Repensar el Estado
JAVIER ROLDÁN DÁVILA
La insoslayable brevedad
2020-04-03
A este ritmo, pronto se cumplirá el viejo sueño de la igualdad: todos seremos pobres
El pacto social es algo muy sencillo: el individuo se allana a las reglas del Estado y este vela por el bienestar del mismo. No obstante, aún en el Primer Mundo, el Estado es deficitario en sus deberes para con las mayorías, trátese de seguridad, salud o educación y en muchos casos, de la suma de todos los satisfactores que el ciudadano espera.
Todo indica, que (casi todos) los gobiernos del mundo centran, sus esfuerzos en ofrecer conectividad a las nuevas tecnologías de la información, como si esto fuera el summum del bien común. Cumplimos, ya pueden acceder al Facebook (censurado), presumen ufanos.
Este falaz concepto, de que la prosperidad está asociada al acceso o posesión de gadgets, permite que las elites creen un mundo feliz, justamente, a través del bombardeo de propaganda por los artilugios señalados, la riqueza se mide en likes.
La cuestión radica en que ante la desatención de sectores prioritarios, como la salud, el COVID19 desnudó la fragilidad del Estado contemporáneo, que no tiene capacidad de respuesta ante una pandemia, llámese Estados Unidos, Italia, Ecuador o...
El crimen organizado es más eficaz en su proceso de globalización, que las políticas que lo combaten, el coronavirus más veloz, que todos los bits que se le pongan enfrente. O lo repensamos o no habrá ventilador mecánico que no reanime.