lo habían renunciado no se creía. Pero lo quitaron. La única explicación posible es que hubo un interés mayor, tan fuerte que no se pudo evitar.
El interés puede tener nombre y apellido: Emilio Chuayffet Chemor, secretario de Educación Pública, amigo personal del presidente Enrique Peña Nieto y forjador de la Reforma Educativa.
De siempre se ha manejado el aprecio, el afecto y la amistad de Chuayffet hacia Socorro Sandoval Vázquez, la nueva titular del IVEA. Es sabido entre el círculo cercano a la nueva funcionaria que cuando el exsecretario de Gobernación viene a Xalapa o a Veracruz no llega a un hotel sino que se hospeda en la casa de Socorro o viaja desde el puerto para llegar a ese domicilio particular.
¿Si la envió Chuayffet al cargo alguien se iba a oponer?, ¿o si pidió la posición alguien se la iba a negar máxime que ya todo el control de plazas lo tomó la SEP? ¿Acaso habría que considerar a Sandoval Vázquez como un prospecto para el relevo de Adolfo Mota Hernández dentro de 12 meses cuando se vaya de candidato a diputado federal por el distrito de Xalapa Rural? ¿Si en efecto atrás del nuevo nombramiento está la mano de Chuayffet, igual irá a meterla a favor de Jorge Uscanga Escobar, ahora cercano colaborador suyo, para todo lo que viene en el futuro político?
El culto al ego de los funcionarios
La de ayer jueves fue una mañana soleada, inusual para estos días muy fríos de invierno en Xalapa, bonita, esplendorosa, enmarcada por el verdor del patio-jardín donde se sirvió el desayuno y animada por el bullicio de las personalidades ciudadanas que se sentaron a desayunar con la rectora de la Universidad Veracruzana (UV) Sara Ladrón de Guevara.
La anfitriona y presidenta de la agrupación Otero Ciudadano, Leonor de la Miyar, bien: “Qué gusto saber de sus primeros pronunciamientos en los que con firmeza toma partido para preservar lo que merezca permanecer y cambiar lo que haga falta cambiar… Las resistencias, los temores e intereses adversos al cambio están reprobados por la realidad, por la sociedad y por el mundo globalizado y competitivo que nos rodea”.
La rectora, con la sencillez que la caracteriza, arrancando el aplauso espontáneo, sincero, cuando al dar respuesta a un señalamiento de Armando Ortiz –“Víctor Arredondo Álvarez y Raúl Arias Lovillo convirtieron a los centros de investigación en un refugio de compadrazgos”–, universitario, columnista, reprobó lo que llamó “una cultura del culto al ego de los funcionarios”.
Dijo que prefería hablar de las fortalezas que hay en la universidad. Pero argumentó: “Pienso que no hemos sabido comunicar lo que hacemos en la universidad”, y platicó entonces que dio instrucciones a Raciel Martínez Gómez, director de Comunicación Universitaria, que no la ponga más en la portada de Universo “el periódico de los universitarios”, órgano oficial de la máxima casa de estudios. “Saca a los investigadores, a los maestros, a los alumnos… Ha habido falta de información de lo que hacemos los universitarios”.
Apuntaló su dicho: dijo que en la revista Nexos vio una plana utilizada para anunciar el informe del rector “y no para decir: acabo de publicar este libro, esta investigación. Es una cultura del culto al ego de los funcionarios”. Aunque convino en que “hay casos en los que no se cumple (en los Centros de Investigación), quien hace el mínimo indispensable y quien hace el plus”. Y es que Armando le solicitó que a esos “compadres” al menos que se les ponga a trabajar.
Sara, realzando el género: “Más de la mitad somos mujeres en la Universidad Veracruzana, pero somos capaces. Las mujeres cometemos errores, pero también los cometen los varones. En un país y en un mundo de los varones sí podemos hacer un compromiso de género, decirles a nuestras jóvenes estudiantes que sí podemos alcanzar nuestras metas”.
Fue tal el entusiasmo que despertó su presencia y su intervención que dijo que falta una porra en la UV, como la tiene la UNAM. Se asumió como una servidora pública “y estoy para servir”. Pero fue clara: “Solita no puedo. Quiero ser líder de un cambio de actitud para un trabajo de calidad, pero no es asunto sólo de la cúpula sino de los más de 60 mil estudiantes”.
Lamentó los problemas de inseguridad que afectan a los universitarios. Aceptó que hay problemas financieros. “No es tarea fácil, pero es privilegiada”. Ante la inquietud de los presentes para vincular a los jóvenes con el sector productivo, para que aprendan y agarren experiencia, la Rectora compartió la preocupación. Platicó que fue a la universidad de Nuevo León, en Monterrey: “Aquí hablamos de la universidad para combatir la pobreza. En Nuevo León hablan de la universidad como empresa”.
Y Radio UV, otra inquietud de Armando Ortiz. “No podemos negar, cerrar los ojos” ante los problemas que vive, le dijo. Comentó que ya se tiene la autorización para la reconversión a FM, pero se necesitan 11 millones de pesos para transformar y equipar. “Bienvenidas las aportaciones”. El plazo es de un año. Si en ese tiempo no se hace, se perderá el permiso.
Reunión agradable, amena, interesante. Más con una mujer que es capaz de transmitir confianza, credibilidad, y que con su actitud se gana el aprecio y reconocimiento de todos. Ojalá y no desvíe el camino.
Felicitaciones
No obstante que está en Davos, Suiza, acompañando al presidente Peña Nieto, recibió muchas felicitaciones ayer el coordinador general de Comunicación Social de la Presidencia de la República, David López, con motivo de su cumpleaños. El aprecio, se gana.