Las mujeres, al poder

Arturo Reyes Isidoro

Prosa Aprisa

2013-09-05

En el capítulo primero de sus Ensayos (“Por distintos medios llégase a igual fin”), Michel de Montaigne narra una hazaña más que heroica, que habla del valor y de la entrega de la mujer, de su decisión para enfrentar la peor adversidad en forma admirable.
El emperador Conrado III (de Germania, de 1130 a 1152) sitió a Güelfo, duque de Baviera (en 1140). No obstante las “muchas satisfacciones viles y cobardes” que le ofrecían los sitiados para que los dejara libres, Conrado no accedió y sólo les hizo una concesión: permitiría salir únicamente a las damas con todo lo que pudieran llevar consigo, respetando su honor.
Ellas, “con grandeza de corazón”, decidieron entonces cargar con sus esposos y sus hijos, incluso con el propio duque, sobre sus hombros. El emperador, dice Montaigne, se puso tan contento al ver la nobleza del valor de aquellas mujeres “que lloró de placer y amortiguó toda aquella acritud de mortal y capital enemistad que había dirigido contra aquel conde, tratando desde entonces humanamente a él y a los suyos.”

Era como para haber destapado una botella de champán, de la mejor, y haber brindado por el acontecimiento.
Pero hoy se cumplen nueve días desde que se anunció el nombramiento de Sara Ladrón de Guevara como nueva rectora de la Universidad Veracruzana y sus compañeras de género, aparentemente defensoras de los derechos de las mujeres a más y mejores oportunidades en una sociedad hecha casi para los hombres, guardan silencio.
En un país machista y hasta misógino, que hoy la conducción de la máxima casa de estudios de Veracruz esté en manos de mujeres (los tres puestos claves lo ocupan féminas: Sara en la rectoría, Leticia Rodríguez Audirac como secretaria académica y Clementina Guerrero García como secretaria de Administración y Finanzas) es para celebrarse (es un equivalente a que en Veracruz la gubernatura, la Secretaría de Gobierno y la de Finanzas estuvieran bajo el mando de mujeres).
¿Dónde están los órganos de mujeres del Gobierno del estado, de los partidos políticos, de la ONGs, de los “colectivos” feministas y de tantos membretes que sólo salen a dar conferencias de prensa o emiten comunicados o publican desplegados para lucimiento personal?
No se trata de crear una división con los varones, imponer ahora un matriarcado, crear un estado o un país amazónico, porque finalmente ellas y nosotros nos complementamos (o así debería ser), pero no es ningún secreto que en la vida pública a la mujer cuando no se le ha marginado, se le ha subestimado, por no decir que se le ha atropellado en sus derechos (desprecio, humillaciones, explotación, acoso sexual…).
Por eso es criticable que sean las propias mujeres las que adopten ahora una actitud mezquina ante el éxito y ascenso de tres de sus compañeras de género y no hayan salido a festinar en todos los espacios y foros posibles la distinción de que fueron objeto tres distinguidas mujeres veracruzanas y con ellas todas las mujeres de Veracruz.
En política las mismas mujeres saben que no hay peor enemigo de ellas que sus propias compañeras. En política, cuando una empieza a despuntar o está a punto de llegar, las demás la jalan o le quitan la escalera para que se caiga. Incluso practican sin ninguna consideración el canibalismo político y en eso son peor que los varones.
Pero en este caso se trata de académicas, de mujeres que han hecho un esfuerzo para destacar por sus propios méritos, con base en sus estudios, en su conocimiento, en su cultura, en su preparación.
Pero no importa que sus compañeras de género no lo celebren. Por lo menos, por lo que a mí hace, yo sí destapo una botella de Moët & Chandon que me regalaron en la Navidad pasada y que estaba guardando para una gran ocasión, especial, que ahora se ha dado. Y al brindar hago votos –mil disculpas por usar una frase hecha de los políticos, y para ocasiones como un brindis de 15 años o una boda, pero ahora no encuentro una más adecuada– por el éxito de mis compañeras académicas Sara, Lety y Clemen, pero también porque otras mujeres lleguen a más cargos de alta responsabilidad.
El CEM, de Gutenberg a las computadoras
El 1 de agosto de 2012, narré en “Prosa aprisa” que por necesidad de atención médica había ido a parar al Centro de Especialidades Médicas (CEM) de Xalapa, que depende de la Secretaría de Salud del Gobierno del Estado, el “patito feo del cuento oficial”.
Escribí que me había atendido, de la mejor forma, el doctor Pedro González Vi veros, pero que lo que me había llamado la atención era que ese profesional había tenido que andar asomándose en varios consultorios para ver en cuál me atendía, y que los pocos que había estaban ocupados.
Registré: “Luego, cuando por fin pudimos ingresar a uno, me sorprendió ver que a la hora de hacerme la receta, la redactó en una vieja, desvencijada máquina de escribir mecánica, casi de la época de Gutenberg, lo que me hizo pensar en el descuido y desinterés oficial por un sector clave, fundamental de todo gobierno como es el que tiene que ver con la salud, y lo que me hizo pensar en todo el dinero que se tiró en las campañas (había pasado la elección presidencial del 5 de julio) con el que se pudo haber dotado de computadoras a estos centros hospitalarios –me dicen que el problema es en general en todo el estado– y hasta hubiera sobrado”.
Un año después, no puedo dejar de comentar que me dio gusto saber que al fin, por lo menos en el CEM de Xalapa, estando ya al frente de la dependencia Juan Antonio Nemi Dib, la situación se ha corregido.
El pasado 15 de agosto leí la información y observé las fotos que daban cuenta de que el Secretario de Salud estuvo a entregar 60 computadoras que servirán para atender las necesidades administrativas, aunque me imagino que algunas serán para los módulos médicos.
“Son 60 de un paquete de 300, el Gobernador quiere que Veracruz sea pionero en la implementación del expediente clínico electrónico, que será único y permitirá que un paciente sea atendido en cualquier otro hospital”, dijo Nemi.
A decir del Secretario, el proyecto es que se pueda contar con las “imágenes diagnósticas” (sic) resultados de laboratorio para que se consulte la información en línea y además puedan colaborar médicos de otras partes en algunos casos clínicos, sobre lo que ya se están haciendo pruebas en el Hospital Nachón también de Xalapa.
Por lo menos y por lo pronto, en el CEM ya salieron de la edad de piedra en cuanto al equipo para el registro de datos clínicos y hasta para que le hagan a uno la receta y sea legible porque los tipos no estén gastados. Paloma para Nemi.