El jueves pasado, en su conferencia mañanera, el presidente Andrés Manuel López Obrador dio a conocer la detención de Efrén Martínez Gómez, alias El Fantasma, así como de su escolta Nery Armando, en un operativo ejecutado el 30 de marzo en el sur de Veracruz, en el que se coordinaron solamente las fuerzas federales de la Guardia Nacional, Sedena, Semar y la Fiscalía General de la República (FGR).
El operativo, que se realizó por aire y tierra en el municipio de Zaragoza y en las zonas rurales de Cosoleacaque y Minatitlán, causó extrañeza porque el 5 de febrero de 2022, hace más de un año, agentes de élite de la Guardia Nacional (GN), del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y del Centro de Fusión del Inteligencia (Cerfi) y elementos militares del 3° Batallón de Infantería se habían presentado en una carrera de caballos clandestina en Texistepec y sorprendieron al líder criminal, lo interceptaron, interrogaron, tomaron fotos de él y sus documentos personales, así como de su esposa… y lo dejaron ir luego de constatar que su nombre era Efrén Martínez Gómez.
Supuestamente, el operativo sólo tenía la intención de obtener la identidad de “El Fantasma” o, al menos, eso se reportó en un informe secreto que el servicio de inteligencia del Ejército envió a los altos mandos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), incluido el general secretario Luis Cresencio Sandoval, el cual fue obtenido por el portal 24 HORAS entre los cuatro millones de documentos hackeados por el grupo Guacamaya.
Pasaron seis meses y, en agosto de ese año, según otro informe confidencial, Martínez Gómez fue catalogado como uno de los blancos prioritarios del Ejército en el país, al ser considerado uno de los principales generadores de violencia en el sur de Veracruz, como jefe de plaza del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Pero, hasta ese momento, El Fantasma no contaba todavía con ninguna orden de aprehensión, pese a que inteligencia militar lo ubicaba ya como líder de “extorsión, secuestro, tráfico de droga y personas, robo de hidrocarburo, portación ilegal de armas de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas y homicidio” en el sur veracruzano.
En febrero antepasado, el líder del CJNG fue detenido cuando sus comunicaciones ya estaban intervenidas, por lo que se logró saber a detalle que acudiría a una carrera de caballos clandestina en los carriles Gringo Watson, de Texistepec. Lo interceptaron cuando iba por su caballo, “El Chema” para que compitiera en una carrera. Él y su esposa viajaban en una camioneta Grand Cherokee de reciente modelo, pero detrás de ellos los acompañaba el convoy de sus lugartenientes, en camionetas Tacoma y Sierra Denali, con remolques para equinos.
Al ser detenido, El Fantasma, según el reporte confidencial, colaboró con los integrantes del operativo, les señaló que era ganadero, y luego de una revisión de los datos de la camioneta en que viajaba y una inspección física, se determinó: “no con reporte de robo; de igual forma no se le encontraron indicios que lo relacionaran con alguna actividad ilícita a fin de llevar a cabo alguna acción judicial en su contra”.
Tras dejarlo libre, se reportó que “personal Militar implementó el operativo correspondiente estableciendo Seguridad a inmediaciones del lugar del evento y un puesto militar de seguridad (…) lográndose obtener la identidad de Efrén Martínez Gómez y de su esposa”.
Hoy, a más de un año, finalmente El Fantasma ya está tras las rejas. ¿Será mera coincidencia que su detención se diera seis meses después de la renuncia del regiomontano Hugo Gutiérrez Maldonado a la Secretaría de Seguridad Pública de Veracruz, al que en un video difundido en enero de 2022 por sicarios del CJNG y su brazo armado en la Cuenca del Papaloapan conocidos como Los Cuatro Letras le reconocían su “imparcialidad” en la disputa que sostienen en territorio veracruzano con el Cártel de Sinaloa?
PRECISIÓN
Por cierto, un acucioso lector de esta columna nos hizo la observación de que Erick Alejandro Roca Andrade, hijo de Dámaso Luis Roca Burgos –primo en segundo grado del secretario de Gobierno, Eric Cisneros Burgos–, no está recluido en el penal de Pacho Viejo, en el municipio de Coatepec, sino que se encuentra internado en el reclusorio de Pánuco, en el norte del estado, donde asegura que está resguardado en un área exclusiva, con todas las atenciones y comodidades que sólo un influyente personaje le puede prodigar.
Como ya lo comentamos ayer, al supuesto sobrino de Cisneros Burgos se le oye confesar en dicho video grabado y difundido por el brazo armado del CJNG en la región de Cosamaloapan, que “mi tío me contrató hace unos meses, yo me encontraba en el estado de Quintana Roo, me ofreció trabajo y cinco millones de pesos para que yo reclutara a sicarios para calentar la plaza en la Cuenca del Papaloapan, ya que el secretario de Seguridad Pública, Hugo Gutiérrez Maldonado, no quiere jalar (sic) con el Cártel de Sinaloa”.
El titular de la Segob, como también lo apuntamos aquí, negó en su momento el parentesco con Roca Andrade y afirmó que él no tenía familiares en el gobierno ni en la delincuencia.