CLAROSCUROS
Columna de José Luis Ortega Vidal
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No sólo el PRI ha desdeñado a la clase política veracruzana en la repartición de senadurías y diputaciones federales plurinominales.
El PRD y el PAN han hecho lo propio.
Prácticamente los priistas, perredistas y panistas veracruzanos que deseen convertirse en Senadores, deberán hacerlo a través del voto directo el próximo primero de julio.
Las posiciones que se asignan por la llamada representación proporcional no incluyen este año a jarochos.
La mayor parte de los Senadores de los tres partidos principales en el país, que tienen asegurado su lugar sin necesidad de hacer campaña, son originarios de otras zonas como el Distrito Federal, el norte y el centro del país.
Algunos son sureños, pero no de Veracruz; sí hay chiapanecos, por citar un caso.
Y dado que en nuestra entidad la lucha a nivel de las candidaturas al Senado se da principalmente entre el PRI y el PAN, la izquierda jarocha podría no estar representada en la Cámara Alta.
El caso de los diputados federales es distinto.
Acayucan es un ejemplo.
Allí, la joven Pilar Guillén Rosario ocupa una posición que le garantiza su arribo a la Cámara Baja del Congreso por la vía plurinominal, vía su partido: el de Acción Nacional.
Por el PRD, aseguró diputación plurinominal el veracruzano José Antonio León Mendivil.
Además de la acayuqueña Pilar Guillén…¿hay otro sureño?
No, que se sepa.
Ni el PRI, ni el PRD incluyen a alguien del Sur de Veracruz en su lista de privilegiados.
El que quiera estar en el poder Legislativo que se renovará este año, deberá hacerlo con sus propias uñas y las de su respectivo partido.
Los petroleros si estarán representados pero será a través de Jorge Romero Deschamps, su líder nacional que será diputado de representación proporcional. Nomás que eso es otra cosa.
Finalmente, la ausencia de Fidel Herrera Beltrán en la Legislatura que viene está pesando –desde hoy- en el priísmo veracruzano.
Personajes como el minatitleco Ranulfo Márquez, que en otros tiempos o circunstancias habrían tenido un lugar asegurado en la nómina federal; están out, para decirlo en el argot beisbolero que tanto le gusta al dueño de “Los Petroleros”, en la Liga Mexicana del Rey de los Deportes.
A los priístas y a los perredistas sureños se les puede aplicar el dicho popular que afirma: “hay tiempos de tirar cuetes y hay tiempos de levantar las varas”.
Este año, en ambos partidos, están recogiendo varas.
Pero no todo termina allí: de las 21 diputaciones federales uninominales que se disputan este año en Veracruz, ningún partido tiene asegurado al carro completo.
Mejor aún: lo más seguro es que no habrá carro completo y esas diputaciones se pueden dividir entre tres.
En el Sur, sólo el PRI cuenta con ventaja amplia en los distritos de Minatitlán y Coatzacoalcos.
En tanto que Cosoleacaque y Acayucan están en disputa; el primero de los casos entre el PRI con Ponciano Vázquez y el PRD con Esteban Bautista y en el segundo entre el PRI que candidatea a Regina Vázquez y el PAN que ha postulado a Xóchitl Tress.
Otro aspecto muy importante: en los distritos de Coatzacoalcos y Minatitlán, el candidato presidencial del PRI -Enrique Peña Nieto- recibirá apoyo de sus candidatos a diputados y en el caso de Acayucan tanto Peña Nieto como Josefina Vázquez Mota recibirán respaldo electoral de sus abanderadas por la diputación federal.
En Coatzacoalcos el PRD depende de lo que Andrés Manuel López Obrador aporte, porque su partido aquí luce muy dividido y peleado entre sus tribus y el “Peje” -alguna vez todopoderoso en la región petroquímica- actualmente se aprecia descobijado.
En Cosoleacaque el caso es distinto: tanto Peña Nieto como López Obrador recibirán votos de sus candidatos a diputados y Josefina Vázquez Mota deberá ser quien le eche la mano a su abanderado.
El de Acayucan –por donde se le vea- es un caso perdido para López Obrador y el PRD.
En el distrito acayuqueño el perredismo no gana ni aunque reparta “caldo de chéjere”, como se dice coloquialmente en aquel rumbo.
En cambio, el PRI y el PAN recibirán votos de las dos candidatas que han lanzado allí.
Así que la diputación uninominal de Acayucan se puede definir por equipo: el candidato (a) presidencial que se coordine con su candidata a diputada, la puede ganar. Lo demás es asunto de estructuras y dinero y en ambos bandos se cuecen habas.