Un problema que parece viral

Arturo Reyes Isidoro

Prosa Aprisa

2013-09-06

No podía ser de otra forma. Ayer temprano se informó que Enrique Peña Nieto adelanta su regreso para este viernes en lugar de para mañana sábado por la tarde. Su viaje a San Petersburgo ha sido criticado porque se fue cuando buena parte del país está convulsionado por las movilizaciones y bloqueos de los maestros.
El que inicia será un largo fin de semana. El problema parece viral porque en lugar de disminuir crece. Y se acercan el 13, el 15 y el 16. Veremos qué festejos patrios nos esperan.
Mientras, para este viernes se anuncia un paro nacional de docentes que protestan en contra de la Reforma Educativa, en especial en contra de la Ley Profesional Docente. En el estado participarán maestros de preescolar y primaria, pero también de nivel medio y medio superior.
Al respecto, en Xalapa con toda anticipación se hizo saber a alumnos y padres de familia que no habrá actividades, pero además, se les ha invitado a que vayan a apoyarlos, e incluso que les lleven alimentos si es posible. Habrá que tomar todas las medidas necesarias porque ayer se sabía que harán bloqueos.
Entre los paristas circuló ayer la información de que están citados los secretarios generales delegacionales de la Sección 56 del SNTE para que firmen como representantes de los comités delegacionales su aprobación de la reforma.
También entre los inconformes se transmitió la información de que el miércoles, varios secretarios generales delegacionales visitaron los centros laborales del estado con la consigna de que todos los docentes firmaran un oficio expresando que están de acuerdo con la reforma.
Lanzaron la alerta de que este viernes irán a las diferentes regiones representantes de la Sección 32 con la misma consigna, que ha dado el dirigente nacional Juan Díaz de la Torre. Lógicamente, piden a los miembros de esas secciones que no firmen y que encaren a sus dirigentes y les digan que son “vendidos y corruptos”.
El activismo, pues, de unos y otros. Y en medio los niños y la población.
Extra conflicto por la reforma, las movilizaciones y bloqueos desde mediados de semana en diversos puntos del estado, en especial en Xalapa donde han desquiciado la vida diaria de la capital, han desnudado algunos hechos.
Por ejemplo, que ya no existe más el férreo control que por décadas inmemoriales mantuvieron los líderes magisteriales sobre sus agremiados, control que evitaba cualquier, todo intento de inconformidad o disidencia, con represión como forma de castigo contra el rebelde si era necesario.
En el caso de Veracruz, es cierto que es mayoría el magisterio que todavía obedece a su “líder moral” el diputado electo Juan Nicolás Callejas Arroyo, de la vieja guardia, de la Sección 32, mayoritaria, aunque adentro hay voces de disidencia.
Pero donde esta vez se perdió el control fue en la Sección 56, que supuestamente lidera Manuel Arellano Méndez, cuyos maestros tomaron su propio edificio y han parado y salido a las calles. Mantiene control sobre el Sindicato Estatal de Trabajadores al Servicio de la Educación (SETSE) su dirigente “moral” la profesora Acela Servín Murrieta.
Esos dos, uno con sus dos secciones, son los sindicatos magisteriales mayoritarios. Ante la rebeldía en la 56, deben añorar ahora el control que ejerció Elba Esther Gordillo.
Esta vez, los inconformes del SNTE se sumaron a los de otros sindicatos minoritarios del estado, que ya demostraron que si se unen son capaces de constituir una fuerza de consideración.
Aunque con menor duración, también han parado y salido a la calle los maestros de educación media y media superior agrupados en el Sindicato Único o Unificado de Trabajadores al Servicio de la Enseñanza Media (SUTSEM) otrora oficialista y que lidera Ricardo Diz Herlindo, quienes hoy volverán a la calle.
Tratando de dar la mejor imagen de una buena relación con el magisterio veracruzano a través de sus dirigencias, el gobernador Javier Duarte de Ochoa se aplica, en plena ola de protestas, a reunirse con los dirigentes magisteriales.
Ya lo hizo con Acela Servín Murrieta, del SETSE, con Arrellano Méndez, del SNTE Sección 56, con Alberto Yepez Alonso, del Sindicato Independiente de Trabajadores de la Educación de Veracruz (SITEV), así como con Enrique Cruz Canseco, del Sindicato Democrático de Trabajadores de la Educación de Veracruz (SDTEV), y tal vez ya lo hizo con Juan Nicolás Callejas, de la Sección 32 del SNTE, con quien mantiene una excelente relación.
Si nos atenemos al esquema con que se ha venido manejando el conflicto en la Ciudad de México donde se excluyó al secretario de Educación Pública y se dejó la negociación en manos de la Secretaría de Gobernación, se supone que en el estado debe estar haciendo el trabajo de plomero, sin descanso, día y noche, el secretario de Gobierno Erick Lagos Hernández para no involucrar, además, directamente, al propio Ejecutivo de la entidad, como Miguel Osorio Chong ha cuidado de la figura del presidente Enrique Peña Nieto.
Pero por lo que vemos en las calles, en las carreteras y en los sitios públicos no sólo del estado sino de muchas ciudades del país, la protesta ha rebasado a las autoridades y a los dirigentes de los sindicatos considerados oficiales o que tienen buen entendimiento con los gobiernos.
En el caso de Erick Lagos, esta es su primera gran prueba de fuego desde que asumió la Secretaría de Gobierno y está ante la gran oportunidad de demostrar su capacidad negociadora que, es de suponerse, fue clave para que llegara al cargo. Pero los maestros parece que quieren dejarlo en mal y siguen en la calle y en paro.
En la Ciudad de México, la Secretaría de Gobernación ha abierto sus puertas a los disidentes para que se sienten a negociar con funcionarios y diputados y senadores, y se antoja que aquí debió haber hecho lo mismo Erick con alguna comisión de los inconformes para, si no acabar con el conflicto o las movilizaciones, por lo menos evitar que se afecte más a la población.
En Xalapa, ayer, el Gobierno del estado solicitó al Congreso estatal ser interlocutor para entablar un diálogo con los maestros del estado y escuchar sus demandas e inquietudes, petición que fue aceptada. No es mala la medida.
Le pidió “recibir, analizar y valor todas las ideas, propuestas y aportaciones que tengan legítimo interés en el propósito común de elevar la calidad de la educación pública, y la indeclinable exigencia de preservar las conquistas laborales del magisterio, la certidumbre laboral, la capacitación , así como el mejoramiento del espacio y equipos educativos”. Habrá que esperar la respuesta de los docentes.
Si el conflicto se prolonga y dado que Xalapa es un embudo, la irritación de la población va a crecer, irritación contra los maestros, pero también exigiendo a las autoridades que hagan algo efectivo para poner fin a las molestias que les causan a la sociedad.