¿SSP indolente o cómplice?

Al parecer la policía estatal no está resultando tan eficiente como la autoridad estatal esperaba. Actualmente los delincuentes se encuentran decididos en demostrar que están más capacitados con relación a los elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) a cargo de Arturo Bermúdez Zurita.

Rebasados, evidenciados por el hampa que se ha instalado en la conurbación Veracruz-Boca del Río, quienes se han atrevido hasta ya ni invertir en armamento para cometer sus fechorías al utilizar hasta machetes para someter a sus víctimas. Lo imperdonable es que la “supuesta” Policía Naval –que se sabe que son “polis” disfrazados de marinos- llega tardíamente a todos los llamados de auxilio que reciben por parte del inoperante C4.

Lo realmente seguro del dichoso programa “Veracruz Seguro” es que actualmente es inexistente, pues lo ciudadanos veracruzanos cada día se sienten realmente preocupados por desidia –con intereses económicos- que actualmente han invadido al secretario de Seguridad Pública. Desde sur hasta el norte, no existe municipio o comunidad en el estado de veracruzano que se encuentre libre de la delincuencia organizada.

Las personas no se sienten seguras en ninguna parte y mucha razón tiene, cuando en plena luz del día lo malhechores actúan en casa-habitación, plazas, restaurantes, negociaciones, en centros educativos, cruceros, transporte urbano, etc.

Arturo Bermúdez Zurita, indudablemente ha demostrado que hacerse de la “vista gorda” deja mejores regalías y no dudamos que sus “servicios” incluyan hasta la protección continua al crimen organizado para que puedan operar de la manera en la que se están manejando en la actualidad. Es inconcebible que la delincuencia éste desarrollando su estrategia de trasgresión a los ciudadanos de la forma que lo está haciendo, evidenciando al secretario de Seguridad Pública y sus “polis”, quienes supuestamente tienen la tarea de mantener la seguridad en el estado. Es ridículo e intolerante que simplemente se comporten mediocremente y los habitantes se encuentren expuestos por su incapacidad.

Hasta qué grado la corrupción gubernamental en el estado de Veracruz seguirá “fregando” a la ciudadanía. Los ciudadanos en las redes sociales han externado que la estrategia que se debe de seguir es andar armado todos con la finalidad de auto protegerse ante la incapacidad de los elementos de la Secretaría de Seguridad Pública y de los “cachirules” de la Policía Naval. La barbarie no será más que culpa de la corrupta actitud de quienes no están demostrando que la seguridad de los ciudadanos, les importa.

La ceguera y la incapacidad

El cambio de los gobiernos municipales en el territorio veracruzanos está pronto a celebrarse. Veracruz, estrenará de alcaldes en los 212 municipios con la esperanza de lograr salir del abandono en el que actualmente los mantienen los actuales munícipes. En Veracruz-Boca del Río la misma suerte ha corrido, cuando sus ediles simplemente se han dedicado a enriquecerse a costillas de los ciudadanos y ambos municipios se están cayendo a pedazos por la faltas de obras y del interés de sus gobernantes.

Pero no obstante de lo evidente, pues no es más que recorrer ambos municipios para constatar lo que continuamente se expone en las redes sociales por parte de los ciudadanos, pese a la negación de quienes se encuentran enquistados en algún ayuntamiento y que no reparan un segundo, en irse en contra de los ciudadanos para intentar defender lo indefendible.

La encargada del área de Comunicación Social, Natalia González Villarreal cada día sorprende más a quienes la conocemos de hace muchos años. Evidentemente el “sueldazo” que percibe a costillas de los veracruzanos, la han hecho perder la brújula de su posición y responsabilidad en el cargo que confiere y sobre todo, ha logrado perder la visión real que está sumergido el municipio de Veracruz. No repara en decir sandeces en contra de quienes realizamos una crítica genuina contra de la alcaldesa, Carolina Gudiño Corro, a quien afirmamos nuevamente, que el puesto le quedó muy ancho y ha logrado superar en ineptitud, a Jon Rementería Sempé.

Su incapacidad es más que evidente. Acto que la jefa de prensa, Natalia González Villarreal debería de considerar –si es que su ceguera le permite observar la triste realidad- dejar a un lado salir en defensa de la Gudiño, cuando ésta ha demostrado con hechos, ser la desvergüenza de nuestro género, al haber ostentado el titulo más importante de la historia de Veracruz –ser la primera alcalde mujer del primer municipio de América- y haber sido un literal fiasco pues su “hambre” y la corrupta forma de gobernar, han dejado al municipio de Veracruz, sumergido en la inmundicia en la actualmente se encuentra.

Vivir en la zona de confort como vive la encargada del área de Comunicación Social del ayuntamiento de Veracruz, no le permite observar la incapacidad de su jefa. En este momento, Carolina Gudiño Corro es un ejemplo latente de incompetencia. Ni su desesperada acción por intentar cerrar con “algo” todo lo que se robó a todo lo largo de su infructuoso gobierno, no la salvará de la crítica verdadera y genuina. Natalia González debería de morderse la “lengua” y no salir con sandeces al ahora decir que quienes no cubrimos a la señora alcaldesa operamos por “intereses personales”, no somos “honestos” y tenemos “comprometida la visión de las cosas”, cuando la realidad actual del municipio le arroja la verdad a la cara.

En respuesta podemos decir a la señora “honesta” Natalia González Villarreal que su paso en el “puestecito” que le robó a Mónica Mendoza –pues ni lo sudó- ha resultado arbitraria con los medios de comunicación independientes, transgrediendo a la libertad de expresión de los mismos. Cómo pretende que se cubran las “actividades de relumbrón” de la señora presidenta, si no envía agendas para llevar a cabo la cobertura de las supuestas actividades.

También le respondemos que las pocas ocasiones que su servidora ha dado cobertura a las ineficaces actividades de Carolina Gudiño Corro por la necesidad de que responda a algún cuestionamiento, simplemente, la señora alcaldesa se comporta hostil y bastante grosera y posteriormente, emprende su loca huida, como si temiera por su vida. Por lo tanto, le podemos asegurar a la cómoda y bastante privilegiada, Natalia González Villarreal que se ha intentado –pese a su bloqueo- dar cobertura, pero su “jefa” simplemente es descortés y déspota, al no responder a las preguntas incómodas.

Incoherente, González Villarreal, ha logrado intentar cargar la cruz de la incapacidad de la alcaldesa, Carolina Gudiño Corro, sin percatarse que actualmente ya sus “patadas de ahogado” que da, al intentar tapar la ineptitud de su jefa, no le dará puntos para enquistarse en la siguiente administración ostentando el mismo puesto.

Tal vez su pretensión es intentar demostrar a Ramón Poo Gil que es tan “eficiente” que es capaz de armar un “pleito de verdulería” en las redes sociales en defensa de su “jefe”; con ello, intentar “robarle” el área de Comunicación Social como lo hizo con Mónica Mendoza –quien le hizo bien alejarse con la traicionera Gudiño- y piensa arrebatarle ahora, a Elisa Tagle, el puesto, siendo que el lugar le costó caminarlo y sudarlo al lado del actual edil electo.

Indudablemente su postura lleva “cola”, pero para su infortunio sus días están contados y pronto será parte de las estadísticas de desempleo y tal vez, retornará al lugar de donde no debió haber salido, pues al menos mantenía una imagen pública de rectitud, efigie que actualmente no goza.

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