Marlon falló con Anilú y se fue

Arturo Reyes Isidoro

Prosa Aprisa

2015-06-12

El diario Notiver manejó ayer en exclusiva en su primera plana que el subsecretario de Gobierno, Marlon Ramírez Marín “¡Cae por el carolinazo!” y ofreció dar detalles este viernes. En su columna “Sale y Vale” se dijo que “En las próximas horas” se sabría de su salida y “que en una muestra de vergüenza y honestidad presentó anoche su renuncia al gobernador…”.
En efecto, Marlon había dicho que si perdía Anilú presentaría su renuncia. Y es que días antes de la elección, cuando los dirigentes del PRI estatal fueron a informar al gobernador Javier Duarte y a entregarle las encuestas, que coincidían con otra que había realizado el portal RadioVer.com de Juan Antonio Nemi Dib, que mostraban que Anilú estaba hasta abajo, Marlon dijo que estaban mal, que la candidata iba bien tanto que si perdían presentaría su renuncia. Ingram Vallines se confió y perdió. Marlon se fue antenoche, la noche del miércoles.
Acaso a eso se refiere la columna periodística del diario jarocho cuando cita que fue “en una muestra de vergüenza y honestidad”. Seguramente el subsecretario de Gobierno fiel a su ofrecimiento fue y presentó su renuncia. Y se la aceptaron. A eso se añade que el equipo de la candidata perdedora lo acusa de que les jugó rudo, de que no los ayudó, y afirman que llevaron las pruebas a la Casa Veracruz.
Pero en el CDE del PRI habían recibido también la queja y el desencanto de los empresarios del puerto con Anilú por la cercanía que empezó a mostrar con la candidata por Boca del Río, Carolina Gudiño Corro (Fidel Herrera Beltrán), con quien empezó a aparecer en público y en imágenes en los medios. Fue determinante para la derrota, tanto por la mala imagen de la exalcaldesa del puerto por su mala gestión como presidenta municipal como por el padrinazgo de su tutor político el exgobernador, por el desastre que dejó en la administración pública estatal y la molestia que hay con él por parte de los hombres de empresa.
Como dicen los peritos, su derrota era mortal por necesidad.
Austera, la comida ayer con el Gobernador
Como lo mandan los tiempos de dificultad económica que se viven en el Gobierno del Estado, el distintivo de la comida que ofreció ayer el gobernador Javier Duarte de Ochoa en la Casa Veracruz a un grupo de periodistas del estado fue la austeridad.
Lejos quedaron aquellos tiempos de comelitonas fastuosas que los de mi generación vivimos, por ejemplo, en tiempos del gobernador Rafael Hernández Ochoa, cuando incluso corrían los vinos y licores a raudales y había hasta para saciarse con ricas viandas reflejo de los años de Jauja que se vivían.
Esas celebraciones vinieron a menos con el paso del tiempo y, según mi punto de vista, debieran quedar reducidas a lo de ayer: una comida sencilla pero sabrosa (sopa de frijol, arroz y una ración de pescado en salsa verde o un envuelto de barbacoa) y nada de licor, que el objetivo principal es, como dijo Duarte, el acercamiento, amén de que lo que se gasta finalmente son recursos públicos, esto es, de los contribuyentes.
Duarte refrendó su amistad con los propietarios, concesionarios y directivos de medios, así como con algunos columnistas invitados –había 89 cubiertos para igual número de comensales, aunque quedaron algunas sillas vacías– y les dijo que quiere trabajar “cerca de ustedes, al lado de ustedes… de la mano de ustedes”.
Palabras sencillas, discurso corto en el que habló de las nuevas formas de comunicación, de lo que pretende en lo que le resta de su gobierno, de la ratificación de la Suprema Corte a la gubernatura de dos años, del proceso electoral que recién terminó, y que quiere cerrar su gobierno “a tambor batiente”.
Dijo que la reunión era para “darles la mano y un abrazo fraterno y agradecerles su asistencia”. Luego invitó a tomarse una foto del recuerdo, y ya.
Algo que me llamó la atención fue que el gobernador dijo que ha cambiado la manera de comunicarnos, habló de la brecha digital con las pasadas generaciones, de las redes sociales, de la comunicación en tiempo real gracias a la Internet, en fin, se ve está al día con la era digital.
Pero, oh la fuerza de la costumbre de la que hablaba Montaigne, a sus asesores y colaboradores del área todavía no les llegan esos tiempos de cambio, actúan con la mentalidad del pasado, análoga (antes se decía cuadrada), y en la mesa principal sentaron a compañeros muy respetados pero sólo de medios tradicionales –prensa escrita en papel, radio y televisión–, no así de los medios hoy por hoy igual o más influyentes y con una gran penetración como son los digitales.
El único discurso fue el del gobernador –dijo que precisamente por las nuevas formas de comunicación el gobierno debe ser más tolerante–, el convivio fue a la vista de todos, no había nada que ocultar, por eso también le fallaron sus colaboradores que no tuvieron el tacto para sugerir que no obligaran a los invitados a dejar sus teléfonos celulares a la entrada, pues no se iba a tratar de una reunión de mapaches cuyas trapacerías nadie debía saber y que alguien podía grabar o filmar. Hubo molestia. Así no ayudan al gobernador.
Finalmente, fue el penúltimo convivio del gobernador Duarte con un grupo representativo de la prensa y el clima fue cordial, el gobernador, en efecto, les dio la mano y abrazo fraterno a todos. A su lado siempre, cordial, el coordinador de Comunicación Social, Juan Octavio Pavón González.
Me equivoqué con Fidel: Miguel Alemán
Lo publicó ayer Maquiavelo (alter ego de José Pablo Robles Martínez): “Era el político veracruzano que mejor conocía al estado, afirma el exgobernador Miguel Alemán.
Reconozco que me equivoqué al nombrar a Fidel Herrera Beltrán como mi sucesor.
Le dejé a Fidel todo listo para convertir a la entidad veracruzana en el granero del país y convertir al estado en el principal exportador de productos agrícolas. Se dejaron las instalaciones adecuadas y al equipo de expertos en ese ramo para transformar el futuro de Veracruz, apunta de manera enfática durante el curso de una plática privada el exmandatario veracruzano.
Herrera Beltrán conocía cada sitio y los personajes de cada lugar del territorio veracruzano. No sé qué le pasó pero fue un mal gobernante.
Con la gubernatura de dos años, estoy en total desacuerdo con Javier Duarte, será un costosísimo error. No se podrá cambiar nada en un período tan corto de la grave situación financiera y del desempleo existente. Afirma de manera categórica el destacado empresario, que regresaba de un merecido reconocimiento de la ciudad de Nueva York, por su fecunda labor altruista que había desarrollado a lo largo de su vida.
Actualmente se encuentra escribiendo la segunda parte de su libro “Si el águila hablara”. Será lo que la “serpiente dijo”. Se trata de una narrativa objetiva de los gobiernos de Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.
En ocasiones mi esposa Christiane Magnani me advierte preocupada cuando lee ciertos párrafos de lo que va a tratar esa próxima novela.
–No te atrevas, Miguel, estás muy duro y crítico, lo que estás escribiendo.
–No creo que se molesten, si es la verdad. Tengo mis fuentes y apareció en su tiempo en los periódicos de esa época.
La sencillez de Miguel Alemán es su atributo. Desayunando gordas y picadas en las instalaciones de esta empresa editorial”.
Desayuno con Erik
Fuimos a un desayuno con el secretario de Desarrollo Económico y Pesquero, Erik Porres Blesa, quien después de su boda el sábado 30 de mayo en lugar de irse de luna de miel regresó responsablemente a trabajar para apoyar a su amigo Javier Duarte. “Ya habrá tiempo para el viaje”, nos dijo.
Ni suda ni se acongoja
Coincidimos en el mismo restaurante con el senador José Francisco Yunes Zorrilla. El hombre, por lo que se ve, ni suda ni se acongoja. Entró, fue bien recibido por los comensales. Saludó a todos y se vio muy tranquilo y relajado. Espera los tiempos. Él practica aquello de que para qué tratar de adivinar lo que va a ser.