VIOLENCIA MAGISTERIAL

Dice el dirigente del PRI nacional que su partido está dispuesto a tomar las calles para que se apruebe el proyecto energético de Enrique Peña Nieto. Estar llamando a tomar las calles, es un mal planteamiento porque la reforma energética --con cambios constitucionales o no-- es necesaria para el país.

No hacer la reforma energética es un suicidio y para ello hay propuestas del PAN, PRD y el PRI, por lo que no se ven nubarrones en que se pongan de acuerdo los partidos. Lo que puede ocasionar malestar y movilizaciones, es que se obligara a los sindicatos a transparentar las cuotas de sus miembros.

Los más afectados son los sindicatos del petróleo, los maestros de la SNTE y el violento sindicato magisterial CNTE, cuyos miembros están en los estados de Oaxaca, Guerrero, Michoacán y, sobre todo, en el Distrito Federal. El sindicato de TELMEX y del Seguro Social están en el mismo camino, etc.

No se puede entender que el gobierno federal promocione en spots diciendo que la propuesta de Enrique Peña Nieto es la que más se asemeja a lo pensaba el creador de la expropiación petrolera, Lázaro Cárdenas; y su líder partidista, Cesar Camacho, esté llamando a las movilizaciones, cuando no se ha resuelto algo más peligroso: la rebelión de la CNTE por la reforma educativa.

La reforma educativa ya fue aprobada y aun así los del CNTE no estaban de acuerdo y se movilizaron. Ahora se aprobaron las leyes secundarias en donde las condiciones de los trabajadores de la educación no sólo son “paternalistas”, sino que les dan oportunidad de no correrlos por no saber educar a nuestros jóvenes y niños.

Debe usted saber que los maestros que están actualmente, se someterán hasta tres evaluaciones para pasar el examen; y si no lo aprueban, pueden escoger en que los reubiquen en otra área pero no estar frente a un grupo o entrar al programa de jubilación.

Ahora estamos “bien”: tendremos más dizque maestros en áreas administrativas, porque no quieren correr a los que no sirven para educar. Mire: sólo correrán a los nuevos, después que experimenten con nuestros niños por dos años.

El CNTE no quiere ninguna reforma. Sólo quieren no trabajar y seguir manejando las plazas para sus parientes, amigos y queridas. Ellos lo dicen cuando se les pide explicación a su conducta violenta: “Si no se presiona, no se consigue nada”.

La reforma energética es súper urgente, pero más urgente es que nuestros niños no estén en manos en personas que no saben enseñar y tampoco quieren aprender. En este problema el gobierno federal debe entender que la educación no es propiedad de los maestros y menos del gobierno.

Los padres de familia son los verdaderos responsables de la educación de sus hijos. El ejemplo más claro se da en Mitla, Oaxaca, comunidad indígena cansada de que sus maestros se fueran a las marchas de la sección 22 de Oaxaca, por lo que los esperaron y los encararon diciéndoles que su lugar era en las aulas y sus tiempos libres para servir al sindicato.

En Oaxaca por no aceptar la reforma educativa, decretaron un paro indefinido de labores y tienen a más de un millón doscientos mil niños sin clases. Los únicos que tienen educación en el vecino estado, es la región de Mitla, porque sus maestros no se van exponer a que no los dejen entrar a las escuelas.

Los demás se movilizan a la capital del país, donde cometen actos vandálicos y pelean sus derechos con la violencia. Los maestros, hagan lo que hagan, los gobiernos no les quitan los sueldos. Solamente el año pasado, en vez que los niños tuvieran 200 días de clases, sólo llegaron a 100 en uno de los estados más pobres de la república como es Oaxaca.

No se puede tolerar que en las aulas haya acoso sexual de maestros a alumnos; venta de calificaciones por botellas de licor; que lleguen los maestros sólo a que pase el tiempo y no enseñar, etc.

En cuanto al gobierno federal, contrario a lo que pasa en el mundo, sólo invierte en educación un 6% en vez de la mínima internacional de 8%; y todavía ese 6%, nadie de los padres de familia ni el gobierno, supervisa esa inversión.

El destino que todos quieren en el magisterio son las ciudades. El área rural les da urticaria, por eso el gobierno federal debe estar consiente que los maestros rurales gastan más en pasaje, comidas, ropa y todavía mantener a sus familias en las ciudades; pero en vez de ganar más, los rurales reciben de sueldo menos o igual a los que están en las ciudades.

En estos momentos, el centro histórico de la ciudad de México está sitiado por maestros y no maestros de la CNTE, pidiendo que se tome en cuenta sus propuestas, pero ya se sabe que quieren: no trabajar y más privilegios. Ahí está como ejemplo el estado de Oaxaca.

Si los partidos en el PACTO POR MEXICO dan marcha atrás por la presión de los maestros, no habrá reforma que no salve. La educación es el único medio para sacar al país de la mediocridad.

Ahí está como ejemplo Mitla Oaxaca, para parar a estos violentos dizques maestros. Los padres de familia tienen la palabra y el presidente del PRI, en vez de llamar para apoyar al presidente de la república por su reforma energética, que llame a ganar las calles para apoyar a los padres de familia para detener la violencia de los maestros.

Se repite: sin educación no hay reforma que valga.