Luego de que el presidente Andrés Manuel López Obrador inauguró la refinería Olmeca el pasado 1 de julio, en Xalapa y en otras regiones del estado comenzaron a aparecer anuncios espectaculares en los que los aliados de Rocío Nahle felicitan a la secretaria de Energía por esta magna obra que tiene directamente a su cargo desde 2019.
“Gracias Rocío por hacer realidad la refinería de Dos Bocas, uno de los grandes proyectos de la 4T”, se lee en esta propaganda con la que el grupo local de Morena en el poder pretende posicionar la imagen de su aspirante favorita a la gubernatura de Veracruz.
Sin embargo, la influyente agencia Bloomberg News acaba de publicar que la construcción y puesta en marcha de la refinería de Dos Bocas, que ha enfrentado miles de millones de dólares en sobrecostos, está generando preocupación entre los miembros del Consejo de Administración de Petróleos Mexicanos (Pemex).
De acuerdo con fuentes citadas por las periodistas Amy Stillman y Nacha Cattan, tres de los cinco miembros independientes del Consejo de Administración de Pemex votaron por rechazar el nuevo plan de gastos, recién aprobado la semana pasada, y que al menos uno de ellos que lo avaló expresó su preocupación por la falta de rendición de cuentas en la gestión de costos.
El Consejo de Administración de Pemex está integrado por Rocío Nahle y el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, y como consejeros propietarios por el Gobierno Federal figuran la secretaria de Economía, Tatiana Clouthier Carrillo; la secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales, María Luisa Albores González, y el director general de la Comisión Federal de Electricidad, Manuel Bartlett Díaz. Los consejeros independientes son Juan José Paullada Figueroa, José Eduardo Beltrán Hernández, Laura Itzel Castillo Juárez, Lorenzo Mauricio Meyer Falcón y Humberto Domingo Mayans Canabal, todos cercanos o avalados por el presidente López Obrador.
Beltrán Hernández, conocido como “El Chelado”, es pariente cercano de la difunta Rocío Beltrán Medina, la primera esposa de AMLO. Estudió la licenciatura en Ciencias Políticas y Sociales en la UNAM. Fue secretario general de gobierno en Tabasco con el ex gobernador priista Enrique González Pedrero y diputado entre 1985 y 1988, presidiendo la Comisión de Energía.
A su vez, Mayans Canabal, también tabasqueño, fue dos veces senador y diputado federal plurinominal. Se desempeñó además como secretario general y secretario de Comunicaciones, Asentamientos y Obras en el gobierno del estado. Es el único consejero que ha sido parte de las filas de Pemex, como representante ante la Junta de Conciliación y Arbitraje.
Por su parte, Meyer Falcón es hermano del actual secretario de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano e hijo del historiador y articulista Lorenzo Meyer, uno de los intelectuales más allegados al presidente López Obrador.
La arquitecta Laura Itzel Castillo es hija del extinto ingeniero veracruzano Heberto Castillo Martínez, ex fundador del Partido Mexicano de los Trabajadores (PMT) y candidato presidencial en 1988.
Y Paullada Figueroa fue Procurador Fiscal de la Federación al inicio del sexenio obradorista, entre 2019 y 2020. Antes de ello, su trayectoria profesional se desarrolló en el Fideicomiso Liquidador de Instituciones y Organizaciones Auxiliares de Crédito, el Banco Nacional Pesquero y Portuario, y el Banco de Comercio Interior. Ha sido profesor de derecho fiscal y política tributaria y tiene título de posgrado en la Universidad del Sur de California, la Universidad de Boston y la Universidad de Harvard.
De acuerdo con la versión de Bloomberg, los tres miembros que votaron en contra del presupuesto de Nahle eran todos independientes. ¿Quiénes serán? Cualesquiera de ellos, todos tienen la confianza del presidente López Obrador.
Otro punto que también provocó polémica fue que la directiva de Pemex eliminó además la metodología utilizada para monitorear los costos del proyecto, quitando lo que algunos consideraban un medio fundamental de supervisión para esta obra que prácticamente ha duplicado su precio.
La semana anterior, Bloomberg publicó que el Consejo de Administración de Pemex había aprobado –con voto mayoritario pero no unánime– pedir al gobierno 5 mil 618 millones de dólares para continuar con las obras y 853 millones de dólares para la puesta en operación de la refinería de Dos Bocas.
Este monto se suma a los 8 mil 900 millones de dólares que fueron aprobados por el consejo en 2020, pero que fue subiendo sin autorización expresa de la autoridad.
La agencia Reuters reportó a finales de abril que el presupuesto de la paraestatal se había agotado, mientras que Bloomberg apuntó la semana pasada que la decisión de solicitar más recursos se dio luego de meses de discusiones internas entre la Secretaría de Energía que encabeza Nahle, encargada del proyecto, la Secretaría de Hacienda y Pemex, que asumirá la administración de la nueva refinería, la cual se sumará a las otras siete que actualmente tiene la petrolera estatal.
Según Bloomberg, el costo originalmente planeado de 8 mil millones de dólares oscilaría ahora entre 16 mil y 18 mil millones de dólares.