Sólo falta el alarido de las tribunas

Arturo Reyes Isidoro

Prosa Aprisa

2014-10-30

¡Uf! ¡Uf! y ¡Recontrauf! Se había dicho oficialmente que sería este jueves cuando se entregarían terminadas todas las obras e instalaciones en las que se celebrarán los XXII Juegos Centroamericanos y del Caribe, pero en realidad se comenzó desde antes, y en los días que corren y por venir el gobernador Javier Duarte de Ochoa continuará con las inauguraciones.
Ayer se daban toques finales –se pulían pisos, se acababa de colocar las plantas de ornato, etc.–, pero nada que impida la competencia. El góber anda tan contento que incluso la noche del martes, ya un poco tarde, se puso a ver la película “La dictadura perfecta” en la sala de la Casa Veracruz, donde ayer miércoles por la tarde-noche sostenía una reunión con todo su gabinete para afinar los detalles de logística y seguridad.
Parece que, ahora sí, lo invadió totalmente el espíritu deportivo, faltando quince días para el arranque, pues la misma noche del martes se podría decir que casi estuvo cordial con el alcalde de Boca del Río, Miguel Ángel Yunes Márquez, durante la entrega de la Unidad Deportiva “Hugo Sánchez”, pues no sólo hubo apretón de manos como saludo, sino que prácticamente se tiraron flores verbales y el Chiquiyunes hasta se permitió una sobadita de panza con el cordobés, un gesto que anima el mejor espíritu de la fiesta deportiva. ¡Ah! Y Duarte llegó ¡de azul!
Pues ya está. Hay deportistas y hay instalaciones deportivas. Sólo falta ahora el alarido de las multitudes, de las tribunas. Por lo que ha infraestructura hace, Javier Duarte de Ochoa ha cumplido, y con él Gerardo Buganza Salmerón, el secretario de Infraestructura y Obras Públicas, con el que, por cierto, no oculta su contento y hasta se podría decir que lo anda chiqueando, pues ha sido un puntal para la obra realizada (¿obtendrá premio mayor?).
Lo demás son detalles de organización, que no son menores. Faltan sólo quince días para el arranque y, nuevamente, se les desea a los organizadores que tenga éxito, además por el buen nombre de Veracruz.
Se me corrió la cortesía y pude conocer la mayor parte de las instalaciones. En realidad será un importante patrimonio que se deje, que ojalá y no suceda como con instalaciones deportivas de otras partes del país que han albergado competencias internacionales y después han sido abandonadas y hoy están deterioradas si no inservibles ya.
Está lista la Pista de Canotaje “Río Tuxpan” con gradas permanentes para 300 espectadores, la Alberca Universitaria Pentatlón Moderno, la cancha de entrenamiento Futbol 1 en el Parque Recreativo Reino Mágico, el Estadio de Beisbol “Beto Ávila” para 7,500 aficionados, el Estadio de Atletismo “Heriberto Jara Corona” con gradas para 12,000 espectadores, el Gimnasio “C” adjunto al Estadio, las áreas para tiro fuego/aire y de precisión en la Academia de Policía “El Lencero”, el Centro de Raqueta (raquetbol/squash), el Pabellón de Pelota Vasca para frontón, la cancha de entrenamiento Futbol 2 en la Unidad Deportivas “Leyes de Reforma”, la Unidad Deportiva “Hugo Sánchez”, el Estadio de Softbol “Carlos Serdán Arechavaleta”, el Centro Acuático “Leyes de Reforma” (clavados, natación, nado sincronizado, polo acuático), el Centro de Alto Rendimiento (hockey sobre pasto y rugby) (ayer de visita en las instalaciones Buganza presumió haber jugado rugby de joven), el Gimnasio de la Unidad Deportiva “Carlos Serdán Arechavaleta”, el Bolerama (boliche), el Complejo Omega (bádminton/tenis de mesa), el Estadio de Futbol Luis “Pirata” Fuente, el Auditorio “Benito Juárez” (basquetbol), el Patinódromo y Parque Recreativo “Reino Mágico”, la Arena “Córdoba” (Gimnasio “El Mexicano”), la Arena “Veracruz” (polideportivo), el Velódromo y el World Trade Center, y lo único que tiene retraso de una semana es la Pista de BMX Parque Natura; obras ubicadas en Tuxpan, Xalapa, Emiliano Zapata, Veracruz, Boca del Río y Córdoba.
A la distancia, hoy pocos saben que fue la entonces diputada federal y presidenta de la Comisión de Juventud y Deporte, Elízabeth Morales García, quien por instrucciones del entonces gobernador Fidel Herrera Beltrán comenzó a “enamorar” al empresario Mario Vázquez Raña, amo y señor del deporte en México, para que apoyara a Veracruz a conseguir la sede.
Fue el 17 de enero de 2008 cuando Fidel entregó en San Juan de Puerto Rico la solicitud. Carlos Hermosillo, exfutbolista, goleador, veracruzano de Cerro Azul, entonces director general de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE), entregó ahí mismo al tío Fide la carta con la que el entonces presidente Felipe Calderón daba su aval. Hermosillo sería luego candidato a diputado federal del PAN por Córdoba, que perdió estrepitosamente, y Elízabeth, del PRI, a la alcaldía de Xalapa.
Elízabeth me comentó alguna vez que fue tal la escenografía que montó Fidel en aquella ocasión, como le gustaba y acostumbraba (música, bailarines, ruido, color, videos, muestras artísticas y culturales, billetera gorda, invitación a comer a todos, etc.) que los otros dos países que aspiraban a ser sedes, Guatemala y Jamaica, quedaron tan apantallados que ahí mismo desistieron.
Casi un año después, el 31 de enero de 2009, Herrera Beltrán, al inaugurar la XLI Asamblea General Ordinaria de la Confederación Centroamericana y del Caribe (ODECABE) en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, mostró el certificado que acreditaba a Veracruz como sede de la XXII edición.
Anunció en aquel entonces que ya se tenían asignados 10 millones de dólares de presupuesto para la realización del evento, y agradeció que se le hubiera autorizado a celebrar por primera vez unos juegos Paracentroamericanos (para personas con alguna discapacidad), que no se celebrarán.
El 3 de diciembre de ese mismo año, en otro acto celebrado en Boca del Río, Fidel recibió el nombramiento de presidente del Comité Organizador y anunció entonces una infraestructura física deportiva que, presumió, quedaría para los próximos 50 años. Entonces dijo que había ya diez parques de beisbol con alumbrado y 500 espacios deportivos.
En aquella fecha, la diputada Elízabeth Morales García informó que los diputados federales de las legislaturas 60 y 61 habían logrado que se destinaran 305 millones de pesos para el arranque, para la elaboración del plan maestro en cuanto a organización, infraestructura y movilidad, lo que llevó a Herrera Beltrán a proclamar por primera vez que serían “los mejores juegos deportivos de la historia” (en realidad nunca quedó claro dónde fue a parar ese dinero).
El 1 de agosto de 2010, en la clausura de la edición XXI en Mayagüez, Fidel recibió la estafeta, en una ceremonia ambientada por grupos artísticos de Veracruz, con una transmisión especial en vivo a través de RTV, que costó unos cuantos billetes. La de Veracruz será la cuarta ocasión en que la justa se celebre en México. Primero sólo como Juegos Centroamericanos tuvieron lugar en 1926 y ya como Centroamericanos y del Caribe en 1954 y 1990, respectivamente, siempre en el Distrito Federal.
Cuando agonizaba su gobierno, en 2010, Fidel hizo varias declaraciones diciendo que se retiraría de la política y pediría de chamba ser el presidente del comité organizador. Pensaba andar viajando por todo Centroamérica y el Caribe (¡las mulatas, chico, las mulatas!).
Hoy es del dominio público las penurias que ha tenido que pasar la administración de Javier Duarte de Ochoa para sacar adelante el compromiso. El próximo 14 de noviembre, estará de fiesta. Éxito.