Después de las decisiones presidenciales (nombramiento de embajadores, carta al Parlamento Europeo, etc.), que evidenciaron la debilidad política de Marcelo Ebrard, el canciller fue rehabilitado para encartase de nuevo entre las ‘corcholatas’.
No sabemos cuánto durará el guiño del Tlatoani, pero lo cierto, es que el hecho de impulsarlo a la par de Adán Augusto López, son señales que no debieron gustar a la jefa de Gobierno y su equipo, que de tiempo atrás, caminaba solita rumbo al 2024.
En este contexto, justo a media semana, se filtró que en una comida que tuvo con diputados de MORENA en un restaurante de la CDMX, Marcelo fue exigido por varios legisladores para que se aplicara más en la búsqueda de la candidatura, a lo que respondió que iniciaría giras para acompañar a los candidatos en los estados en que habrá elecciones.
Así pues, ayer domingo, estuvo Julio Menchaca en un mitin en Acatlán, Hidalgo, en el cual hizo una vehemente defensa de las iniciativas AMLO en materia eléctrica y electoral, como antes lo había cobijado en sus redes sociales, ante las acusaciones de Donald Trump.
No está de más subrayar, que el 3 de mayo se cumple un año del accidente en la Línea 12 del Metro, circunstancia que inició el declive de Marcelo, al grado de sufrir una depresión, según contaron integrantes de su círculo íntimo.
Desde luego, si Ebrard ande haciendo grilla partidista y deja (más) suelta la Política Exterior, debió recibir la anuencia del patrón, por lo que, la pregunta que surge es: ¿reubicarán a Marcelo en otra posición que le permita tener mayor acercamiento con las bases partidistas?
La respuesta a lo anterior, es la clave.