YUNES, MALA PAGA

Se decía en la entrega anterior que Miguel Ángel Yunes Linares, político ex priísta y ahora panista, anda que no lo calienta el sol porque ya no hay padrinos en el poder ejecutivo federal que le cubra sus desvíos de recursos, pederastías, homicidios y persecución a líderes sociales, así como a periodistas.

Su espacio nacional se le acabó a la llegada a la Presidencia de la República de Enrique Peña Nieto. Su amigo Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación, no se atreve a meter a las manos por el “choleño” (originario de Soledad de Doblado) porque ya no saben porque delitos lo van a detener. Debe tantas.

En política no hay amigos, sólo intereses; pero hay veces, como le sucede a Miguel Ángel, que toman las cosas de manera personal y todo político que pudiera ser un peligro a su proyecto les inventa chismes periodísticos o de plano espía de manera abierta a sus adversarios, causándoles daños.

En 1982, Fernando Gutiérrez Barrios deja la Secretaría de Gobernación para irse a Caminos y Puentes Federales como vía para llegar a la gubernatura de Veracruz. Una de las cosas que no le gustaba al entonces gobernador Agustín Acosta Lagunes, quien era un Alemanista de cepa (ya que su hermana Paquita había sido secretaria particular del ex presidente Alemán) era que Don Fernando le impusiera a Dante Delgado en los cargos. Lo hizo delegado de la SEP y subsecretario de Gobierno.

Lo que no aguantó es cuando le ordenaron desde México que Dante Delgado sería el nuevo presidente del PRI estatal en lugar de Ángel Leodegario Gutiérrez, quien había hecho un buen trabajo, pero fue mandado a Prensa del Estado.

El presidente Alemán muere el 14 de mayo de 1983. Mientras vivió, nunca le permitió a su hijo del mismo nombre que se metiera a la política, y éste se dedicó al periodismo en televisión y prensa escrita.

En 1986, como estaba programado, Don Fernando Gutiérrez Barrios fue gobernador de Veracruz, llevando como secretario de Gobierno a Dante Delgado Rannauro. A los dos años, Don Fernando se integra al gabinete del presidente Carlos Salinas de Gortari como secretario de Gobernación y Dante, desde 1988, complementa el periodo como gobernador hasta 1992.

Desde 1989, con la llegada a la Secretaría General de Gobierno de Miguel Ángel Díaz Pedroza, Dante --con una actividad muy activa en el estado-- decía sin titubear que el próximo gobernador iba a ser Miguel Alemán Velasco y que nos pusiéramos de acuerdo con Díaz Pedroza.

En 1991, Miguel Alemán Velasco es senador de la república con la más alta votación de nuestra historia de más de un millón y medio de votos. Con esa votación no había duda que el candidato para la gubernatura era Miguel Alemán, pero Carlos Salinas nos tenía la sorpresa de que el candidato fuese Patricio Chirinos Calero, titular de la SEDUE.


El día 1 de diciembre de 1992, Dante Delgado le entregaba el poder a Don Patricio. La relación desde la candidatura fue fría y más porque en el equipo entrante estaba Miguel Ángel Yunes Linares. No se sabe en qué momento entonces Dante empezó hablar de que le había entregado 70 mil millones de pesos a Yunes Linares para la campaña.

Desde que Miguel Ángel llego a la Secretaría de Gobierno, éste empezó a espiar a los senadores Gustavo Carvajal y Miguel Alemán. Se llegó a decir que su “oreja” era el senador Eduardo Andrade Sánchez, por lo que los dos trataban de evitarlo.

Cuando en 1994 matan a Luis Donaldo Colosio, nombrándose sustituto a Ernesto Zedillo, el odio de Yunes Linares aumentó porque Dante era compadre del próximo presidente de México.

Dante no fue nombrado en el gabinete y para alegría de Yunes, el ex gobernador se pelea con el presidente Zedillo anunciando el 28 de noviembre de 1996 que formaría el partido Convergencia por la Democracia. Era la oportunidad: convencen a Zedillo de meter a Dante a la cárcel y se concreta en su casa ubicada en la Ciudad de México el 17 de diciembre de ese mismo año, siendo internado en el penal de Pacho Viejo, cerca de Xalapa.

El odio de Miguel Yunes Linares fue mas allá, cuando a Dante lo mezcla con la población general y hubo un intento de apuñalarlo. Fue tal el escándalo que tuvieron que darle una celda apartada y resguardada.

Tal vez haya muchas maldiciones para Yunes Linares, pero no podía haber más condena para el secretario de Gobierno al ver cada jueves haciendo fila a la señora Teresita Peñafiel de Hernández Ochoa para ver a Dante: era la viuda del gobernador que había impulsado a Yunes.

Así que en 1996, tanto el fiscal Víctor Manuel Ferradón Lagunes como el juez Laurentino Sosa Capistrán, junto con el presidente del tribunal Julio Patiño Rodríguez, faltando a las leyes, condenaban a un hombre por mas de 450 millones de pesos, cuando el delito de peculado había fenecido su persecución un año antes.

Dante sale libre mediante un amparo federal de 4 párrafos donde decía que los delitos imputables a los servidores públicos sólo se podían aplicar hasta el tercer año de dejar el poder. El ex gobernador recobra su libertad el 24 de diciembre de 1997.

Por su parte, Miguel Ángel ya se sentía candidato a la gubernatura. Miguel Alemán se había ido a Televisa a la muerte del “Tigre” Azcárraga y los demás precandidatos no contaban para él.

Cosas del destino: Yunes se regresa al PRI en 1997 y pierde 107 ayuntamientos. El 13 de marzo de 1998, Miguel Alemán renunciaba a Televisa para ser el candidato a la gubernatura de Veracruz.


En política nada es casual. El día de la toma de posesión de Miguel Alemán, Julio Patiño Rodríguez pidió licencia dos días antes alegando malestares de salud. Alemán no lo quería a su lado por prestarse a los intereses de Yunes para perjudicar a Dante.

Contra todos los pronósticos, Yunes Linares, peleado con la clase política veracruzana, se le pega al gobernador Miguel Alemán. En las fiestas se abrazan como hermanos. Todo era culpa de Chirinos. En el 2003, Alemán pelea para que Yunes fuera diputado plurinominal.

Ya en el cargo, Miguel se pelea con Madrazo y con Alemán, diciendo en la Cámara de Diputados que el gobernador veracruzano quería matarlo, lo que obliga al presidente del Congreso a enviar un oficio de custodia para su legislador, mismo que se cumple trayendo el choleño una pila de patrullas policiacas cuidándolo.

No contento con atacar a Miguel Alemán de asesino y ratero, en el 2004, a través de spots de televisión, Yunes dice que Alemán no sabe gobernar y otras lindezas. Ya entonces se vislumbraba que el choleño estaría como operador del panismo en Veracruz, aunque no le dieron su candidatura.

Fue sumado al panismo jarocho para ayudar al candidato Gerardo Buganza, quien tuvo una excelente votación en el estado, pero también fue traicionado: lo mandaba espiar con Jorge Iván Castillo “Tiburón”, ex comandante de la policía del puerto de Veracruz, quien estaba relacionado directamente con Yunes.

Así es Miguel Ángel Yunes Linares: no se conoce a un político que lo haya ayudado y no le haya mordido la mano. De naturaleza trepadora y traidor.