Un triunfo de la cultura sobre la política

Arturo Reyes Isidoro

Prosa Aprisa

2014-08-27

El fin de la semana pasada tomaba yo café con el secretario de Desarrollo Económico del Gobierno del Estado, Erik Porres Blesa, y me mostraba documentos, imágenes, cifras, nombres; me platicaba con entusiasmo de los resultados de los trabajos de la dependencia a su cargo, buenos sin duda alguna.
Pero coincidíamos en algo, por la poca difusión que se le da o el poco o nulo interés que suscita en los reporteros o en los medios todo ello: las buenas noticias no son noticia (Erik manejó prensa extranjera en la Presidencia de la República, sabe algo del asunto).
Ello me recordó un artículo que publicó el pasado 8 de agosto en el diario Reforma el escritor Juan Villoro, que tituló “La crítica y la esperanza”, en el platicó que el 26 de julio participó en Morelia en un encuentro de promoción de la lectura en el que durante dos días 150 mediadores compartieron sus extraordinarias experiencias para contagiar la lectura.
“Todos trabajan en forma voluntaria, en condiciones muchas veces adversas. Hay salas en cárceles, escuelas para ciegos, hospitales, zonas de alto riesgo. Los obstáculos representan un curioso estímulo para estos brigadistas de la letra: mientras más difícil parece abrir un libro, más motivos encuentran para hacerlo; no se limitan a cumplir una tarea: encabezan una cruzada”.
Él mismo intervino ante los promotores y después del acto se improvisó una ronda con periodistas. “¿Alguno preguntó por el destino del libro, la promoción de la lectura, la importancia del arte para combatir la inseguridad y los demás asuntos discutidos? Para nada.” Dijo que abordaron lo que les interesaba antes de llegar ahí: las autodefensas, el caso de "Mamá Rosa", la reforma energética, la violencia en el país. “Comparto esos intereses y he escrito sobre algunos de ellos. Pero en mi opinión la noticia era otra.”
Villoro trajo a colación a Italo Calvino, quien escribió que el infierno no pertenece al más allá sino que está entre nosotros, y apuntó: “La resistencia al mal consiste en detectar lo que no es el infierno para apoyarlo y darle espacio”. Dijo en la rueda de prensa que los impresionantes esfuerzos de los mediadores no podían ser desechados a causa de la mala salud de la República, esto es, de sus problemas.
“Al día siguiente las notas ignoraban el acto de hora y media y se concentraban en la entrevista de diez minutos sobre temas ‘noticiosos’”, se lamentó.
Apuntó algo a mi juicio interesante, que comparto plenamente: “No se puede cambiar el mundo sin empezar a cambiarlo. La construcción de la esperanza supone la derrota de nuestro propio pesimismo. Por desgracia, los primeros pasos que se apartan de la norma no suelen ser vistos por quienes piensan que la conciencia crítica consiste en repetir que todo fracasó. La necesaria condena de las numerosas lacras nacionales provoca que en ocasiones dar una buena noticia parezca una claudicación”.
Concluyó diciendo que rara vez se toman en cuenta las profundas repercusiones políticas de los actos culturales, científicos, médicos o educativos. “Quien trabaja en la sección ‘nacional’ y se asoma a un encuentro sobre el libro, pregunta por Peña Nieto, que no pudo decir los nombres de tres libros. Un extraño y perverso triunfo de la política sobre la cultura”.
Algo parecido le ocurrió a Elena Poniatowska el pasado 2 de agosto cuando vino a Xalapa a participar en la Feria Internacional del Libro Universitario para presentar y hablar sobre su libro Universo o nada, una biografía del astrónomo Guillermo Haro, sobre lo que nada reseñó la prensa y en cambió sólo se ocupó de la breve entrevista que le hicieron sobre las reformas estructurales de Peña Nieto.
El pasado 31 de marzo, en “Prosa aprisa” (“Veracruz-Boca, guerra de sinfónicas”) dije que me llamaba la atención el anuncio de la creación de la Orquesta Filarmónica de Boca del Río por parte del Ayuntamiento panista que preside el joven Miguel Ángel Yunes Márquez.
“Me llama la atención esa empresa, sobre todo porque en Boca del Río, que casi es decir el puerto de Veracruz, sus habitantes se caracterizan por su preferencia hacia la música alegre, tropical, popular, lo que ya es una verdadera tradición, y de ahí el enorme éxito que tenía el Festival Internacional de Salsa, por lo que habrá que seguir con interés el desarrollo del proyecto. De que es bueno, ni quien lo dude. Habrá que ver si pega”.
El 22 de abril me volví a ocupar del asunto (“La filarmónica va”) cuando Mario Fernández Sánchez, de la Dirección General de Vinculación de la Universidad Veracruzana, me transmitió un “recuerdo de viejo”:
En el año de 1979 el entonces rector de la UV Roberto Bravo Garzón fundó en el puerto de Veracruz una pequeña ‘Orquesta Sinfónica de Veracruz’ dirigida por el Maestro Manuel de Elías, la que nunca llenó la sala en el puerto, por lo que empezó a dar conciertos en Xalapa donde tuvo gran éxito. El resultado no se hizo esperar: al llegar Agustín Acosta Lagunes a la gubernatura sustituyó a Bravo Garzón por Héctor Salmerón quien disolvió la naciente orquesta por razones de presupuesto.
En lo que llamaría ahora un feliz y alentador triunfo de la cultura sobre la política, el pasado 19 de agosto el alcalde Yunes Márquez me hizo llegar información anunciando que el próximo 19 de septiembre, a las 20:00 horas, la Orquesta Filarmónica de Boca del Río abrirá su temporada inaugural de conciertos en el teatro Fernando Gutiérrez Barrios y que el maestro Jorge Mester será el director titular –ha dirigido las mejores orquestas del mundo como la Boston Symphony, la Philadelphia Orchestra y la Royal Philharmonic de Londres–. Por lo pronto, el domingo pasado debutó en un tradicional café de la zona conurbada Veracruz-Boca del Río haciendo un flashmob (multitud instantánea) y ejecutando “El Huapango de Moncayo” con Alberto de la Rosa en el arpa
Aparte se tiene el programa de educación musical “Orquestando Armonía”, con el cual se vinculará académica y musicalmente a 200 niños de escasos recursos para que formen su propia orquesta infantil, así como una temporada de recitales de música de cámara en escuelas, iglesias, asilos y hospitales de la ciudad, con la finalidad de llegar a los sectores más desprotegidos de la sociedad.
La nueva Filarmónica, pues, es un hecho y no se puede ignorar. Este, sin duda, es un feliz y alentador triunfo de la cultura sobre la política.
Otra buena conferencia
Sin duda alguna, don Eliseo Mendoza Berrueto es todo un compendio de la política mexicana. Exgobernador de Coahuila, diputado federal, senador, presidente de la Gran Comisión de la Cámara de Diputados, subsecretario federal en varias dependencias, figura relevante en los años 60, 70, 80 y todavía 90 del siglo pasado, Erick Lagos Hernández y Fernando Sánchez García, secretario de Gobierno y director general de Desarrollo Político e Institucional de esa dependencia, respectivamente, lo traen este miércoles a Xalapa a dar la conferencia “Diálogo político, instrumento para la transformación de México”. Cuánto conocimiento no habrá de transmitir. Será un gusto escucharlo y aprenderle. Su charla será a las 17:45 de la tarde en un hotel contiguo a la Torre Ánimas.