José Saramago
Campaña polémica
Atanasio Hernández
CONTRACOLUMNA
2020-07-24
“¿Qué derecho tiene un señor o señora de creer que por escribir una columna tenemos que creer que es verdad lo que dice?”.
Hace unos días el Ayuntamiento de Xalapa emprendió una campaña de propagada que busca que todo mundo use cubreboca al salir de su casa, ya sea a espacios públicos o laborales, abiertos y cerrados. Esto no sólo es comprensible, sino necesario, pues la dispersión del virus SARS Cov-02, causante de la enfermedad COVID-19, se ha recrudecido en el municipio durante los últimos dos meses.
Basta checar la estadística: casi 900 casos confirmados durante junio y lo que va de julio, para darse cuenta de la urgencia de hacer conciencia del peligro entre la población. El saldo, hasta el momento, rebasa los cien muertos y un acumulado, a partir de marzo, que pronto llegará al millar.
El asunto es que el primer impacto de la información, al que los ciudadanos respondieron medianamente, pasó al archivo del olvido y con el sistema de semáforo –que causó confusión en un inicio– la disciplina se relajó, de tal suerte que vemos a muchas personas en las calles, el transporte público, los comercios y centros de trabajo sin mayor protección.
El número de infectados se disparó dos semanas después del Día del Padre, cuando se comenzó a tener cifras sobre los efectos del festejo, y desde entonces la incidencia ha ido en aumento. El peor día, el lunes 6 de julio, se contabilizaron 56 casos confirmados.
A ello debe sumarse la situación crítica en los hospitales y centros de atención, muy próximos a saturarse, así como la inexistencia de oxígeno y otros medicamentos que ayudan a mitigar los efectos de la enfermedad. En las redes sociales existen testimonios de quienes han padecido un verdadero Viacrucis al tener a un familiar enfermo.
En fin, que hay a quienes no les gusta la campaña del Ayuntamiento, que han calificado como “cruda”, “inapropiada” y hasta “ridícula”, pues muestra imágenes con referencias diversas, desde películas de moda hasta refranes adaptados, con la conclusión de que usar cubreboca es nuestra realidad, la Nueva Normalidad.
Ciertamente esta propaganda ha causado polémica, pero una cosa es segura: provoca escozor, pero no indiferencia. De ahí que unos la apoyen y otros la critiquen duramente, aunque se exhiban y vean más papistas que el Papa. Si la idea era que la gente volteara a ver el mensaje, la campaña puede considerarse un éxito… nadie es monedita de oro para caerle bien a todos.
Y digo que el asunto ha llamado la atención porque hasta mi hijo, que vive en la Ciudad de México, retwitteó y compartió una de las imágenes, que comentó largamente junto con sus amigos que permanecen en Xalapa.
No hay que olvidar el factor político, pues la carrera electoral de 2021 se adelantó y múltiples personajes están tratando de llevar agua a su molino. Las redes sociales jugarán, sin duda, un papel importante en el proceso del año próximo y resulta muy tentador criticar o irse sobre una institución gubernamental; en este caso del Gobierno Municipal de la capital del estado.
Independientemente de su forma, creo que lo verdaderamente importante es que la campaña tenga algún efecto positivo entre la población. Si salva una vida, valió la pena, pues la publicidad y la propaganda son como el pan con mantequilla: a algunos les gusta y a otros, no.